No hay pánico

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Tenzou estaba sobre Kakashi moviendose para escapar o intentar hacerlo.

Los brazos de Kakashi estaban sobre sus hombros empujando más a Tenzou sobre su cadera, era fuerte así que podía mantenerlo ahí mientras el se desesperaba para tratar de huir y complacer tanto a su cuerpo como el de Danzou, algo le decía, que Danzou sabía que lo necesitaba.

Kakashi fue ingenuo al pensar que Tenzou no sentiría atracción por él, y es que no había tratado jamás a tratado a un omega con dueño, pero todo cambio con gran horror para el alfa cuando sintió como el propio Tenzou se apretó contra él.

Ya no fue un movimiento de cadera, ya no fue por querer escapar, no fue por brincar de ahí o para tratar de distraer a Kakashi, no, por que paso, y paso una, dos y tres veces. El bulto que Kakashi hacía por su ropa servía como una pequeña fritada reconfortante para Tenzou, no, para Tenzou no, para su cuerpo.

Ninguno dijo nada y al fin se obtuvo un silencio en la casa, uno que fue incómodo, pues la escénica del momento bien podría terminar con una sonata dramática de notas desgarradoras mientras hay exageraciones de luces azules.

Se sentía la energía fuerte y pesada solo sobre ellos dos, con una mirada agria y asquerosa, los grandes ojos grandes de Tenzou estaban cerrados, pero los de Kakashi estaban muy abiertos, incluso con el sharingan rojo de un tono totalmente opaco mientras un nistagmo perdiendo el control de su ansiedad.

Llego la hora de ver lo que estuvo esperando y volvió a sentir el placentero morbo de ver al castaño hacer un extraño circulo sin forma dictada restregando su piropo trasero contra Kakashi.

Pero estaba mal y era una humillación temerosa, no sabia a que culpable sentenciar pues estaba siendo mutuo el silencio.

-Tenzou, detente.- Hablo sin aire en protesta seca por el disgusto de la acción.

La sorpresa de lo que estaba pasando hizo que sus músculos se debilitaran, esto le dio la oportunidad a Tenzou para tomar sus muñecas y azotarlas con la fuerza que la adrenalina le dio directo hacía el suelo soltando un segundo sonido que no servía para nada más que aumentar suspenso a la obra que solo alguien macabro disfrutaría.

Un escalofrío peligroso recorrió a Tenzou cuando vio como ahora tenía a un alfa bajo el, con cierta sumisión, por respeto quizás, al no lastimarlo.

El cuerpo ahora era frío, Kakashi sabia que tendría marcas rojas después de los apretones que Tenzou le estaba dando a sus muñecas, pero ya no queria pelear  o hacer algo para tratar de defenderse. Solo le quedaba ver como su fiel compañero se degradada mientras consigue lo que necesita de forma voraz empezando a restregarse más. Era innegable, el cuerpo de Kakashi también reaccionó así que le daba a Tenzou más para frotar, pero eso no significaba que lo estaba disfrutando.

Quizás si Kakashi se esforzaba en poco podría levantarse y tirar a Tenzou al suelo para poder irse, pero, ya se sentía demasiado lastimado para moverse.

Entonces los ojos de Tenzou se volvieron a abrir, mientras algo parecido a un gemido era contenido por sus labios haciendo que fuera inaudible para los oídos pero perceptible ante las vibraciones.

Ambas narices estaban saturadas de todo, así que no había sentimiento o emoción que distinguir por ese lado, era una masacre tan despiadada para sus sistemas respiratorios que sus pulmones se llenaban de aún aire espeso haciendo que casi no pudieran respirar.

Kakashi fue el que ahora apretó fuerte sus ojos, no quería ver las grandes pupilas de Tenzou infectadas de lujuria impuesta.

El cuerpo del omega aun exigía más, aun le gustaba que ocupaba a Danzou, pero por ahora estaba tratando de callar y conformarse con algo rápido, sin conciencia o rectitud, estaba usando a alguien más para intentar calmarse.

La agitación en el ritmo cardiaco de Tenzou aumentó de golpe mientras crecía su elevación para alcanzar el clímax del desagradable encuentro, no obtendría mi que quería, pues en si ocupaba ser anudado y manchado por su alfa, Danzou, no Kakashi, estaba ligando una vil broma a su cuerpo y a él mismo en general, no podía decir cuánto quemaba su mordida por que era indescriptible el dolor.

Su pecho lo estaba estrellando como si quisiera redimir sus pecados, jamás había sentido tanto pero tanto dolor en su vida, bueno, mínimo que no recuerde, Danzou tenía la plena libertad de borrar y jugar con su mente cuanto quisiera.  No había una herida, no había sangre ni sangrado interno, pero aun así dolía.

Los rastros incomodos de agua cayendo a su rostro hicieron que Kakashi quisiera mirar, así que decidio echar un vistazo solo para encontrarse con unos asquerosos y expresivos ojos gigantes que solo le decían que nada estaba bien, que Tenzou aun estaba despierto con ganas de morir que podía ver a través de sus pupilas anormalmente grandes.

-Po-por favor detente.- Pidió Kakashi en un intento desesperado por terminar con esta tortura.

-No puedo.- Susurro con voz lastimada y cortada, el cuerpo de Tenzou estaba temblando con pulso fijo.

-Ya para.- Volvió a rogar mientras sentía más y más presión contra su cadera.

-Ya.. ya casi ¿Si? Ya casi-i.- Veía las facciones arrugadas y derrotadas del castaño.

Con una aire dudoso volvió a cerrar su ojo y volvió a bloquearse por completo. Se enfocó en el ojo de sus negros párpados para perderse, se cerró, solo se fue. No sabe si paso mucho o poco, no tiene idea si Tenzou es precoz o tardío, solo sabe que se esta fregando sobre él y lo mucho que odia eso.

No comprende que es lo que pasa, solo sabe que Tenzou dio un último jalón duro tanto que hizo a Kakashi regresar de golpe. No era algo precisamente inmediato, más bien se sentía mareado, estaba aturdido por el completo adormilado de sus instintos.

Entonces Tenzou ya encorvado, con su cuerpo escuálido y feo sobre Kakashi aún con escalofríos, oculto en cuello del alfa de una manera cobarde sin dar la cara por sus imprudencias.

Kakashi no tenía sentimientos o emociones por el momento, solo estaba tirado en el suelo, con frío, con un omega podrido y de peste sobre él.




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Chao.

Terror -KakaYama- *Omegavers*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora