Desde esa noche

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Parte 3/3


Xiao Xingchen toma una margarita y se acerca a Xue Yang para comparar los colores de sus ojos con la flor—. Rojo y blanco, como tú y yo.

Xue Yang abre la boca para dar su opinión crítica, pero como no le parece mala elección sólo sonríe sabiendo que ha perdido esta discusión.

—Tú ganas, serán rosas rojas y margaritas blancas.

Emocionado, Xingchen toma la mano de su compañero y deja un beso en su mejilla.

—Eres el mejor.

—Lo sé, por eso me amas —Xue Yang sonríen con arrogancia, pero en sus ojos hay pura adoración cuando mira a su vampiro.

—Se supone tienes que decirme algo lindo.

—¿Algo lindo? Ah, ya sé: Xiao Xingchen.

Al principio el nombrado no entiende la frase, pero una vez lo hace golpea con suavidad el pecho de su pareja sintiendo sus mejillas arder y una feliz sonrisa amoldar sus labios.

Están en una gran tienda de flores, ojos los observan, pero no les importa. Están en primavera, los jeans apretados y camisas encajan tan bien en sus cuerpos delgados y firmes. Los cabellos de Xingchen ahora son cortos y caen sobre su frente en un flequillo que le da un toque juvenil a su ya lindo rostro. Xue Yang decidió dejarse crecer el cabello hasta los hombros y lo lleva atado en una colita alta, es extrañamente atractivo.

—¿Xiao Xingchen?

Ambos dejan de verse para contemplar al hombre a un metro de ellos. De inmediato el vampiro queda paralizado y con el corazón enloquecido de miedo. Xue Yang lo siente y contempla con preocupación el rostro asustado de su pareja.

—Song Lan —pronuncia con la boca seca, de repente se siente mareado al ver la sonrisa que le regala el mencionado, por suerte Xue Yang a su lado lo sostiene de la cintura.

—Has cambiado casi no pude reconocerte. Te vez bien. Pensé que estabas muerto —dice como si nada mientras se acerca. Xue Yang gruñe molesto y respondería mal si Xiao Xingchen no hubiera escapado de su agarre para tomar su mano.

—¿Amor, haces el pedido mientras hablo con este hombre? —no es una pregunta, Xue Yang entiende y sonríe aceptando la margarita que le es entregada.

—Claro, lindo.

El demonio no necesita preguntar ya sabe quién es ese; es el maldito hombre que utilizó a su Xiao Xingchen. Le arrancaría la lengua si no estuvieran en público. Xue Yang voltea y camina hacia la mujer detrás del mostrador tomando una rosa roja en el camino.

—¿Quién es ese? ¿Tú novio?

—Mi prometido —dice Xiao Xingchen con orgullo sintiendo la curva de felicidad en sus labios, quería estar serio, pero hablar de eso lo pone de muy buen humor.

—Debe ser una broma —Song Lan sonríe—. No te ofendas es sólo un comentario, la gente puede acostarse con quien quiera. Por cierto, te vez bien, quizás si me demuestras lo bueno que eres pueda considerar tenerte de nuevo bajo mi cuidado.

La sonrisa que una vez enamoró a Xiao Xingchen ahora sólo le causa asco. Debe hacer un sobreesfuerzo para no vomitar, no entiende como pudo gustarle esta persona.

—No necesito basura en mi vida, voy a casarme y soy muy feliz.

Casi de inmediato Song Lan pierde su sonrisa.

—Te vas a casar, vaya. Desapareces y consigues a un ricachón que al parecer te da todo lo que quieres —Song Lan se acerca un poco más al vampiro—. Te abriste de piernas ante él y vives como un perro mantenido, al igual que hiciste conmigo, pero como yo me casé con otra te fuiste en busca de otra polla que tragar...

Rastros de sangre - XueXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora