𝒟𝐸𝒱𝐼𝐿𝐼𝒮𝐻 ✷ JUJUTSU KAISEN.

gojō satoru

• AD O1: ligero lime.

• AD O2: de nuevo, retomamos el formato original.

• AD O3: la protagonista, como ya mencioné al inicio, es mayor de edad, y no es alumna de Satoru. Admito que tenía un poco de curiosidad para desarrollar algo similar a esto y la verdad es que es incierto al menos por ahora.

• AD O4: quizá veáis semejanzas a la trama de mi historia de Satoru, la idea la saqué de ahí, si bien solamente está el prólogo.

• AD O5: (creo que es el primer escrito en el que hago tantos avisos JAJSJSJ) puede que sea algo nostálgico, un poco triste, pero no demasiado. O al menos así pienso yo.

• AD O6: va a ser muy largo (más de 4000 palabras), al menos comparándolo con los demás hasta ahora. Es que simplemente me emocionó escribir esto, no sé por qué.

• AD O7: es un capítulo especial. (Gracias por todas las leídas.)

• AD O8: he escrito que vive en España aproximadamente se tarda un día (esto lo he confirmado), pero imagino que si se toman escalas llevará algo más (aquí ya hablo desde mi perspectiva).

• AD O9: en verdad, ese evento que he mencionado no existe (si lo hace es pura casualidad) puesto que ha sido de mi creación.

O L D F E E L I N G S

Tras siete años sin haber establecido ninguna clase de contacto, una llamada telefónica resultó ser suficiente para que Anzu volviera a Tokio, su lugar natal, donde pasó parte de su infancia y adolescencia hasta que, por razones ajenas, se vio en la obligación de marcharse y abandonar el país. Había calado en sus huesos la certeza de que no solamente había realizado ese vuelo de cuarenta y ocho horas solo porque se requiriera su presencia allí. No. Esa razón implícita tenía nombre y apellido. Satoru Gojō. El hombre que, una vez, hace años atrás, había salvado su vida.

Y el hombre de quien, se había enamorado.

Dichos sentimientos volvieron a florecer cuando un día después de llegar a su piso, llamaron al teléfono y escuchó aquella dulce y melódica voz, que con solo pronunciar un par de palabras, había hecho que aquellas emociones de su adolescencia volvieran a vagar por su mente, haciendo mella en su conciencia.

Por supuesto, tenía presente que debía suprimir ese sentimiento de afecto que pudo haber llegado a tener por él, porque muy probablemente, él habría hecho lo mismo. Sin embargo, ahora era todo completamente distinto. Distinto a cómo fueron las veces anteriores y Anzu, se sentía más segura de sí misma —lo suficiente— como para encararle si aquél era el caso. Porque también tenía la incierta sospecha, de que no ocurriría nada semejante a eso.

Por otra parte, también dudaba acerca de ello. Habían pasado siete largos años en los que no había tenido relación alguna con él, por lo que no sabía qué debía esperar una vez llegara allí.

Se sentía confusa y ligeramente mareada. Y la idea de dar media vuelta, volver a su hogar y decir que el vuelo se había cancelado, le resultó tremenda y encantadoramente atractiva.

—Bienvenida, Anzu. —el director Yaga hizo acto de su presencia junto a algunos compañeros con los que había trabajado en campo de batalla, y además, también reparó en que había nuevos rostros. Aunque en parte, se sintió decepcionada y no supo explicarse el porqué.— Ellos son los nuevos alumnos de primero, Nobara Kugisaki, Fushiguro Megumi y Yūji Itadori.