Lullaby {Mic y tú}

3

Al abrir los ojos me encontraba en la enfermería de la escuela, había una cortina que me impedía ver a las personas que hablaban del otro lado pero parecían ser Hizashi y una mujer mayor.

- Ella va a estar bien profesor, nesecita descansar y comer, eso es todo, pero el que venga a la enfermería cada diez minutos a verla no hará que se mejore más rápido.

- lo siento, Recovery, es que estoy preocupado, se desmayó así sin más, desde que la vi corriendo supe que algo andaba mal, no sabía que se estuviera privando de la comida y el sueño.

- Ya se lo dije, en cuanto despierte yo lo llamaré, pero déjela descansar.

- Estoy despierta.- interviene.

La cortina se abrió de golpe y un pálido Hizashi vino a mí en seguida.

- ¿Cómo te sientes?- Exclamó.

- Yo... Algo débil pero estoy bien, debo volver con mi grupo.

- Las clases acabaron.- Respondió Hizashi acariciando mi cabello.- Me hice cargo de tu grupo.

- Bueno, ya, salga de aquí para poder examinarla, ya después tendrán su encuentro romántico.

Sentí que mis mejillas se calentaron y Hizashi salió de la enfermería a regañadientes.

- Sólo por aclarar.- Le dije a la mujer.- No ocurre nada romántico entre ese payaso y yo.

- Si claro, como la psicóloga y el profesor Eraserhead.

- Lo de ellos es una relación confirmada.

- Algo me dice que eso es lo único que les falta a ustedes dos.- respondió.- Ese pobre hombre no dejaba de venir a preguntar por tí, se veía muy mortificado y no quería despegarse de tu lado. El director iba a enviar a tu grupo a los dormitorios pero él se ofreció a dar tus clases. Sin embargo creo que el problema aquí es que estás subestimando sus sentimientos, aunque creo que eso es algo que deberías hablar con la psicóloga.

- Gracias por el consejo.- dije con ironía.- ¿Puedo irme?

- Sí, pero por favor descansa y come apropiadamente, ah, y evita el estrés.

- Claro, tomo nota. Gracias por todo.

Me fuí de ahí con mis cosas y al salir me encontré a Hizashi esperando.

- ¿Estás mejor? ¿Quieres que te consiga algo de comida?

- Estaré bien, soy fuerte.

- No juegues con eso, estaba asustado.- Su tono de voz lejos de ser el tono juguetón de siempre parecía molesto.

- Oye, tranquilo.

- Sé que por lo de tus hermanos tuviste una noche larga, estoy casi seguro de que tuviste que ir a sacarlos de la cárcel pero no es excusa para descuidarte, pasaste mucho estrés, no dormiste nada, no comiste y encima te pusiste a hacer gimnasia con los alumnos ¿Eres una inconciente o solo te gusta llevar a tu cuerpo al límite cuando te aburres? Porque te aviso que atrapar a una persona inconciente en el aire no es un pasatiempo divertido, menos cuando esa persona te importa.- me quedé perpleja.

- Oye, lo siento ¿Si? Pero tampoco es como que te importe.

- Claro que me importa y quieras o no justo ahora iremos a buscarte algo de comida.

Me llevó arrastrando del brazo hasta el establecimiento de comida más cercano y me pidió varias cosas de la carta sin preguntarme siquiera.

Estaba tan impresionada que no me atreví a contradecirlo.

Cuando llegó la comida me sorprendió ver que eran mis cosas favoritas, él recordaba todo eso.

Comenzó a acercarme bocados de comida a la boca y me observó comer en silencio sin tocar un sólo bocado para él.

Me sentía como una niña siendo alimentada en la boca y podía percibir las miradas de todos los presentes.

- La gente nos mira.- Me quejé con la boca llena.

- Tendrás que pensar en eso la próxima vez que intentes excederte de esa manera.

No dije nada más y me limité a comer.

Al acabar no me dejó pagar un centavo y salí de ahí con el estómago lleno.

Comenzamos a caminar sin rumbo fijo hasta que llegamos a un parque solitario y nos sentamos.

- Perdón por haber sido tan rudo.

- Está olvidado.- Respondí.

- ¿Quieres hablar de cómo te sientes?

- Ya te lo dije, estoy bien, ya descansé y comí y...

- No.- me interrumpió.- Me refiero a lo de tus hermanos.

- Ah, eso... Está bien, yo estoy acostumbrada a sacar gente de la cárcel todo el tiempo.- dije pero mis ojos empezaron a arder.- Tan sólo quisiera que mi familia entendiera que no son tan diferentes de esos criminales.- Solté un soyozo y las lágrimas comenzaron a caer.- Mi corazón ya no resiste verlos con heridas y un historial criminal que supera al antiguo testamento. Tengo miedo de que un día no sobrevivan, temo por ellos, quiero protegerlos pero ellos sólo piensan en mi como una traidora.

Hizashi comenzó a acariciar mi espalda.

- Por amor uno hace lo que sea.- Dijo.- Sacrificas tu estabilidad emocional por ellos a diario y te pagan con su egoísmo pero ¿Sabes? Tienen suerte de tenerte.

Lo miré un momento y me sonrió.

- Les llamé criminales en sus caras, no van a perdonarme.

- Las personas cometemos errores todo el tiempo, pero siempre existirá el perdón gracias al amor. Son tu familia, van a perdonarte y algún día también van a entenderte.

- Gracias.- Respondí secando mis lágrimas.- A pesar de que te rechazo todo el tiempo tu permaneces cerca procurandme y eso no sabes lo mucho que significa.

Por un momento no me importó abrirle mi corazón, esa parte de mí que fue su amiga durante tanto tiempo se apoderó de mí y lo abracé con todo mi ser.

- Siempre voy a estar ahí cuando me necesites.

__________

Instagram: genevieve_anneliese_