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Esperaba que quizá me mandara un mensaje o algo cuando despertara pero no fue así, me sentía bastante frustrada, el día en la escuela fue eterno y esa bola de malcriados que se hacen llamar grupo no me la pusieron fácil.

Ya que pronto empezarían las actividades culturales todos estaban muy entusiasmados con la planeación de su proyecto y apenas y me prestaban atención.

Al volver a casa todo lo que quería era tirarme sobre la cama y dormir un poco.

Al abrir la puerta me golpeó una fuerte honda de sonido.

Había música a todo volumen que provenía de La habitación principal.

- Hizashi...- Dije aunque no pude escuchar mi propia voz por el volumen de la música.

Caminé hasta la habitación, la puerta estaba entreabierta.

La música estaba comenzando a provocarme dolor de cabeza.

Al asomarme me quedé petrificada.

Hizashi estaba acostado con los pantalones por las rodillas sosteniendose la erección con una mano y con la otra una de mis panties de encaje.

No sabía si reír, asustarme o sentirme halagada.

A decir verdad no sabía bien qué hacer en una situación así, tal vez en circunstancias normales habría entrado a unirme pero está en recuperación, su cuerpo no está listo para tanta actividad.

Decidí volver a la sala y sentarme a esperar a que parara la música.

Al cabo de unos diez o quince minutos bajó el volumen considerablemente y mi dolor de cabeza al fin se calmó, fui a la cocina a preparar café y le llevé una taza.

Toqué antes de entrar y escuché que me invitaba a pasar.

- No sabía que habías vuelto.- Dijo sorprendido.

- Hace un rato pero estabas ocupado.- Dije dándole la taza de café. Su cara de pintó totalmente de rojo.

- Did you see me?- No pude evitar reír un poco ante su tono nervioso.

- Espero que hayas regresado mi ropa interior a su lugar.

Salí de ahí con una sonrisa de triunfo y me puse a hacer la comida.

En los días siguientes Hizashi mostró bastante mejora, se veía muchísimo más lleno de energía y eso me daba gusto.

En cuanto a las actividades culturales de la academia mis alumnos decidieron que querían presentar algunas coreografías con sus canciones favoritas.

Todos los días nos quedabamos dos horas después de clases para que pudiesen ensayar, yo les ayudará siguiendo la coreografía parada frente a ellos por si alguien olvidaba algún paso.

Lamentablemente un día antes de la presentación una de las chicas se torció un tobillo en la entrenamientos por lo que no podría presentarse.

La coreografía en la que participaba ella exigía ocho integrantes femeninas, las únicas ocho mujeres de mi grupo para ser específicos, las chicas estaban emocionadas por hacerla.

- No podemos subir sólo con cinco personas, las figuras no nos van a salir.- Dijo una de mis chicas preocupada.

- Puede subir alguno de los chicos.- Propuso otra.

- Ya les pregunté, ninguno se sabe la coreografía y la presentación es mañana, no hay tiempo de preparar a alguno de ellos.- Respondió la primera.

- Además, un chico rompería con la armonía y la estética del grupo.- Dijo una tercera.

- Profesora.- Dijo la del tobillo torcido mirándome de repente.- Ya que Recovery está tan ocupada con los del curso de Héroes tal vez usted pueda suplirme.

- ¿Qué?

- Es verdad, se sabe todas las coreografías ¿No? Y creo que el vestuario de ella le puede quedar, tienen cuerpos similares.

- ¿Hablas de sus vestuarios diminutos y ceñidos? ¿Yo? ¿Bailando esa coreografía con ese vestuario delante de toda la escuela? ¿Dónde va a quedar mi credibilidad como profesora?

- Por favor.- Suplicaron.- Trabajamos mucho en este baile y no queremos sacarlo del programa.

Rodé los ojos.

Al final terminé aceptando, me dieron el vestuario y me fui a casa.

Hizashi dormía en el sofá, por su mejoría lo dejé levantarse de la cama y moverse dentro de casa.

Fui a la habitación en la que había estado durmiendo, puse el pestillo y me probé el vestuario.

Era un vestido sin escote al frente, con cuello halter, bastante corto ya que la chica era más bajita que yo y de color azul claro, además venían unos tenis a juego que temía que no me entraran por la diferencia de estatura ente ella y yo pero para mi sorpresa me quedaron algo grandes, también habían unas calcetas y unas donas para el pelo del mismo azul, el peinado acordado eran dos coletas.

Me sentí ridícula al ponerme todo peo sentía que tenía que hacerlo por mi grupo, no quería abandonarlos.

Al día siguiente me puse todo y procuré salir sin que Hizashi me viera, dijo que se daría una vuelta más tarde por la escuela para ver lo que habían preparado los alumnos pero aún estaba dormido y me daba vergüenza que me viera así.

Al llegar mis alumnos me miraron de arriba a abajo de una forma muy incómoda.

- Al que diga una palabra lo mandaré a detención todo el mes así que les aconsejo concentrarse en sus asuntos.- Dije algo molesta.

Las chicas llevaban otros vestuarios ya que participarían también en los otros bailes, el nuestro era el último.

- Veo que le quedó algo corto.- Dijo una de las chicas acercándose a ver.- Pensé en que tal vez alguna podría intercambiar vestido con usted pero es que es mucho más alta que todas nosotras. El resultado será el mismo.

- Sobreviviré.- Dije rendida.

Poco a poco la hora de comenzar llegó.

Se presentaron todos juntos, luego sólo los chicos y finalmente era nuestro turno.

Subí a ese escenario sintiéndome ridícula pero sin dejarlo ver, pusieron la música y comenzamos a movernos, me sabía la coreografía perfectamente, incluso ayudé a armarla y no es que no me salgan los pasos o algo, pero el vestido era algo revelador para un baile escolar.

Terminamos y recibimos varios aplausos, me sentí palidecer cuando noté que en el público se encontraba Hizashi aplaudiendo con una enorme sonrisa y una mirada espeluznante.

Bajamos del escenario y ahí estaba la niña dueña de mi vestuario.

- Lavaré el vestuario en casa y te lo traeré limpio mañana.- Le dije.

- Está, bien, Tranquila, puede conservarlo, estuvieron increíbles, creo que a Mí Sensei le gustó.- Sonrió.

Yo me sonrojé.

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Instagram: genevieve_anneliese_


Lullaby {Mic y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora