capítulo nueve

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Jisoo.

-Yo sabía la existencia de gente pendeja, pero luego estas tú, maldita pene de corazones -Después de esas sabias palabras Sana me pellizco-.Te dije una y mil veces que no intentaras salir con Kim, esa tipa sólo quiere sexo -suspiré queriendo ignorarla.

-Sana, ya deja a nuestra pequeña, si quiere que le partan el corazón, pues déjala ser, al fin y al cabo eso se quita con comida pero si logra romperle el culo a Jennie, eso no se quitará con nada -reí por el comentario de Tzuyu que también fue pellizcada.

-Jisoo, escúchame, ¿ella en verdad te gusta? -asentí-.Lo que nos haz dicho es por la pasión al baile y todo eso pero sólo conoces ese lado y el hormonal, trata de conocerla más a ver si sigue siendo tan perfecta para ti -Sana desordeno mi cabello.

-La Universidad te ha vuelto más madura ¿o qué? -Tzuyu y yo miramos a Sana esperando una respuesta ya que antes, en la secundaria, Sana era más caprichosa y Diva y ahora parece una abuela.

-Pensé que te gustaban maduras -abrí la boca sorprendida por su respuesta mas dirigida hacia Tzuyu dando a entender que ella había cambiado por mi brother, mire a ésta la cual trago saliva.

-Bueno pequeña Chu, ponte a escuchar música porque esta noche se va a aplaudir y no con las manos -rodé los ojos viendo como se iba detrás de Sana, seguramente a mi habitación ya que mi cama es cómoda, solo les pedía limpiar los restos de bebés no procesados de mi sábana.

Ahora mismo solo me preguntaba como impresionar a Jennie, me miré en el espejo del baño, tal vez un cambio de look, algo más sexy y encantador. Revisé en los cajones del baño y encontré tinte rojo, tal vez me quede bien.

Preparé el tinte y soportando los gritos endemoniados de Sana comencé teñirme el pelo, obviamente al ser un desastre con las manos me ensucie casi toda la frente.

Pasaron las horas y ya con mis dos amigas más calmadas seque mi cabello y me miré al espejo.

-¡Estas mamadisíma bro! -reí por el comentario de Tzuyu.

Solo esperaba que Jennie pensara lo mismo.

Jennie.

Suspiré cansada, estaba esperando a Jisoo en la entrada del estadio de Seúl, íbamos a ver un partido de baseball de mi equipo favorito contra él de ella, pero ya habían pasado 3 minutos y el pepinazo cursi no ha llegado.

-¡Jennie! -Me volteé al escuchar su voz y juro haber sentido un escalofríos desde la cabeza de mi clítoris hasta donde tengo el cerebro, si es que tengo cerebro después al ver a Jisoo con el cabello ahora de color rojo-¿Llevas esperando mucho? -preguntó pasando su mano derecha por su cabello y brindándome una sonrisa, mierda, ya estoy mojada.

-No, no, no, no, estas justo a tiempo -sonreí un poco nerviosa-.Entremos, el juego está por empezar -Jisoo asintió aún con aquella sonrisa, me abracé de su brazo sin razón, entramos al estadio.

El juego empezó, Los pingüinos del norte contra Los tigres del sur, yo le iba al primero y Jisoo al contrario.

-Ya te dije Jennie, los pingüinos esos son débiles, más mi equipo es fuerte y feroz -rode los ojos al escucharla, expresión que cambio cuando los tigres hicieron el primer punto-¡Home Run! -gritó Jisoo en mi cara, literalmente, luego hizo un baile de victoria y se volvió a sentar con una sonrisa en su rostro que me fue inevitable sonreír también.

Sin que se diera cuenta le tome una foto y la observé por escasos segundos.

Volví a mirar a Jisoo la cual estaba más que concentrada en el juego, era momento de divertirse, no por nada pedí los asientos más lejanos y solitarios del estadio. Deslicé mi mano por su pierna mientras la miraba de manera sensual, para mi sorpresa, Jisoo agarró mi mano, entrelazó nuestros dedos y dejó un beso en la parte superior de este, aquella acción hizo que mis mejillas se tornaran de rojo vivo, colocandome más que nerviosa,un momento, ¿¡Jisoo sonrojandome!?, no podía dejar que ella piense que tiene alguna clase de cursi efecto en mi. Rápidamente me senté en sus piernas y abrace su cuello mirandola con una pícara sonrisa, pero fui desprevenida por un abrazo de su parte mientras me miraba con una calmada sonrisa, sin darme cuenta ya estaba acariciando sus mejillas con una sonrisa no hormonal, al parecer su pelo rojizo le dio más confianza o algo.

Jisoo.

Mierda, creo que me estoy cagando de los nervios.


Ella es tan cursi |  𝓳𝓮𝓷𝓼𝓸𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora