¿𝕐 𝕃𝕠𝕤 𝕊𝕦𝕣𝕖𝕟̃𝕠𝕤? - ˢᵗᵃᵗᵉʰᵘᵐᵃⁿˢ - ғⁱⁿᵃˡⁱᶻᵃᵈᵃ

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- ꉣꋪꁏꂵꏹꌚꁲ -
 

  
            
          
— Eres malo como representación —

— ¡ya lo sé! Pero no es mi culpa — contesto con un tono desanimado —

— Ya contaste tu historia ¿Pero que tenemos que ver en todo esto? — preguntó Puebla —

— Al chile no estoy seguro, esa mujer se alimenta de la juventud y vida de los demás,  murió a manos de un tipo de brujería pero sigo desconociendo por qué se la trae conmigo —

— ¿Por qué será?~ —

— Ya déjense de mamadas que me estoy muriendo — Interrumpió Tabasco —

— Eso me recuerda — comento Tamaulipas llamando la atención de todos — ¡Tabasco!

— ¡¿Que chingados quieres?! — se notaba de mal humor, el pan de cada día —

Tamaulipas se levantó de su asiento y tomo a Tabasco por lo hombros, sarareandolo.

— ¡Nuevo León está sufriendo mucho por ti! — esas palabras bajaron el malhumor de Tabasco, ¿Acaso su ser amado estaba tan mal por el?, Así es, se puso pendejo de simplemente pensarlo — ¡¿No vas a decir nada?!

— Ya dejamos Tamaulipas, ¿No ves que se puso pendejo? — comento Veracruz, su brother estaba siendo maltratado, algo que no veía en demasiado, pero demasiado tiempo —

— Si tengo que morir por tu culpa espero que por lo menos me regreses a Chiapas — hablo Guatemala, se mantenía recargado en una pared, sus brazos estaban cruzados y sus ojos cerrados —

— Eh... Guatemala... Gran parte de mi población se quiere quedar en México... —

— ¡Mierda! —

Su momento de seriedad se había ido completamente, olvidando por completo sus heridas de gravedad, así como también el riesgo que corrían estando con la guardia tan baja, estarían bien, eso pensaba México, pero estaba equivocado completamente.

— Oye Quintana Roo ¿a dónde vas? — preguntó Yucatán, -que trataba a Roo como su hijo de sangre —

— oh, tengo un asunto que hacer, ahorita regreso — contesto, lo que sucedía era que le urgía ir al baño, llevaba un buen ratisimo aguantando — voy y vengo — y salió de la habitación, pero ya saben en las películas de terror, lo peor es separarse...

     
       
      
     
    
     
     
   
     
          
 
       
      
    
      
      
       
     
    
     
    
     
        
          
                
      
       
       
          
       
      
         
         
 
       
      
    
       
       

— ¿Cuánto falta? — preguntó Nayarit aburrido —

— como tres horas — Hablo Guanajuato —

— Aaaa~ — suspiró con pesadez — estoy tan aburrido —

— ¿Por qué no intentas dormir entonces? — preguntó no tan interesado, mantenía su vista y su atención en el camino —

— ¿Acaso quieres verme dormir? — hablo coqueto —

— No lo hago, si no mi novio se enojara conmigo —

— ¡¿Tienes novio?! — preguntó con sorpresa, eso era nuevo — ¡¿Quien es?! — estaba ¿Emocionado? Era la primera vez que alguien cercano a él le contaba esas cosas — ¿Desde cuándo? —