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El tiempo iba pasando rápido y cada vez era más fácil el manejar mi quirk aunque eso me produjera muchísimo cansancio ya que estábamos en temporada de lluvias, más que en atacar o defenderme Hizashi se enfocaba en enseñarme a resistir el usarlo, esa vez contra mis parientes acabé desmayanome por lo que primero que nada debía ganar resistencia.

Por exigente que fuera su entrenamiento y estaba ganando motivación y resistencia.

Finalmente llegó la noche en que tendríamos nuestra cita, mi avance era tan notorio que el director Nezu me felicitó y por ello decidimos que era tiempo, Hizashi reservó en un restaurante elegante y nos vestimos para la ocasión.

Se veía muy guapo llevando ropa formal y con el cabello suelto hacia abajo, en lugar de sus habituales gafas de sol llevaba lentes de cristal transparente a unque no sé si los necesite para la vista.

Yo llevaba un vestido estraple color champagne corto hasta la rodilla con talle de corsette y falda de tul a la cintura.

Me puse unas medias para disimular las marcas De los rayos en mis piernas y un ensamble para las marcas en la.parte superior.

Al verme se quedó en silencio analizandome de pies a cabeza.

- You are beautyfull.- Dijo con la boca abierta y el rostro sonrojado.

- Gracias.- Dije con timidez acomodando mi cabello detrás de mí orea.

- ¿Vamos?- Dijo ofreciéndome su brazo.

Sonreí y lo tomé, me llevó hasta su coche, me abrió la puerta y me ayudó a subir.

Al llegar al restaurante nos llevaron a una mesa aislada en la terraza, había una hermosa vista a la ciudad cuyas luces hacían contraste con el cielo nocturno.

- Cada segundo que esperé para estar aquí contigo lo ha valido por completo.- Me dijo mirándome aún como si fuera la.primera vez.

Pedimos la comida y nos quedamos conversando.

Reír con él y pasar tiempo juntos así, como si no existiera otra cosa en el mundo era maravilloso.

No me había dado cuenta de lo mucho que lo extrañaba hasta ese momento y no entendía como es que viví sin él por tantos años.

Mi vida no siempre fue gris, estar con él la llenaba de color y música.

- Así que tienes un programa de radio.

- Así es. Sólo pongo buena música, los clásicos.- Respondió.- Deberías escucharlo un día, creo que te gustaría.

- Lo haré.- Sonreí y anoté la estación y el horario.

Era un programa que se transmitía por la noche.

Al acabar la cena me llevó a casa y lo invité a pasar.

Casi como si ambos hubiéramos adivinado las intenciones del otro comenzamos a besarnos de forma delicada y luego un poco más intensa.

Me llevó cargando hasta la mesa y metió su mano debajo de mi falda acariciando mi muslo mientras yo le besaba el cuello.

Sus manos fueron hábilmente hasta mi ensamble y lo retiraron de un tirón.

Al hacerlo se quedó mirandome asustado.

- ¿Qué pasa?- Dije aún mareada por la intensidad recientemente interrumpida.

- Estas marcas, las ví en la enfermería la otra vez ¿Estás bien?- Preguntó con preocupación a la vez que las tocaba.

- No es nada.- Dije apartandome.- Me salen cuando uso los rayos, eso es todo. No me gusta que se vean, son horribles.- Me abracé a mí misma y bajé de la mesa para ir a mi habitación.- Ya deberías volver a casa, es tarde. Buenas noches.

- Espera, T/N! No quise...- No lo dejé terminar y me encerré en mi habitación. Estaba tan excitada por el momento que me olvidé de esas espeluznantes ramificaciones moradas por toda mi piel.

Se me erizaban los vellos de todo el cuerpo de sólo mírame desnuda en el espejo, no iba a permitir que Hizashi me viera así.

Seguramente le daría asco y es lo que menos quería.

Al irme a acostar no podía evitar sentir que había arruinado nuestra cita con todo ésto.

Durante el fin de semana intentó llamarme y enviarme mensajes varias veces, no le respondí.

El lunes en la academia estuve evitando cruzarmelo hasta que llegó la hora del entrenamiento.

- T/N...- Dijo al verme.- Pensé que no vendrías.- Añadió acercándose pero evitando tocarme.- Te estuve llamando y no tuve noticias de tí en todo el fin de semana ¿Está todo bien? ¿Hice algo malo?

- No eres tú.- Dije apenada.- Todo fue maravilloso el viernes, es sólo que... No quiero hablar del tema. ¿Podemos olvidarlo?

- Está bien.- Dijo poniendo su mano en mi mejilla resignado.- Pero si hago o digo algo que te incomode sólo dímelo y me detendré en seguida.

Asentí y procedimos al entrenamiento.

Poco a poco me fue enseñando a atacar con agilidad y el uso de mi quirk ya no me agotaba de la misma manera, pero cada noche al volver a casa veía en el espejo como el morado de mis marcas se intencificaba.

Comencé a usar ropa cada vez menos reveladora para evitar que se notaran pero no podía huir de mi reflejo, de esas estrías de color morado oscuro que poco a poco iban consumiendo mi piel.

Ya habían comenzado a trepar por mi quijada y también a escabullirse por mis dedos, ya llevaba pantalones, manga larga y cuello de tortuga ¿Qué seguía? ¿Guantes y una máscara?

El incidente con Hizashi lo dejamos pasar y volvimos a ser los de antes, de vez en cuando venía a besarme pero cuando las cosas se prendían demasiado yo lo hacía parar con la excusa de que no me sentía lista y poco a poco dejó de intentarlo.

Me dijo que iba a respetarme y se limitó a darme besos sin esperar nada más.

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Instagram: genevieve_anneliese_

Lullaby {Mic y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora