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06: usando la ropa del otro

- éste es lindo, el color es lindo... nos quedaría bien. - doyoung opinó, apreciando la prenda con la mano en el mentón. Era un jean, negro y un tanto brillante que se pegaba un poco a la pierna.

- ¿cómo que "nos? - rió su pareja - se suponía que me estabas acompañado a comprar un pantalón nuevo.

- regresemos a la realidad, ultimamente tu ropa es mi ropa y la mía es la tuya. No puedes hacer nada contra eso.

Recordó cómo es su departamento, cuando entrabas al cuarto del mayor y el gran armario era abierto; había un cajón especial para doyoung ya que robarle ropa al rubio y dejar la suya ahí por descuido se había vuelto un habito. Siempre al levantarse y darle su respectivo beso de buenos días, iba directo a cualquier cajón para sacar alguna de las grandes camisetas impregnadas con el olor de la colonia de taeyong que tanto amaba.

De hecho, todo de él olía a ello, se había dado cuenta del apego que tenía a aquél olor.

- ¿y por qué no te compras uno para ti? - dijo fingiendo indignación.

- capitalismo. - ok, punto.

- colonizaste mi cuarto - paró por un segundo - bueno, ya es nuestro cuarto.

- exactamente, ahora a comprar tu pantalón que seguramente nos quedará el triple de lindo - el menor salió corriendo a la caja con el pantalón en la mano, era un caso.

unos días después, justamente habían sido invitados por sus amigos al club más cercano para celebrar el cumpleaños de uno de ellos, jaehyun, quien era reconocido por las fiestas llenas de baile, diversión y alcohol.

ya estando dentro fácilmente se podía ver como bailaban sin cesar, con las frentes levemente sudadas y toques indecentes. La pareja estaba sumida en su pequeña burbuja, la música resonando con fuerza en sus oidos mientras las luces ocupaban la mayoría de su campo de visión.

Taeyong mantenía el vaivén de sus cuerpos, inició un toque lento desde el muslo del pelinegro hasta dejar la mano en su cintura, atrayendolo incluso más a sí.

Se acercó a su oido, la respiración del mayor rozaba y erizaba el cuello del pelinegro quien se dejaba llevar de aquello que estaban creando.

Taeyong detalló más el material del pantalón de su pareja dándose cuenta de algo - ¿no es éste mi pantalón? - susurró en su oído. - doyoung simplemente pasó sus manos por la nuca del rubio, asintiendo sin romper el contacto visual.

- te ves exageradamente bien - el menor sonrió para sus adentros - pero ¿sabes cómo te verías incluso mejor?

Doyoung seguía balanceando su cuerpo acorde a la música, rozando aquellas partes claves que desprendían una electricidad especial ambos cuerpos.

- sin ellos.

el portador de los dichosos pantalones no lo pensó mucho para halar de la mano a su pareja, saliendo del ruidoso lugar con rapidez y otro propósito en mente.

corto y conciso,,, idk