COMPRADA POR MI MAESTRO

CAPÍTULO 28: UNA RECONCILIACIÓN EXPRÉSS

El mejor amor no es el que termina con un " Y vivieron felices para siempre". El mejor amor es el que te enseña que el amor es un cuento de hadas y lo trae a tu realidad'

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Después de una larga noche llena de aventuras. Por fin hemos llegado a casa y estoy en mi cuarto recostada.

El tiempo se me ha hecho un poco largo. Solo pienso en las palabras de mi tío. El tenía razón en lo que me dijo –Puedes hacer lo que tú quieras. Es tu vida Keily. Desde un principio te dije que no aceptaría a ese hombre. Así que si te quieres ir con él. Adelante –

El desde un principio me dijo que no lo aceptaría. Y yo estuve de acuerdo. Al final no pensé que mi matrimonio arreglado fuera a funcionar.

¿Era demasiado tarde para decir que no me quería ir? ¿Era demasiado tarde para cambiar de opinión?
Al final mi decisión la había tomado solo por enojo. Por ganar una pelea sin sentido

Si desde un principio hubiera dicho que no era cierto lo que dijo Oliver. O mejor dicho, si hubiera aclarado el porque dije eso.

Seguía recostada viendo el techo de mi cuarto mientras más pensamientos pasaban por mi cabeza.

¿Qué tenía que hacer?. Debía irme o quedarme

Al final de todo. Y después de un gran rato pensándolo decidí quedarme

Quería quedarme en la casa con mi tío. Y si Oliver lo aceptaba que bueno. Y si no, no cambiaría de opinión

Decidí darle la noticia a ambos en mi fiesta de cumpleaños. Decirles que no me iría.
Pienso que será el mejor momento. Un día lleno de sorpresas

Tras tomar una decisión por fin me fui a dormir.

A LA MAÑANA SIGUIENTE.....

Desperté un poco tarde a decir verdad. Aún me sentía con sueño. Pero no podía esperar menos. Me levanté aún con sueño y me comencé a alistar para la escuela.  Mi pie dolía levemente. Aún así aplique la pomada que me había recetado el doctor y tome una pastilla

Salí y de mi cuarto y en el pasillo encuentro a mi tío y corro hacia el. Me detiene con un abrazo y me regaña por correr así con mi pie lastimado. – ¡No corras así!. Te puedes lastimar. ¿Cómo sigue tu pie? –

–Mejor tío. Gracias. Pero estoy muy feliz tío.

– ¿Y por qué estás tan feliz ? –

–Porque mañana en mi cumpleaños quiero hacer algo. Pero no te puedo decir que es – después de esto le dedique una sonrisa traviesa a mi tío a lo que el solo me acaricio la cabeza revolcando un poco mi pelo

– Vamos a desayunar pequeña–

– Si tío vamos a desayunar–

Bajamos por las escaleras caminando juntos mientras platicábamos y reíamos. Al llegar al comedor mi mamá estaba sirviendo el desayuno.
Al mirar que íbamos juntos nos dedicó una sonrisa de lado a lado

– Veo que por fin se arreglaron. –

– Así es hermana. No podía estar así con mi pequeña –

–Ni yo con mi tío–

– Me alegra saber eso. Me gusta verlos así. Sonriendo y tratándose como siempre. Pero bueno, vamos a desayunar que se nos hace tarde. –

Nos sentamos en la mesa a disfrutar del desayuno. Está vez solo éramos mi mamá, mi hermana, mi tío y yo. Oliver había ido a trabajar y Rebeca no estaba. No sabía a dónde había ido y la verdad tampoco me interesaba. Solo sabía que quería disfrutar de este momento

Quería disfrutar mi reconciliación con mi tío. Mi reconciliación express jajaja .

Después de desayunar mi tío me llevo a la escuela y mientras manejaba seguíamos hablando – ¿Entonces irás conmigo?

