𝙟𝙪𝙨𝙩, 𝙩𝙝𝙚𝙞𝙧 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙚𝙨

𝙕𝙤𝙢𝙗𝙞𝙚𝙨

—Trata de descansar unos segundos, Lixie. —Hyunjin murmura bajito acercándose a su novio.— Seguiremos el camino antes del amanecer, si?

—Tú también debes descansar Jinnie. —El menor de ambos murmuró de igual manera bajito, llevando su mano a la mejilla del pelinegro.— Descansa yo vigilare, si?

—No cielito, yo tengo una mejor vista además tú tienes uno de tus lentes rotos y no podrás ver mucho con un solo ojito. —El más alto sonríe para tranquilizar a su novio aunque la verdad es que le encantaría poder dormir.— Tú tranquilo, podré descansar un poco quince minutos antes de que nos vayamos.

Sin poder decir algo más el pecoso suspira antes de acomodarse sentado apoyándose en la pared para poder dormir un rato, todo tenían que hacerlo rápido antes de que los zombies se dieran cuenta de que ellos estaban ocultos en aquel lugar.

¿De qué hablo? Pues hace tan solo dos días que en la gran ciudad de Busán un experimento había salido mal creando así un virus que convertía a la gente en caminantes o mejor conocidos como zombies.

La parejita de novios habían estado en la casa del pelirrojo cuando las noticias del virus salió alertando a todas las personas, posteriormente en el estudio de televisión se escucharon miles de gritos y luego vieron como un zombie se abalanzaba hacia la chica mordiendola y así convirtiéndola en uno de ellos.

Ellos se habían asustado, pensando en salir de inmediato cuando se dieron cuenta de que todo allí sería un caos en realidad y tendrían más probabilidades de ser mordidos y contagiados que quedándose en casa.

Lamentablemente su estadía en casa no duró mucho cuando, por las bocinas de la ciudad, al día siguiente avisaron que en Seúl había un lugar seguro y que en una semana bombardearían Busán y otras ciudades para acabar con los zombies que en estos lugares había.

Por esa razón se habían puesto en marcha agarrando botellas de agua y algo de comida para poder llegar a Seúl, por el momento no se habían tomado con muchos caminantes y habían logrado escapar de los pocos que habían visto.

Felix se encontraba bastante preocupado por sus mejores amigos, realmente no sabía nada de ellos y tampoco tenía su celular con batería como para preguntar si estaban bien, la última vez que había hablado con ellos fue segundos antes de salir de su hogar que le habían asegurado que llegarían a salvo a Seúl y podrían reencontrarse allí.

Lo mismo pasaba con Hyunjin, estaba igual de preocupado que Felix por Jeongin y Seungmin, sabía que ambos eran fuertes pero ninguno contaba con una buena habilidad física a la hora de escapar y eso le tenía con más miedo constantemente.

Pronto el amanecer llegó haciendo que Felix despertara con rapidez para ir en busca de su pareja, se les había hecho tarde y ahora les cansaría aún más el caminar bajo el radiante sol. Llegó al lugar de vigilancia, haciendo un pequeño puchero cuando vió a Hyunjin dormido, prácticamente estaba haciendo todo por él y no podía evitar sentirse inútil, ni siquiera era bueno para vigilar por su estúpido astigmatismo y que haya roto su único para de lentes al escapar de unos cuentos zombies.

—Jinnie, despierta, se nos hará tarde de nuevo. —Murmuró sacudiendo levemente al pelinegro que se despertó totalmente exaltado.—

—Joder sí estás bien. —Hyunjin abrazó al menor con rapidez, atormentado por la pesadilla que había tenido.— Lamento quedarme dormido, lo mejor es que salgamos ahora.

—¿Te encuentras bien, mi amor? —Preguntó el pelirrojo con miedo, acariciando la mejilla de su mayor.—

—Sí bebé, no es nada. —Besó tiernamente los labios de su pareja antes de levantarse, acomodando la mochila en sus hombros.— Desayunaremos un poco de galletas en un rato, primero hay que caminar un poco más.