CAPÍTULO 24: YA NO JUGARE MÁS

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Y aquí estoy como una niña pequeña tirada en la cama abrazando a Oliver mientras intentó no llorar por la discusión. El me abraza mientras acaricia mi pelo con su mano

Finalmente me quedo dormida entre sus brazos olvidando la pelea de anoche con mi tío. Aunque mi sueño no dura mucho ya que un ruido me despierta y hace que me levanté de golpe.

Miro a un lado de mi buscando a Oliver pero el no está ahí. Por lo que extrañada comienzo a buscarlo por el cuarto pero no lo encuentro. Me levantó finalmente para buscarlo en el baño del cuarto. - Oliver mi amor, ¿estas ahí? - un pequeño silencio invade el cuarto para segundos después escuchar su voz - si mi amor - unos minutos después el sale del baño.

-¿Que pasa mi amor? ¿Por qué te levantaste? - se para enfrente de mi y comienza a abrazarme por la cintura

- Es que escuche un ruido mi amor. Quiero ir a ver que es. Pero se me hizo raro al no verte por lo que pensé que eras tú -

- No mi amor. No fui yo. Pero seguro no fue nada. Mejor vamos a dormir -

Quiero seguir el tema para ir a ver que es pero me lo impide dándome un beso en los labios para segundos después cargarme entre sus brazos para recostarme en la cama. El se acuesta junto a mi para abrazarme y quedarnos dormidos. O al menos espero a que el lo haga. El quería que olvidará el asunto pero sabía que había algo.

Espero unos minutos antes de que se vuelva a dormir Oliver. Pasado unos minutos me suelto de su abrazo y lentamente me levantó y salgo del cuarto. Bajo a la cocina y puedo ver la silueta de un hombre agachado. - ¿quien anda ahí? - digo con un poco de miedo.

La silueta se levanta y me ve fijamente - soy yo Keily - escucho la voz de mi tío.

Me quedo parada sin saber que hacer. ¿Debía irme? ¿Quedarme?. Estaba viendo como me veía sin decir nada, al final por fin unas palabras salieron de mi boca - ¿Puedo saber que haces? - dije con un poco de miedo de que me contestara groseramente

- Ven - su voz fue cálida. Al mismo tiempo que con su mano me indicaba que me acercara - mira - señala con su mano el piso donde hay pedazos de vidrio

- ¿Qué pasó? - digo con un tono preocupado mientras lo veo asustada

- Tranquila, hace rato baje por un vaso de agua pero por accidente tire el vaso al piso -

- ¿Quieres que te ayude a recogerlo?

- No, gracias - me contesta un tanto seco. Por lo que pienso en irme antes de que comience a ser grosero una vez más. Observó como se agacha a recoger los pedazos de vidrio mientras que yo decido volver al cuarto. Comienzo a caminar unos pasos dando la espalda a mi tío pero un leve quejido de el me hace regresar de inmediato

- ¿Qué pasa? ¿Estas bien? - digo angustiada mientras que me agacho y comienzo a revisar sus manos buscando alguna herida. Se ha cortado un dedo

-Estoy bien. Sólo fue una herida pequeña - se levanta y se dirige al lavamanos mientras yo me quedo sin saber que hacer

- ¿Quieres que te ayude? - un poco nerviosa le preguntó

- No, gracias - pero un leve quejido vuelve a salir de su boca por lo que me levantó de inmediato y me dirijo hasta donde el esta.

- Dejame ayudarte - dije mientras tomaba su mano para limpiarla con agua

- Dije que no quería tu ayuda - quita su mano del agua mientras me ve frío y serio

-No me importa. No te dije que si querías, dije que lo haría - tome su mano otra vez para limpiarla - además si no lo hago no estaré tranquila pensando en si limpiaste bien la herida.

Mi tío se rinde ante mis palabras y comienzo a limpiarlo con alcohol para finalmente ponerle una bendita. - Ya vez, no fue tan malo -

No recibo respuesta de su parte. Sólo una mirada fija pero tierna. Estamos frente a frente y no se que hacer. Estoy nerviosa. - yo me voy - digo algo incómoda para escapar de esta situación. Pero el me lo impide abrazandome por la cintura.
- No te vayas. No lo hagas. Extrañare abrazarte como lo hago ahora. -

No sabía que responder, simplemente lo miraba a los ojos mientras sentía sus manos en mi cintura sin responder el abrazo. Mi cabeza intentaba digerir esto - ¿Que hago? ¿Debo abrazarlo una vez más? ¡No! ¡No lo hagas! Osea hace unas horas dijo que te quería lejos - mi cabeza comenzó a divagar pero su voz me regreso a la realidad.

- Keily. Dejame abrazarte una vez más -

- ¡No David! ¡Sueltame! - grito mientras intentó safarme de su abrazo

- ¿Por qué? Dime, ¿Por qué quieres que te suelte? Si yo te quiero mucho -

- Eso no fue lo que me dijiste hace unas horas. -

- Por favor perdona mis palabras. Lamento lo que dije pero yo te quiero mucho. Te quiero demasiado - me apega más a su cuerpo

- ¡No tío! Ya no hagas eso. Te dije que ya no jugaría a masoquismo contigo. Estoy harta de que me digas te quiero para luego lastimarme. -

- Mi amor perdoname, por favor. Pero tú también me lastimas. Hace un rato me dijiste que te irías con ese patán y tendrías hijos con el -

- Si, lo dije. Pero fue porque tu me dijiste que me querías lejos. Además ya no quiero jugar. Estoy harta de esto. Seguimos jugando masoquismo pero la que sale lastimada cada vez soy yo. Siempre haces lo mismo. Me tratas lindo. Me dices que soy tu princesa y que me quieres pero al final me lastimas. Ya me golpeaste, me insultaste e incluso me corriste. ¿Que más quieres? Siempre lloró yo.

- Mi amor nunca fue mi intención lastimarte -

- Pero lo hiciste David. Y estoy harta. Esta es la última vez que juego contigo a romperme el corazón. Porque siempre soy la yo la lastimada. Y tu nunca sientes nada.

- Mi amor... - me suelta por fin de su agarre mientras veo sus ojos cristalinos

- Yo no soy tu amor, ni tu niña, ni nada. Ni siquiera soy tu sobrina. Espero te vaya bien con tu zorra pero hazla sufrir a ella, no a mi - mis ojos se llenan de lágrimas tras estas palabras.

Sin pensarlo demasiado me marcho de la cocina. Y me dirijo de regreso al cuarto de Oliver aun con lágrimas en los ojos. Donde con cuidado me vuelvo a recostarme junto a Oliver. Mientras que el me empieza a acurrucar otra vez entre sus brazos

COMPRADA POR MI MAESTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora