Lullaby {Mic y tú}

13

Con Hizashi recuperado me sentía bastante más tranquila, se veía animado y con mucha fuerza.

Aunque ese ánimo suyo me estaba pasando factura.

Cada noche sin falta nos encerraba en la habitación y se ponía como loco, no iba a mentir, era placentero, se puso bastante vigoroso, podía pasar horas sin dejarme ir pero el dolor en las piernas y el trasero eran bastante molestos y aunque él dormía como querubín yo me sentía bastante cansada.

- ¿Y por qué no se lo dices?- Me preguntó S/N durante el descanso en su consultorio.

- Porque me gusta hacerlo.- Respondí.- En el momento lo disfruto mucho.

- Sí pero no puede ser que ni siquiera estés durmiendo.

- No sé que hacer.- Suspiré.- No entiendo de dónde saca tanta energía.

- Habla con él, es lo más sano.- Respondió antes de que sonara la campana.

Esa noche en casa Hizashi intentó llevarme hasta la habitación cómo había estado haciendo últimamente.

Yo me sentía realmente muy cansada y tuve que declinar.

- Lo siento, hoy no bebé. Llevas una semana atacandome como si no me hubieras visto en diez años ya no resisto más.

- Creí que te gustaba.- Dijo desilucionado.

- Y mucho, mi amor. Pero es que en verdad mi cuerpo ya no lo resiste. Me duele todo, no he dormido en días, estoy muy cansada, déjame dormir esta noche por favor.- Supliqué con cara de cachorrito.

- Tienes razón, es lo justo.- Suspiró.

Esa noche pude dormir como no lo hacía en mucho tiempo.

- Te ves mejor hoy.- Me dijo S/N al verme.

- Sí, anoche sí pude dormir.

- Oye necesito decirte algo que creo que es importante.

- ¿Qué pasa?

- Hoy en la mañana escuché a Mic decirle a Shota que estaban intentando embarazarse y me pareció extraño porque tú no mencionaste nada al respecto.

Me quedé perpleja.

- ¿Cómo?

- Creo que quien lo está intentando es él porque tú no pareces estar enterada.

- Ah. -Me dí una palmada en la frente.- Ese imbécil...

- ¿Intenta obligarte a tener familia?

- ¿Qué?... No, sí quiero pero no pensé que al decírselo el lo tomara como un vamos a intentarlo ya.

- ¿O sea que él simplemente dió por hecho que iban a intentarlo?

- Eso parece.

Por la noche al volver a casa hice que se sentara en la sala.

- Hizashi... ¿Estás intentando que me quedé embarazada?

- YEAHHH! Ese es el fin cuando se está intentado ser padres.

Bufé.

- Bueno yo no tenía idea de que eso estábamos haciendo.- Reclamé.

- Pero me dijiste que querías tener familia conmigo.

- Sí pero no me dijiste que ibas a intentar preñarme apenas acabara tu recuperación.

- Bueno, tal vez debí decírtelo.

- Sí, debiste, porque no me voy a embarazar.

- Did you change your mind?

- No, idiota, no me puedo embarazar ahora, estoy en control natal, tengo un implante subdérmico. Debiste hablarlo conmigo para ir a retirar el implante y esperar a que mi cuerpo estuviera listo.

- Oh... Lo siento.- Dijo con una risa nerviosa rascándose la nuca.- Es que estaba muy ilusionado.

Me senté junto a él.

- En verdad crees que es el momento.- Le pregunté.

- ¿Tú no?

- Bueno... creo que es algo impulsivo, deberíamos planearlo con más cuidado, ¿Dónde vamos a vivir? Este lugar no permite niños, hay que considerar todos los gastos, dónde va a nacer, las cosas que puede necesitar, tenemos que hacer un plan, los bebés necesitan muchas cosas, amor y será tedioso hacer todo eso durante el embarazo, necesitamos ir a un doctor verificar que todo esté bien contigo y conmigo, no quiero hacer ésto de forma irresponsable.

- Vaya, eres mucho más responsable que yo.- Dijo.- Vas a ser una excelente mamá.- Me besó la frente.- y yo... Voy a hacer cita con el doctor YA MISMO!

Salió corriendo alegremente en busca de su teléfono.

Reí negando con la cabeza, no tenía remedio.

Luego de hacer todo el seguimiento necesario y haberme retirado el implante, tal vez pasado un mes, finalmente pudimos comenzar a intentarlo de verdad.

Shouta le dió un sopapo a Hizashi cuando le expliqué la confusión, él nos preguntó si habíamos tenido suerte y casi le da algo cuando Hizashi le explicó su error.

Fue muy gracioso.

Al final lo logramos en la primera noche.

Dejamos pasar los días y cuando pasó el tiempo pertinente para hacer una prueba de farmacia ésta salió positiva y procedimos a la exámenes de sangre que también fueron positivos.

Hizashi estaba saltando de la alegría, incluso abrazó a la señorita del laboratorio y le dió un beso bien tronado en la mejilla.

Desde que se confirmó el embarazo no me dejaba hacer nada, me obligaba a permanecer en cama, me preparaba la comida, la cena, el desayuno, me acompañaba a todos lados, me dejaba y recogía de mi salón y siempre me estaba procurando.

- No tienes que vigilarme las 24 horas del día.- Le dije en el primer trimestre.

- Claro que sí, tú y nuestro hijo son mi prioridad.

- Te lo agradezco pero no es un embarazo delicado ni de alto riesgo, estaré bien.

- Por favor, déjame cuidarte.

Rodé los ojos y dejé que sostuviera mi mano mientras bajabamos la escalera, como siempre hacía.

-Hacía un tiempo que estaba pensando en algo.

- ¿Qué cosa?- Preguntó.

- Quiero que mi madre lo conozca cuando nazca.

Se detuvo de repente.

- Creí que tú relación con tu familia no estaba muy bien.- Siguió bajando sin mirarme.

- Mi madre nunca se ha metido en eso del vandalismo y la rebeldía, me llama a veces... Sabe de nosotros y está bien con eso. No quiero negarle el conocer a su nieto.

- Bueno, si tú consideras que es seguro, podemos invitarla a casa a cenar y le das la noticia, ¿O ya lo sabe?

- No, aún no se lo digo, quería que lo hicieramos juntos.

Él sonrió aún sin mirarme.

- Juntos...

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