Problemas

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-Jennie yo... No sé cómo actuar contigo justo ahora, ¿Volverás a encerrarme no es así? Y seguirás haciendo que te haga cosas que sinceramente quisiera no hacer más.


El viaje había acabado y ambas se dirigían nuevamente a la mansión de la mayor, Lisa confesó lo peor y Jennie sinceramente no sabía qué hacer, si volvía a su actitud de antes ella la odiaría, pero si hacia lo que pedía, la perdería.


-¿Qué hago entonces Lisa? No puedo dejarte, entiéndeme y si no estas cerca yo... Ni siquiera sé cómo explicarlo- Susurró bajando la mirada, la morena se mordió el labio inferior y soltó un suspiro.


-Tú... ¿Quieres que yo, ya sabes? Rayos, no me hagas decirlo Nini.


Ese mote, la mayor miró a la menor con una sonrisa y esta, se sonrojó.


-¿Tú quieres? Porque sino es así, cambiaré lo juro, no quiero seguir de esta manera contigo- Murmuró apenada, Lisa apretó sus labios y suspiró ¿Quién era esa quien le hablaba? No se parecía en nada a la loca obsesionada con su miembro que al principio conoció.


-Yo no tenía a donde ir cuando me secuestraron esos hijos de puta, verás, mi vida no era fácil así que si me dejaras ir yo volvería a lo que era antes de conocerte.


Jennie sintió un nudo en su garganta al pensar realmente por lo que pasaba esa niña.


-No pasará, no te dejare ir y prometo tratarte bien de hoy en adelante Lisa, ya no estarás en el sótano.


La morena la miró con los ojos brillosos, ¿por qué pasaba esto? Ella debería aborrecer a ese ser de ojos verdes, y lo hacía que era lo peor, la odiaba con su vida, pero... Ella poseía algo, que la hacía replantearse su forma de ser, algo que la hacía perdonarle incluso sabiendo que no lo merecía.


-Me parece bien, Jennie- Susurró apenada, la pelinegra sonrió con ternura y besó ligeramente su mejilla.


-Prefecto, mañana mismo buscaré un sitio para ti, así podrás tener libertad para moverte y esas cosas.


-Con el tema de los... Encuentros con poca ropa, ¿Podrías no hacerlo más? Al menos hasta que yo me sienta cómoda con ello- Murmuró con las mejillas enrojecidas, Jennie tragó pesado.


No le estaba gustando hacia donde se dirigía la conversación, ella necesitaba su dosis de sexo con la menor, pero sabía que, si se lo exigía, ella volvería a ser la salvaje de antes, odiarla e insultarla hasta cansarse y Jennie no quería eso.


Debía resignarse a la abstinencia por un tiempo.


-Está bien Lisa, te dije que cambiaría las cosas, ahora será como tu prefieras y respetaré tus decisiones, pero no tardes mucho en sentirte cómoda, por favor- Casi rogó aquello, Lisa la miró fijamente y asintió con lentitud.


Ciertamente le estaba sorprendiendo la actitud de la mayor, aún no confiaba en ella, pero le daría el voto de la duda.

Stop | Adaptación (Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora