» Cinco

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TaeHyung se sienta, prácticamente, en el borde de la franja, mientras ve alejarse a San, quien le agita la mano de lado a lado, diciéndole solo con la gesticulación de sus labios que "lo cuidaría desde lejos". Lo único que el príncipe espera es ver a San lo suficientemente lejos para prestarle atención al joven flamme que tiene en su mano libros grandes y gruesos, con tapas grisáceas y palabras grabadas en colores plateados o dorados.

     — Luces muy emocionado —la voz de JungKook se deja escuchar.

     Aquella tarde, JungKook tiene un montón de cosas en la cabeza que quiere explicarle a TaeHyung. Se niega a creer que un príncipe como lo es el chico tenga la incesante duda en su mente de la realidad mundial. Ciertamente los cuatro reinos viven oculto de la actualidad. En un lugar remoto, y escondido, todos coexisten como un continente, han creado diversas barreras mágicas para evitar ser hallados, y aunque la paz está presente, hubo un momento en su historia que no fue así. Es sorprendente que alguien como TaeHyung, un próximo gobernante, no esté al tanto de la historia de sus propios reinos colindantes, o sus capacidades físicas y la forma en la que trabajan fuera de su pequeño espacio frío. Es por eso que ha llevado un montón de libros, desde los fabricados en su tierra, hasta otros de países extranjeros en el resto del mundo, además no pudo faltar un clásico romántico que es más que una joya en la literatura.

     — ¿Romeo y Julieta?

     — Te puedes llevar ese libro contigo. —JungKook agita la mano, mientras tumba el costurado de hojas sobre la nieve, por si la temperatura es demasiado alta como para que el delicado príncipe lo toque—. Bueno, creo que debemos empezar con la historia local, ¿no?

     TaeHyung mira al concentrado príncipe JungKook hojear el libro de una en una, aunque se ve bastante grueso y complejo, para el flamme no es nada más que un simple libro de texto que serviría lo suficiente par a ilustrar la realidad. Con una risita de felicidad, JungKook mueve su cabeza de lado a lado y suspira, volteando el libro hacia el rostro de TaeHyung y enseñándole una imagen.

     Es una ilustración que delimita las fronteras de los cuatro reinos opuestos: Glacier, Die Flamme, Uisce y Terra, todos con sus respectivos colores representativos y sus escudos. Hacia otra hoja se encuentran un montón de descripciones básicas sobre el área, los animales que se hallan, las actividades económicas básicas, el ambiente y el clima. Bastante sencillo a comparación de los libros donde NamJoon se encarga de especificar cuáles son las cosas que más podrían afectar a un aldeano glacier promedio estando en otro reino.

     — Estamos más cerca de lo que parece —dice TaeHyung, analizando el libro—. No creí que tu reino fuese tan grande.

     — Oh, sí. Sobre eso hay una razón. En el pasado el fuego era imparable, comía demasiado y arrasaba con todo. Es por eso que, cuando comenzó a invadir territorio, los tres reinos restantes entraron en guerra con nosotros —JungKook explica, buscando otras hojas en el libro—. Oh, ¡aquí está! —Le muestra un pequeño dibujo que representaba La Guerra de las puntas—. ¿Ves? Terra, Uisce y Glacier entraron en guerra con Die Flamme.

     — ¡Oh! Mi mamá me ha contado sobre eso. Dice que uno de sus... No lo sé, algo así como el papá de su tatarabuelo, realizó una alianza con Uisce para vencerlos.

     — En el pasado, ni siquiera nosotros sabíamos cómo controlar nuestros poderes. Era normal que los niños jugaran en los bordes de la frontera, entonces había muchos accidentes. Pero —JungKook pasa de hoja—... cuando Uisce y Glacier hicieron una alianza, se planeó conquistar también Terra, lo cual no fue agradable para ellos, así que terminaron haciendo una alianza con nosotros.

     — La guerra de las puntas, ¿heh? Aunque me la sé diferente —admite TaeHyung—. Más bien, ustedes amenazaron con invadirnos y matarnos.

     JungKook alza la vista hasta TaeHyung, levantando una ceja. El chico de ojos brillantes observa la expresión impecable de Jeon JungKook, quien denota a simple vista un estado incomparable de ofensa. Tae le sonríe por lo bajo, alzándose de hombros, a la vez que se recarga hacia atrás en su lugar.

Sangre Fría » kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora