18. Pesadilla En El Espacio

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El olor a pan fresco y las risas que venían desde el puesto de mando inundaban la antigua nave, recorriendo cada pasillo en un eco siniestro, haciendo que su mente, ya en alerta, se perdiera en difíciles recuerdos. El pasillo se hacia angosto y oscuro.

Se había puesto de pie con la excusa de recorrer la nave, pero el terror de estar camino a Prime le habian gatillado una sensación de desesperanza abrumadora .

Su cuerpo tiritaba ante el la mera idea de estar flotando ahí, su pecho se apretó y el aire que apenas entraba quemaba sus pulmones, apoyó una mano en la pared, lejos del ruido y la luz, tratando de mantenerse en pie, sus músculos ya comenzaban a perder la fuerza y su alrededor giraba en un vaivén constante, mientras los sonidos propios de la nave se confundía con voces llamándola.

"heeeer ...... maaaa... nita"

Un eco fantasmal rebotaba en las paredes metálicas y dentro de su cabeza.

Esa palabra quemaba su cerebro y el pánico se apoderó de ella tan rápido como las lágrimas que caían de sus ojos tristes.

"e-esto no es r-real. e-esto no es r-real."

Miraba frenética a su alrededor tratando de distinguir la realidad de las sombras que se abalanzaba sobre ella, apretando su cabeza entre sus manos. No quería cerrar los ojos, porque lo vería a él o a ella.

Había logrado disimular bastante bien el terror que se colaba en su mente cada vez que se encontraba con Adora, pero estaba ahí, como un molesto corte con papel, agudo y fino. El fantasma de su verdugo de pelo largo y rubio.

Tenía la mirada perdida en el piso, tratando de distinguir la realidad de sus pesadilla, cuando un gentil toque la sacó de su transe, giró tratando de enfocar la vista y alejar lo que sea que la estaba acechando.

"Estas bien?"

"no... no puedo respirar" su voz su voz fracturadas, le suplicaba a glimer por aire "sacame de aqui" se sostuvo en los brazos de la princesa lo mejor que pudo, enterrando profundo las uñas en la carne, pero Glimer no se movió, la llevó asustada a la primera y mas remota habitación que pudo encontrar, Catra apenas podía sostener su propio peso, pálida y bajo una abrazador dolor que le recorría el cuerpo, varias veces su piernas se rindieron, pero Glimer no la dejó caer.

Una brisa fría y dura lamía su cuello, el áspero roce en las partes desnudas de su cuerpo, la cara, los brazos. La citraíz en el pecho le punzaba y la piel parecía recogerse ante el recuerdo del metal, su respiración aun no se calmaba y su corazón latía tan fuerte que sus costillas llegaban a crujir.

Flashes de Adora diciéndole cuanto la despreciaba, como sus puños impactaban con su cara, como su rodilla le quitaba el aire de los pulmones y la vista se le nublaba con cada impacto.

"Tranquila... recuestate acá"

Se sentaron en una vieja colchoneta, Glimer trato de soltarla para ir a buscar alguna frazada o algo par beber, pero Catra no la soltó, apretando fuertemente sus brazos, una fina capa de sudor cubría su rostro.

"no me dejes sola.... porfavor" se aferraba a la princesa como si soltarla significara entregarse a esa persistente voz que la había controlado.

"Estas bien. quienes hablar?

"aun no.. so-solo quedate acá" tras esas últimas palabras Catra se quebró completamente, y lloró como nunca, un lamento tan profundo que contaminaba toda la habitación, un llanto de lágrimas pesadas y gritos ahogados. Se refugió en el regazo de Glimer, escondiendo su cabeza entre sus piernas y su vientre, empapando su ropa.

Glimer sabia exactamente el motivo del estado de catra, ella misma había estado esperando el momento para quebrarse y poder hablar con la Capitan, tratando de alivianar su alma de la culpa que sentía. Sabía que el sufrimiento iba más allá de un par de golpes, era algo profundo que la había cambiado de tal forma que había estado dispuesta a morir. Ambas compartían el derrame de emociones que desbordaban sus ojos, pero Glime sollozaba en silencio mientras consolaba a la gata.

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