U N O

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Capitulo Modificado

Delancy Lodge

El ritmo de wannabe de las Spice Girls resonaba en mi convertible, ajusté mis gafas de corazones y aceleré adentrándome en la autopista.

—Sam, llama a Belatrix— me detuve en el semáforo aprovechando para retocar mi labial.

—Llamando a Belatrix— la voz robótica de mi consola inteligente me causaba gracia algunas veces— Conectado.

—¡Hello, baby!— le dije— ¿Missed me?

—Holaaa, deja de hablarme en inglés que te he dicho miles de veces que no te entiendo ni mierdas— reí burlándome de mi querida amiga. Los claxons me hicieron prestar atención al camino, se me había olvidado que estaba en pleno semáforo.

Arranqué y conduje un poco más hasta llegar al centro comercial para estacionarme.

—Sin peros te espero en veinte minutos en Royal Center— le dije antes de colgar.

Después de agarrar mi bolso y el celular bajé del auto pasé el seguro y caminé hasta la entrada.

Cada vez que me estresaba decidia venir al centro comercial a comprar cosas que no necesitaba solo para exceder el límite de la tarjeta de crédito y que mi padre se molestara.

Coloqué mis lentes sobre mi cabeza echando mi cabello hacia atrás, el aire acondicionado sobre la puerta de entrada me hizo estremecer.

Un grupo de chicos me miraba con atención yo los ignoré y me senté en una de las mesas del patio de comidas a esperar a Bela, al pasar diez minutos ya me comenzaba a cansar pues como  la mayoría de las personas detestaba esperar.

—Disculpa, el chico de allá que tiene camiseta azul te envía esto— puso un trozo de pastel de fresas delante de mí.

—Dile que gracias— sonreí en dirección al chico pero ni siquiera toqué el pastel, las fresas me daban muchísimo asco y no podía soportar su sabor.

Sentí pena porque el tipo había malgastado su dinero en vano, incluso si me gustara el pastel no lo hubiese comido. El olor fuerte a perfume detrás de mí me hizo girar topándome con una par de ojos verdes que me miraban fijamente.

—Hola, lamento molestarte pero desde que te vi entrar me dieron ganas de venir a saludarte.

—Hola, no te preocupes. Créeme que no es molestia que un chico tan apuesto venga a saludarme— siempre había sido una descarada en ese sentido y sinceramente no me daba pena demostrarlo por lo que  e guiñé un ojo.

—¿Cuál es tu nombre?

—Delancy, ¿Y el tuyo?

—Yo soy Tyrone— no pude evitarlo y comencé a reírme, el solo me miraba desconcertado por mi repentino ataque de risa, pero ¿Podían culparme por reírme?

—Lo siento mucho, tu nombre me hizo recordar a los Backyardigans. Hasta me dieron ganas de decir: Y yo soy Uniqua.

—Eres la primera que me dice algo así.

—Es irónico que te llames igual a un personaje animado y parezcas un pandillero de esos que ves y enseguida tus bragas cobran vida propia y se deslizan por tus piernas— del desconcierto pasó al asombro y luego comenzó a reírse llamándola atención de sus amigos que ahora nos miraban más que antes, ya no disimulaban.

—Además de jodidamente hermosa eres muy ocurrente, ¿Me regalas tu número de celular?

—Gracias por decir algo que no es un secreto para mi — debía admitir que la humildad no era uno de mis fuertes, chasquee la lengua antes de mirarlo a los ojos de nuevo — No, querido. Las cosas conmigo no son tan fáciles fui generosa y te dije mi nombre, haz tu tarea bien y consigue lo demás— mi amiga venía casi corriendo a donde estábamos —Ahora ve con tus amigos que mi cita ya llegó.

PRINTSESSA [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora