chōsō kamo

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• AD O1: probablemente sea demasiado soft.

• AD O2: no será muy largo.

• AD O3: me vi en la obligación de hacer uno de él, porque es uno de los personajes de jjk que más me gustaron.

W A R M

Ciertamente, el hecho de ser híbrido entre maldición y humano podría resultar abrumador; bien porque sería capaz de realizar actividades propias de humanos, aunque prescindiendo de comer, y bien porque siendo mitad maldición, no poseería una apremiante necesidad de descansar puesto que su energía maldita no tendría límites (o no poco elevados, siendo mucho mayor que la de los hechiceros, lo que supondría una importante ventaja de resistencia). Para cualquier otra persona que no fuera él, quizá resultara un tanto contradictorio o inclusive enervante, esa dualidad, aquel doble rasero tan único y singular, pero que el haber vivido durante centenares de años de la misma forma había opacado la desazón ante su propia naturaleza.

Solo el tiempo había bastado para hacerle sobrellevar su particular situación y finalmente, adaptarse a ello, aunque bien sabía que jamás se habituaría por completo ante el hecho de poseer parte de los sentidos de los humanos, pese a que conviviera junto a uno de ellos.

-Chōsō.-nunca se terminaría por aclimatar a aquella imperturbable aura repleta de armoniosas emociones que rodeaban su ser cada vez que escuchaba su melódica voz.

Se limitó a observarla directamente a los ojos, adueñándose de su respiración durante un efímero -y casi- imperceptible instante. No obstante, él era semi humano, por lo que, para desgracia de Anzu en ese momento, también era capaz de ver lo que alguien común no. Y es que, la ferocidad de su mirada era tal, que bastaba para arrancar un quedo suspiro de los labios ajenos.

Entonces, sintió la cabeza de Anzu recostarse contra su cuerpo. Podía jurar estar flotando en una nube cuando las manos de ella recorrieron su afilado y pálido rostro. Serpenteando por el contorno de su pálida sien, descendiendo hasta los semicírculos morados bajo sus ojos, trazando un superficial delineado por la marca del puente de su nariz, pasando levemente por los pómulos, y finalmente, descansando las yemas de sus dedos sobre la superficie de aquellos finos y gélidos labios que contrastaban con la vehemente e inagotable lumbre que provenía de su boca.

Eran como dos irregulares piezas de un mecanismo roto, pero que cuando se juntaban, el aparato volvía a retomar su apariencia original, siendo ésta, el estado más perfecto de dicho artilugio. Eran opuestos; él era frío, ella emanaba una adictiva calidez, él estaba corrompido, y ella, era lo más puro que habría jamás.

Eran opuestos, pero no había duda alguna de que se complementaban a la perfección como dos iguales.

IS6TORU 2O21

𝒟𝐸𝒱𝐼𝐿𝐼𝒮𝐻 ✷ JUJUTSU KAISEN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora