El bebé de Xue Yang

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Parte 2/3


Pasa el tiempo. Han estado viviendo junto a Xingchen por casi dos años, pudo haber sido más tiempo, pero el demonio no quería que el hombre dejara el pueblo, el vampiro tenía amigos y conocidos ahí, una vida a la que está acostumbrado, vivir en una pequeña cabaña en el bosque con sólo otras dos personas iba a ser muy distinto. No importaba cuanto Xue Yang recalcara esto, Xingchen se mantuvo firme con su decisión de vivir juntos y así lo hicieron.

Es temprano por la mañana, A-Qing cumple cuatro años hoy o eso supone Xue Yang, van a festejar con un gran pastel por lo que Xingchen baja al pueblo en busca de los ingredientes mientras Xue Yang se encarga de limpiar la casa.

Una vez el demonio termina su labor sale a buscar flores para decorar la casa, la niña ama las flores. A-Qing va sentada sobre sus hombros, con las piernas colgando de cada lado y las manos agarrando sus cuernos, ella ríe a carcajadas mientras él corre fingiendo que es un caballo. Si Xiao Xingchen estuviera ahí lo regañaría por poner en peligro a su bebé, es una vampiresa si cae sólo se llevara un buen susto, así es como piensa Xue Yang.

Cuando el vampiro llega a casa es bienvenido con una corona de flores.

—Papá es una princesa —dice A-Qing con una gran sonrisa.

—¿Soy una princesa? —Xingchen es cuidadoso al tocar las flores sobre su cabeza.

—Así es, todos somos princesas hoy —sonríe Xue Yang mostrando sus colmillos, él también lleva una corona de flores sólo que tiene agregado cadenas a estas que se enrollan alrededor de sus cuernos y caen a lo largo de su espalda adornando de una linda forma sus cabellos.

—¡Yo no! ¡Yo soy un príncipe! —protesta la niña.

—¿Puedo ser un príncipe también?

—¡No! Papá es mi princesa y papi será el malvado dragón.

—Yo quería ser la princesa —Xue Yang hace un puchero triste.

—Papi puede ser la princesa después, ¿sí? —negocia A-Qing queriendo que su mayor no se sienta mal, algo que le enseño Xingchen.

—Bien. Entonces ¿estás lista?

El demonio se coloca la capucha de la capa negra y muestra sus dientes en una señal de ataque, A-Qing toma su espada de madera y su escudo para comenzar a pelear contra el dragón. Por su parte, Xiao Xingchen termina de lavar sus manos para comenzar a preparar la mescla para el pastel cuando de repente es levantado del suelo por dos fuertes brazos, no puede evitar soltar un grito de sorpresa mientras se aferra a lo primero que encuentra; la capa de su atacante.

—¡La princesa es mía!

—¡Noooo! ¡Suéltala, malvado dragón!

—¿Por qué no sólo le preguntan a la princesa con quién quiere estar?

—Eso es aburrido, Xingchen —rueda los ojos Xue Yang deteniendo su carrera cada tanto para darle chances a A-Qing de atraparlo.

—¿Con quién quiere quedarse la princesa? —pregunta la niña con la respiración agitada.

Quedan unos segundos en silencio mientras el hombre piensa su respuesta, eso sorprende a ambos espectadores, la única respuesta debía ser "el príncipe", pero al parecer esta princesa tiene gustos peculiares.

—Pues el dragón no está mal —dice Xiao Xingchen con una suave sonrisa, usando sus dedos consigue dar con la mejilla del hombre para luego posar sus labios ahí en un dulce beso. Xue Yang siente sus mejillas calentarse así como su corazón.

Rastros de sangre - XueXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora