8.Tus Manos Son Mi Prisión

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Respira lento.
Pausa. Aguanta.
Exhala
Respira lento otra vez.

Usaba la técnica de meditación que estirada 2 le había enseñado, después que casi le Sacó un ojos.

Respira lento.
Pausa. Aguanta.
Exhala.
Respira lento otra vez.

Logró calmarse.

Después de hablar con Glimer sufrió un horrible ataque de pánico, se le cerraron las vías respiratorias, se le nubló la vista y sintió náuseas con la sola idea de volver a verla, tuvo que recostarse con una almohada sobre la cara, hiperventilando.

El dióxido de carbono hizo su trabajo y se quedó dormida.

Despertó, o eso creía, con una suave caricia en sus muslos, pero no se pudo mover. Conocía tan bien esas manos que su corazón casi rompe sus cosillas para arrancar, pero no se movía, no podía moverse, atrapada entre el sueño y la vigilia.

El suave roce de sus labios sobre su abdomen le dieron escalfríos y se le erizó hasta la punta de la cola.

No la quería ver porque todos los argumentos que se había armado para no sentir nada por ella se derrumbarian, mantendría los ojos cerrados.

Un cosquilleo subió por sus piernas al reconocer su aroma. Las manos de su amante acariciaban sus pechos, apretando suavemente mientras subía su polera roja.

"no abras los ojos. No... Los... abras" pensó.

Respiraba rápido, agitada por la anticipacion De verla o de lo que iba a pasar. Mientra le sacaba los pantalones y la ropa interior, arqueaba la espalda para ayudarla, se mordía el labio inferior tratando de controlarse, no pudo resistirse a toque delicado.

Sintió el peso de su cuerpo posarse sobre el de ella, el calor de su piel y el contorno de su cintura, desnuda se posicionó sobre las cadera de catra, para luego inclinarse hasta su oído.

"mírame"

"no es real, no es real. No está acá, esto es un sueño"

Cada movimiento parecía hacerse en cámara lenta, tener los ojos cerrados hacia que sus sentidos ya agudos se afinaran más y cada vez que se movía sentía la caricia del pelo suelto de su princesa en el cuerpo.

Sus labios suaves y húmedos se deslizaron por su cuello hasta su clavícula, Catra no pudo evitar sentir la exitación de su tacto, y su cuerpo reaccionó húmedo ante la anticipación.

Los besos continuaron hasta su ombligo, mientras las manos de la chica acariciaba la cintura de catra, tenso y tonificado.

Se detuvo entre sus muslos y lamio su interior, llegando hasta su clitoris, ahí donde el mero roce la hizo gemir suavemente, esa lengua familiar comenzó su trabajo, jugaba con su interior, arriba y abajo, adentro y afuera.

Aún no abría los Ojos y los apretaba más mientras el placer recorría sus pierna. Tanteo con sus manos en la dirección del placer y enredo sus dedos en la cabellera lisa de su acompañante, empujando suavemente su cabeza para que entrará más, mientras chocaba su cadera para encontrar el punto exacto.

Con las piernas sobre los hombros, la rubia sostenía las rodilla de la morena mientras tiritaba de placer.

El calor subía al ritmo de sus movimientos.

....

Tenía el cuerpo adolorido luego de un arduo día de entrenamiento, se lanzó a la cama cuando vio que Glimer estaba En el balcon.

"glimer que haces acá" pregunto arrastrando su voz.

"es tarde, lo sé" sijo con tristeza y preocupación.

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