–Me has preguntado eso por 10 minutos pero no me has dicho a dónde pequeña–

–Tienes razón. Olvidaba ese pequeño detalle. Saliendo de la escuela me acompañas a comprar un vestido para mí fiesta de cumpleaños – lo mire sonriente y luego continúe – Quiero verme hermosa mañana

El me miró fijamente por unos segundos y luego me contestó – tú siempre te ves hermosa – me acaricio la mejilla con su mano – con gusto te acompaño por tu vestido. Sabes que yo iré contigo a dónde quieras. Hasta el fin del mundo. –

Mire con ternura a mi tío. Me hacía sentir muy feliz con sus palabras. No sabía que decir. – Gracias – fue lo mejor que salió de mi boca. Parecía algo sencillo pero ese gracias era como un gracias por estar en mi vida. Gracias por cuidarme. Gracias por estar ahí. Y lo más importante, gracias por quererme tanto.

Llegamos a la escuela por lo que yo bajé del auto y entre. No sin antes despedirme de mi tío. Llegué al salón y Oliver ya estaba en el salón de clases. Estaba a punto de comenzar por lo que solo me fui a mi lugar.
Al terminar la clase espere a que todos salieran al patio para poder hablar con el. En cuanto salieron cerré la puerta y el me abrazo

–¿Lista para mañana mi amor? – me rodeo con sus brazos, al mismo tiempo que fijo sus manos en mi cintura

– Si mi amor. Estoy muy emocionada por mañana –

–Me alegra escuchar eso. ¿Y qué es lo que te emociona más tu fiesta o irnos a nuestra casa?

– Todo mi amor. Me emociona todo del día de mañana – empecé a acariciar su pelo con mi mano mientras lo veía fijamente a los ojos. –oye mi amor, ¿qué pasaría si te dijera que me quiero quedar en casa de mi mamá, con ella, mi hermana y mi tío?

– Nada mi amor. – el empezó a acariciar mi mejilla – yo haré lo que tú quieras. Si al final decides quedarte, pues nos quedamos. Pero creí que ya no querías ver a tu tío–

–Bueno, es que habíamos tenido una pelea. Que si lo pienso bien fue por una tontería. Pero a pesar de todo lo quiero. Aunque había dicho algo que me puso a pensar –

Oliver se puso serio. Dejo de acariciar mi pelo y pregunto – ¿qué te dijo mi amor?

–Me dijo que había cometido errores tan graves que me podían alejar de el para siempre. Pero no me quiso decir que era. –

–¿Y si yo te dijera cuáles son esos errores?

–¿Acaso tú lo sabes? – Comencé a dar pequeños saltos mientras pedía que me lo dijera pero el sonido de mi teléfono nos interrumpe

Veo mi teléfono y un mensaje de David se lleva toda mi atención. ” Te espero en la salida afuera de la escuela para ir por ti vestido.
Posdata. Te quiero mucho mi niña"

Me emociono tanto la idea de ir con mi tío que pensé " debo decirles a las chicas que me he reconciliado con mi tío –.

Regrese a dónde estaba Oliver. Me abalance sobre para darle un beso y luego decirle que me iría a ver a mis amigas.

Les conté que por fin estaba bien con David. Luego seguimos con nuestro día hasta que las clases terminaron. A la salida Oliver me envió un mensaje diciendo que se había ido hace 2 horas a la empresa y que no lo esperará.

Salí rápidamente y justo enfrente de la escuela estaba David. Recargado en el auto. Iba con un pantalón de mezclilla, una camisa blanca doblada de las mangas hasta los codos y con unos lentes de sol. Además de que su pelo un poco desordenado lo hacía lucir muy guapo

Al verme me dedico una sonrisa y con la cabeza me pidió que fuera a dónde estaba. Yo corrí hacia el y lo abracé. El me recibió con un abrazo.
Mientras me abrazaba me dió un suave beso en la frente. Al separarnos me preguntó – ¿Cómo te fue hoy mi niña? –

–Genial. Me fue muy bien. –

–Me alegro mucho mi niña – se separó de nuestro abrazo y me abrió la puerta del copiloto

–Sube mi niña– Yo subí al auto. Luego el subió y fuimos rumbo al centro comercial