capítulo catorce

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Jennie.

—Carajo, ¿cómo diablos uso esto? —me queje por décima vez por no saber como diablos usar un bolso de señora, casi siempre estoy en mochila.

—No sé porque vas a llevar eso si te dijo que irían a una galería de arte —Nayeon rodó los ojos mientras veía su revista.

—Se supone que me vas a ayudar a vestir un poco más femenina, ¡esta falda es muy corta! —solté un gruñido.

—A ver pendeja, tú elegiste la falda por si se van a un baño —Rayos, era verdad.

De repente el timbre sonó y salte a mi cama.

—¡Dile que no estoy lista! —mandé a Nayeon la cual solo golpeó su frente.

—¡LISA! —Esa no era la voz de Jisoo, era más bien la de Park Chaeyoung— ¿dónde esta Lisa?, la voy a matar —pregunto furiosa estando en mi habitación, que por cierto, ni idea de como entró.

—Rosé, tranquila, yo tambien la quiero matar pero ¿cuál es tu razón? —pregunte tomándola de los hombros.

—Pues esa cabeza de polla le ha dicho a toda la universidad que se acostó conmigo —alcé la ceja.

—¿Y no es cierto? —preguntó Nayeon.

—Por supuesto que no, jamás me acostaría con esa hormonal —Rosé hizo una mueca de asco.

—Pero cuando nos encontramos en el baño estabas en el mismo cubículo con Lisa —comenté.

—Lo que paso es que la pendeja me abrazó y la tela de mi suéter se enredó con su cremallera, fuimos al baño y justo entraron tú y la otra, así que me metió con ella a un cubículo, aún intentando quitar mi sueter la pendeja me pateo en la vagina y salí caminando de manera extraña, esa es la verdad —todo tenía sentido.

—Te ayudaremos en el asesinato —asentí a las palabras de Nayeon.

—Yo ya me voy, Lisa esta comprándose ropa interior, volverá en 10 minutos —tomé mi bolso y fui a la puerta donde me esperaba una confundida Jisoo al ver la puerta rota—.Larga historia, vamos —Ella asintió tomando mi mano sin entrelazar nuestros dedos.

Después de tomar un taxi y al fin llegamos a dicha galería de arte, era enorme y muy colorido por fuera.

—Bienvenida a mi mundo —Jisoo sonrió soltando mi mano para luego alzar sus brazos.

—Wow —expresé al ver todas las pinturas, esculturas y más que habían, eran hermosas.

—Dime Jennie, ¿qué vez en esta pintura? —Nos detuvimos frente a un pintura.

—Un pene —contesté inmediatamente para luego escuchar como se golpeaba la frente.

—Yo veo una gran torre que representa nuestra vida —Me acerqué a ella e incliné un poco su cabeza—.Nop, es un pene —Ambas reímos.

Nos pasamos viendo todas obras artes de la galería haciendo uno que otro chiste, también comenzamos a jugar tú las llevas y ahora jugábamos a las escondidas, me había ocultado detrás de una estatua bastante grande.

—No me encontrara aquí —reí para mi misma, cuando me volteé me encuentro con una sonriente Jichu la cual me abrazo para que no escapara—¡No! —grité, para nuestra mala suerte tropezamos y mi espalda chocó con dicha estatua la cual cayó al suelo rompiéndose en pedazos.

Ambas nos miramos, pensé que Jisoo se pondría histérica pero solo agarró mi mano y haciéndome correr junto a ella la salida, estábamos escapando y me encantaba.

Jisoo se volteó hacia mi sin dejar de correr y agarrar mi mano y me regaló una cómplice sonrisa, sonreí y entrelacé mis dedos con los de ella agarrando su mano con más fuerza. 

—¡DEJÉ MI BOLSO! —grité sonriendo, no era gracioso pero si era un precioso momento.

Ella es tan cursi |  𝓳𝓮𝓷𝓼𝓸𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora