Stop | Adaptación (Jenlisa G!P)

3

-¡Lisa!- Jennie se levantó de golpe en aquella camilla y los enfermeros corrieron para atenderla.

-Tranquila señora Kim, todo está bien.

-¿Dónde está Lisa? ¿Mi bebé? Ella me disparó yo, ¿Dónde estoy?- Su corazón latía rápidamente y los enfermeros no pudieron hacer más que darle un tranquilizante leve, Jennie negó recordando.

Ella frente a ella con un arma, Lisa detrás asustada y pidiendo que no haga nada estúpido, Ella apretando el gatillo y ella con una bala en su vientre, su hijo, su hijo no debía estar vivo.

-No, no, todos menos él, todos menos el único ser que de verdad estaba amando, mi hijo- Lloró, lloró con todo el dolor que jamás pensó sentir, su bebé.

El hijo de Lisa, su segundo amor, era imposible ¿De este amor hablaban las madres? Uno tan incondicional que jamás deseas que lo toquen además de ti ¿Esto era amar a un hijo más que a tu propia vida? Pues, se sentía horrible perderlo sin poder conocerlo si quiera.

Sin darle una oportunidad.

-Dios.

Y su cerebro dolió, ella jamás le dio aquella oportunidad a su hija e hijo, los odió desde el momento en que nacieron, Kai parecía amarlos y muy feliz por ello, pero ella estaba realmente asqueada ¿Por qué? ¿Acaso los odiaba por no ser fruto del amor? ¿Entonces fue su culpa? ¿Culpa de ella por no darles esa oportunidad que su hija no le permitió al que ahora seguramente ya no existe? Lágrimas cayeron de sus ojos al sentirse pesada, sus párpados dolían y se cerraban solos.

-Aun así, no los ame, nunca lo hice y jamás lo haré- Susurró antes de caer dormida de manera profunda pensando en Leo, Ella y su hijo no nacido.

Ella lo sabía, ella lo sentía, él ya no estaba ahí.

-¿Despertó?

Oía aquellas voces a lo lejos.

-Sí señor, pero estaba muy alterada y tuvimos que administrar un sedante para que se calmara y volviera a dormir.

Empezó a intentar abrir sus ojos nuevamente.

-Doctor, necesito a la señora Kim lúcida ¿Cuándo estará bien?- Reconocía esa voz, era uno de sus guardaespaldas de mayor confianza.

Entonces pensó en Hank y en su muerte, en su hijo, en Lisa y Ella... Odio, eso y mucho más empezó a sentir.

-Lo estará, pero aún no es momento señor, ella necesita reposo... Perdió un hijo y estas cosas son delicadas.

Lo sabía, apretó los puños enojada y abrió sus ojos, mismos que estaban inyectados en sangre.

Ella.

-Estoy bien- Habló seca, seriamente, enojada, con ganas de ver correr sangre a su alrededor.