CAPÍTULO 34: NUEVA CASA

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"A veces hay heridas que creemos cerradas pero solo basta un pequeño toque para que estás vuelva a abrir. Y duelan incluso más que cuando la hicieron"

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Por fin llegamos a nuestra casa. Era tan grande y hermosa como la recordaba.
Tal vez incluso más hermosa ahora pues está vez sentí que en verdad podría disfrutar de esta nueva casa.
Este lugar que Oliver había conseguido para nosotros.
Me quedé por un momento en la entrada admirando esta enorme casa, cuando de pronto siento las manos de Oliver posarse sobre mi cintura y recargar su cabeza en mi hombro.

–¿Te gusta la casa mi amor?–

–Es hermosa, es más hermosa de lo que recuerdo –

–Tal vez porque por fin estamos felices tu y yo. – me dió un beso en la mejilla
– Bienvenida a tu casa mi amor – dijo al separarse de mi

–A nuestra casa mi amor– dije girandome para abrazarlo–

Pose mi cabeza en su pecho mientras escondía mis manos en su abrigo el me rodeaba con su mano mi cintura y con la otra acariciaba mi pelo. Y me daba un beso en la frente.
Después de esto nos separamos y fuimos por las maletas al coche.
Subimos hasta donde sería nuestro cuarto y comenzamos a guardar todo

–¿Qué te parece la casa mi amor?–

–¡Es genial! Aunque siento que me perderé en cualquier momento –el río a mi comentario

–No te preocupes mi amor, para que eso no suceda te daré un tour de la casa –se acercó a mí para abrazarme una vez más
– Además conseguiré a alguien para que limpie y cocine –

–No hace falta mi amor. Solo seremos tu y yo. No es necesario que contrates a alguien

–No quiero que hagas todo tu sola. Aquí la reina eres tú. Y te quiero tratar como tal. –

–Y te lo agradezco mucho mi amor. Si quieres contratar a alguien, que sea solo una persona. Estoy segura que con una persona bastará–

–Esta bien mi amor– me dió un beso en la frente para luego seguir hablando – más tarde iré a casa de mi madre y traeré conmigo a la señora Inés –

–¿La señora Inés? ¿Quién es ella? –

–Ella ayuda en la casa de mi madre. Además ella me ha cuidado desde joven. Creo que será la mejor opción y no creo que se niegue –

–Me parece perfecto mi amor. Ya quiero conocer a quien cuido tan bien de mi esposo –

–Bien mi amor. Terminemos de desempacar –
Terminamos de acomodar nuestras cosas y luego Oliver comenzó a mostrarme la casa. Tenía varios cuartos, una gran sala. El tenía su despacho para trabajar. Y la cocina era igual de grande y hermosa. Aunque mi parte favorita fue el patio trasero. Era un gran espacio con pastos verdes, un gran árbol al centro de este y en una de las ramas un columpio dónde podría leer y escuchar música en los días lindos.

Al terminar el recorrido por la casa, Oliver se marchó a la casa de su madre para recoger algunos papeles, hablar con ella y pedirle a Inés que viniera con nosotros. Al irse lo primero que hice fue ir a la biblioteca a buscar algún libro de romance y al encontrarlo me dirigí hasta el patio a sentarme al columpio y leer un rato. El árbol era tan grande que cubría los pocos rayos del sol que pudieran caer sobre mi. Me puse mis audífonos y comencé a leer.

Pasó un gran rato leyendo pero en un momento decido cerrar mi libro y al mismo tiempo mis ojos. Lo primero que veo es a David en mi cabeza. ¿Cómo estará? ¿Lo habrán lastimado mis últimas palabras?

Todo tipo de pensamientos comienzan a llegar a mi cabeza pero intento no hacerles caso. La fiesta había sido temprano por lo que aún habíamos disfrutado de unas horas de la tarde. Al final está se había convertido en noche. Yo solo podía disfrutar de la oscuridad del patio. Vuelvo a cerrar mis ojos mientras canto la canción que escucho, pero David vuelve a mis pensamientos –¿Dormirá bien esta noche? ¿Me extrañara al menos un poco?, aunque grite que no. Al final comienzo a sentir mis ojos pesados. Estos comienzan a cerrarse con más fuerza y finalmente me quedo dormida.

