SINNERS || INTENABO +18

Party 2

Ya que varios me pidieron la segunda parte de este capítulo, aquí la tienen
(っ˘з(˘⌣˘ )

⚠️ Contiene m-preg.

Después de aquella noche, Gustabo se levantó con un gran dolor de espalda y cabeza. Su trasero dolía al igual que su cuello, repasó todo su comportamiento de ese encuentro y mordió su labio de la vergüenza por su asquerosa forma de ser. Era conciente de lo mucho que quería aquel momento, la confianza es algo que gana muy rápido y puede ser su peor enemigo en muchas ocasiones cuando su dignidad está en juego. Por eso se retiró del departamento sin decir nada, Conway dormía plácidamente sin mostrar indicios de siquiera despertar.

Estaba avergonzado y no encontraba una buena excusa para terminar con Volkov. Decirle que se acostó con su jefe no era buena forma de terminar, mucho menos teniendo visible una enorme marca de dientes en su cuello. Por eso, a pasos cortos, entró a su departamento rompiendo la idea que Volkov tenía al haber leído de él que no tenía llaves.

El ruso seguía durmiendo, un sonoro chirrido lo despertó de su ensoñación. Pero rápidamente la migraña del día anterior lleno de vodka y estruendosa musica, hizo que cierre los ojos.

Varios días después, Gustabo se aseguró de usar ropa que cubra su cuello y agradeció que el uniforme de agente también lo haga. Volkov se mantenía al mismo margen distante, y fue ahí cuando una semana después de aquel encuentro, terminó su relación con él.

—Lo siento —dijo con la cabeza gacha. Volkov lo miró desde arriba y asintió. Esperaba que Gustabo también le diga que se había acostado con su jefe. Pero eso no salió de su boca.

El ruso aceptó la ruptura tragando su orgullo, Conway fue hasta a él para contarle lo que había pasado, el dolor jamás llegó, pues él nunca vio a Gustabo más allá de una simple relación de satisfacción mutua. Tampoco le molestó que Gustabo se acerque más a Conway después de aquello, y mucho menos que el rubio comience a dar indicios de un embarazo.

—¡¿Cómo estás tan seguro?! —Conway gritó cuando Gustabo entró a su despacho con la cara roja de verguenza y preocupación. —Debes ir al hospital, hacerte una prueba, verifica si es mío, ¡no sólo venir y decirme como si nada!

Gustabo frunció las cejas y se acercó hasta él para tomarlo del cuello de su camisa, su corbata se arrugó y Conway abrió los ojos sorprendido por la fuerza de aquel omega. Sus ojos mostraban furia mezclada con tristeza; tenía miedo de pasar solo toda aquella etapa por culpa de su estupidez.

—He ido al hospital —apretó su agarre hablando entre dientes. Su rostro se volvió más rojo y Conway sintió ganas de quitarse de ese plano, pero no era justo para alguien como Gustabo que necesitaba desahogarse después de recibir una enorme noticia. —Di positivo y el único con el que me acosté en estas tres semanas fuiste tú, imbécil.

—Pero...

—Sólo dime que no te harás cargo —interrumpió soltando el fuerte agarre que tenía. —No iba a ocultarte nada a pesar de que no quieras cuidarlo, como dijiste, fue una noche de descuido. —Se giró para irse, pero antes de salir habló: —Lo tendré y cuidaré.

El rubio salió del despacho dejando a un Conway atónito, su respiración era irregular y los nervios se apoderaron de su ser. Era la primera vez después de años que vería a un bebé; a un bebé que también era su hijo.

Gustabo siguió yendo a trabajar tranquilo después de escuchar de Conway un "me haré cargo", Volkov se enteró de la noticia y un atisbo de preocupación lo inundó cuando el rubio hacía su trabajo como si nada. Conway seguía en su mundo procesando las mil y un facetas que tendría y recordando cómo cuidar a un bebé, y decidió que lo mejor era que Gustabo deje de trabajar por un tiempo.