Capítulo 3: El hombre de le gorra.

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Lo primero que vi fueron sus ojos cafés, los ojos que había soñado ver desde siempre. Tenía su bigote perfectamente cortado pero, no había barba, y su cabello era un tanto largo. Me daba la impresión de que tenía el estilo de Frankie en Triple Frontera, aunque mi personaje favorito de él era Javier Peña, o el Agente Whiskey, ese estilo me volvía loca de todas formas, sin importar que no tuviera puestos aquellos pantalones apretados.

"En realidad una semana difícil" contesté como pude, luego miré al suelo. 

"Entiendo, supongo que por eso el vaso de whiskey" apuntó mi vaso, me sonrojé. "Pues lamento que hayas tenido una mala semana. Si sirve de algo, llevo esperando salir de aquí desde las seis de la mañana y no me dejan subir a ningún avión, o va lleno o se cancelan los vuelos y estoy esperando a que me dejen ir, no he dormido mucho, estoy cansado, creo que algo en el destino no quiere que me vaya. Supongo que volveré a la casa que me prestaron para mi estancia y me iré hasta el lunes en la mañana." Intenté mirarlo, no estábamos lo suficientemente cerca para comprobar que sí olía a canela.

"¿Y desde entonces llevas bebiendo? " pregunté con cierto aire de sorpresa. Él sonrió levemente, me estremecí.

"No, me dormí en un sillón pero, el dolor de espalda me despertó, luego fui a comprar un libro pero me cansé de leer, comí un poco y luego decidí venir al bar a intentar relajarme"

"¿Y en todo ese tiempo nadie se te acercó por un autógrafo, una foto o algo?" le di un trago a mi bebida. 

"Sólo un par de chicas. Digo, nadie espera encontrarse a Pedro Pascal en el aeropuerto, más bien piensan que se lo van a encontrar en la calle o en algún restaurante o centro comercial" ahora él le dio un trago a su cerveza y luego desvió la mirada hacia el televisor, había un partido de baloncesto. 

<<Tengo a Pedro Pascal justo al lado de mí>> le mandé mensaje a Anastasia.

<<No juegues con eso>> 

<<No estoy jugando, está al lado de mí.>>

<<¡Oh Dios santo! ¿Y lo dices así como si nada?>>

<<Carajo, ¿y cómo se supone que debo decírtelo?>>

<<¿Si huele a canela?>>

Ignoré el mensaje y luego le lancé una mirada, de tantas veces que había soñado con ese momento, ya no sabía si era real o no todo esto, comencé a ponerme nerviosa y más porque no tenía una maldita idea de que decirle, tampoco quería parecer una loca, quería abrazarlo, olerlo, tocar su cabello y tomarme un montón de fotos con él pero, solo hay oportunidades únicas en la vida y no quería qué esa única oportunidad en la vida se desperdiciara. 

Así que, sólo esperé.

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