Abro los ojos lentamente y lo primero que puedo ver es la luz de la casa pegandome en los ojos. Luego veo el rostro de Oliver y dinero que me lleva en sus brazos.

– Mi amor has despertado – mi mira una vez que siente mi mirada
Yo solo asiento con la cabeza mientras veo que me lleva al cuarto.

–¿Donde me quedé dormida? – preguntó cómo intentando confirmar que ha sido en el patio mientras pensaba en David

– En el columpio del patio. Entiendo que estás cansada pero debiste haber entrado en cuanto sentiste sueño. Si hubiera llegado más tarde te podrías haber resfriado –

–Lo se mi amor. Prometo que no volverá a pasar – acurrucó mi cabeza en su hombro finalmente hasta llegar a nuestra habitación donde Oliver me recuesta cuidadosamente en la cama. Yo aún poco adormilada solo le agradezco y veo como empieza a quitarme mis zapatos para finalmente taparme

–Duerme mi amor. Ha sido un día muy cansado y debes descansar. –

–Ven acuéstate conmigo – digo señalando su lugar con mi mano.

–Solo me cambio y acuesto contigo para que podamos dormir juntos – cerré mis ojos por lo que sentí fue unos segundos pero cuando los volví a abrir Oliver ya estaba acostado a un lado de mi abrazándome y dándome un beso en la frente

–Buenas noches mi niña hermosa –

–Buenas noches mi amor – finalmente ambos nos quedamos dormidos.

MIENTRAS TANTO EN EL CUARTO DE DAVID...

–Por fin podremos terminar de hablar Rebeca – David está de pie viendo a Rebeca que está sentada en la orilla de la cama

– Lo se David. Hace un rato ya no pudimos porque Keily nos escuchó. –

–Al final fue lo mejor que nos escuchará –

–¿Por qué dices eso David? Sé que te dolió que ella escuchará eso –

–Si pero al final fue lo mejor. Tu llegaste a la casa porque ese fue el trato. Que me ayudarías a alejar a Keily de mi tal y como lo pidió su esposo –

– Lo se David. Pero aún así sabes que te quiero como un amigo y me duele que tengas que hacer esto. Podríamos decirle la verdad –

–No Rebeca. Ya he cometido muchos errores y ya no quiero cometer más. Mejor hablemos de tu embarazo. ¿Crees que ese bebé sea mío? –

– No puedo asegurarlo. Tu y yo solo nos acostamos dos veces para engañar a tu sobrina. Y los tiempos coinciden pero no quiero que te sientas comprometido –

–No te preocupes Rebeca si ese bebé es mi hijo me encargaré de él y de ti. Y si al final de todo resulta que no. Igual te apoyaré con el. Al final eres mi amiga y cuídare de ti tanto como pueda – David abrazo a Rebeca

–Gracias David. Pero, ahora ¿que pasará? ¿quieres que me vaya? –

–No Rebeca. Te puedes seguir quedando aquí. Dormir conmigo e incluso vivir como una pareja. Aunque no prometo acción –

–Esta bien guapo. Muchas gracias por tu apoyo –. Finalmente David y Rebeca se cambiaron y se fueron a dormir juntos

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Hola lectores. Hay varias cositas que quiero comentarles.
La primera es que agradezco el apoyo que le dan y que les guste tanto la novela. En verdad que sus me gusta y sus comentarios me animan mucho para seguir escribiendo y esforzarme por no dejarlos tanto tiempo. Les pido que sigan dándome su apoyo para que algún día saquemos el libro en físico. También me ayudarían mucho si comparten para que nuestra novela llegué a más corazones.
La segunda es que los quiero mucho, mucho mucho y les agradezco mucho.
Díganme qué opinan y que creen que pase con David y Keily

COMPRADA POR MI MAESTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora