Cambios

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-Ten.


Colocó un traje pulcro en el sofá y Lisa lo miró.


-¿Por qué? Sabes que no quiero ir.


-Pero yo te llevaré quieras o no, vístete- Ordenó fríamente y la menor entre gruñidos tomó el traje y fue al pequeño baño que se encontraba allí


Se aseo y vistió para después salir impecable del baño, Jennie la miró y su corazón latió con fuerza, se veía hermosa.


-¡¿Amor, estas aquí?!- Oyó y soltó un gruñido.


-Espera aquí, primero me debo deshacer de él.


Salió de la oficina y subió las escaleras rápidamente, con cuidado abrió la puerta y llegó a la sala, donde se encontraba su esposo.


-Hoy tengo una cena importante de negocios y necesi...


-No, tengo cosas que hacer.


Cortó sin dejarlo terminar y Kai apretó sus puños enojado, Jennie sonrió y miró sus uñas.


-¿Era todo? Por qué debo irme y estás haciendo que me retrase- Murmuró burlona, Kai suspiró y se acercó a ella.


-Jennie, en serio te necesito allí está noche- Susurró con esperanza, misma que Jennie destrozó con su fría mirada.


-Busca a otra mujer que vaya de tu mano porque yo no lo haré, ahora largo de aquí que me estorba tu presencia.


-Eres una- Levantó su mano para estamparla en su cara, pero uno de los guardias de la pelinegra lo detuvo casi de inmediato.


-¿Sabes Kai? Siempre me estoy preguntando el por qué te aguanto ¿tú lo sabes?- Lo rodeó lentamente y Kai miraba a Hank asustado.


-Suéltame Hank, es una orden.


-Él no te hará caso, su jefa soy yo no tú así que ahórrate la pena querido... Como seguía ¿tú sabes por qué te aguanto?


Kai tragó pesado y la miró fijamente.


-Por qué soy tu esposo, padre de tus hijos y porque me amas Jennie- Eso hizo que la ojiverde riera con ganas.


-En primera, yo no te amo. Mis hijos pueden ser con gusto todos tuyos ya que a mí no me interesan y lo de ser mi esposo, tampoco es problema ya que gracias a Dios existe algo llamado divorcio.


-Jamás firmaría aquello si me lo pidieras, tú eres mía Jennie- Osó a responder, la ojiverde lo miró sonriente y acercó su boca a su oído.


-La firma es válida así estés vivo o muerto ¿sabías?


Kai la miró aterrado y tragó en seco.


-No te atreverías amor ¿Solo bromeas no es así?


-Ponme aprueba bebé... Suéltalo Hank- Ordenó sonriente, Hank obedeció y se colocó detrás de ella con la mirada filosa hacia Kai advirtiéndole en silencio.


-Me voy.


Se giró sin poder soportar aquel cambio que jamás en su vida había visto en su esposa y salió rápidamente de la casa sin mirar atrás.


-Cada día me harta más fingir ser normal- Murmuró, Hank la miró esperando la orden -Mantén tus ojos en él, si hace algo que pueda meterme en problemas.... Mátalo- Ordenó con su típica sonrisa macabra.


Hank asintió y fue detrás de Kai para vigilarlo, Jennie sonrió satisfecha y fue directo hacia el sótano, donde la pequeña la esperaba.


-Bien, vamos cariño- Besó sus labios de manera tierna y Lisa frunció el ceño alejándose un poco para evitar mucho contacto, Jennie suspiró cansada y ambas salieron de la mansión.


-Eres muy fastidiosa en serio, prefiero estar encerrada que acompañarte a vender gente.


Estaba enojada y la ojiverde sonrió por ello, se acercó a ella y besó dulcemente su mejilla, Lisa la miró confundida y Jennie utilizó eso a su favor, entonces le robo un casto beso.


-Señora, ya llegamos.


El chófer de la limusina donde ambas se encontraban abrió la puerta para ellas y les ayudó a bajar del vehículo.


-Woow.


La morena miró el parque de diversiones con ojos brillosos y una gran sonrisa, Jennie sonrió y tomó su mano.


-Pensé que te gustaría divertirte un poco, pero no sabía como así que busque en Internet y esto fue lo que salió, ya sabes, para que un adolescente se divierta y esas cosas- Empezó a divagar sumamente nerviosa, Lisa la miró sorprendida y una pequeña sonrisa salió de su boca.


-Es fantástico, eeh...


-Jennie, mi nombre es Jennie ¿el tuyo?


Lisa la miró fijamente y tendió su mano, la ojiverde frunció el entrecejo, pero igual aceptó el saludo.


-Lisa, Lisa Manoban... Un gusto en conocerte Jennie- Se presentó haciendo reír a la ojiverde.


Bien, eso a ambas les estaba agrandando, Lisa no quiso pensar que lo hacía sólo para manipularla ya que en realidad veía sinceridad y nerviosismo en la mayor, de modo que decidió confiar en aquella salida, la primera que había tenido en toda su corta existencia.


-El gusto es mío Lisa, entonces... ¿Subimos a algunas atracciones?- Invitó jalando su mano para que la siguiera.


La morena sonrió y se dejó guiar.


-Espero no seas una miedosa, anciana- Se burló.


-Ya veremos quien se asusta primero entonces, enana.


Ambas rieron y se dirigieron al parque, sin obligaciones, olvidándose del mundo, de que una estaba secuestrada y la otra era un monstruo.


Solo eran dos personas en una cita para conocerse mejor, y aquello para las dos era simplemente hermoso.

Stop | Adaptación (Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora