𝟎𝟓

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Estaba a punto de llevarse el primer vaso de Tequila de la noche a la boca, cuando el sonido de su celular sonando lo distrajo.

Grande fue la sorpresa de Armando al ver el nombre del responsable de todos sus pensamientos deprimentes en la pantalla.

⏤¿Gustabo?.. ⏤ preguntó al descolgar la llamada, sin creerse aún que el rubio lo estuviera contactando.

Había pasado un largo y horrible mes desde que él mismo le había pedido que se alejara de él, que no quería saber nada de su existencia y que no tenía intenciones de hablar.

Pero claro, Armando no era el único que extrañaba esa relación.

El rubio se debatía constantemente en qué debería hacer. Estaba molesto, y se sentía traicionado, pues su pareja, o ex pareja, o lo que coño fuera Grúas, le había ocultado un secreto que no era exactamente insignificante.

Una mafia. ¡Una jodida mafia!

Al principio hasta pensó en delatarlo, y cuando su hermano, que era una reconocido inspector jefe del CNP, se acercó a él para preguntarle acerca de su relación con el mecánico, estuvo a nada de decirle todo.

Pero no pudo.

No podía ir en contra de lo que sentía, ni estando profundamente resentido. Amaba a Armando como jamás había amado a nadie, y no podía evitarlo.

Se sentía estúpido por no poder alejarse de él, y muchísimos recuerdos de una adolescencia no muy agradable le llenaron la cabeza.

Recuerdos de esos momentos donde tampoco podía dejarlo a él. A ese asqueroso hijo de puta que se había cansado de pegarle durante los dos años que duró su relación, hasta que Horacio intervino y lo sacó de ahí.

Se sentía casi tan vulnerable y débil como aquella vez, pero había una pequeña diferencia.

A él le tenía terror; cada vez que oía la puerta abrirse sus ojos se cristalizaban porque sabía lo que se venía. Con Armando era distinto, a él no podía temerle.

Grúas, a pesar de todo, siempre lo respetó y lo trató como lo más hermoso y perfecto de este mundo. Desde el inicio fue un hombre de los que ya no quedaban, un caballero en cada sentido, y eso había ayudado a Gustabo a superar el trauma de su anterior relación.

Pero no podía evitar seguir sintiéndose engañado, y con razón. ¿Cómo había podido ocultarle algo así?

Y entonces comenzó a pensar en ello, a retroceder y deconstruir todo lo que había ocurrido el día de la confesión, y se sorprendió al notar que realmente su enojo en el momento no se debía al hecho de que su novio estaba en una mafia, sino por haberle mentido durante tanto tiempo.

Puso muchas cosas en retrospectiva, lo pensó cuidadosamente por mucho tiempo y finalmente se decidió. Le daría a Armando una última oportunidad, aunque no sería de gratis.

⏤Si lo dejas, podemos volver. ⏤ dijo intentando sonar lo más severo posible. ⏤ si te alejas de la mafia, estoy dispuesto a darte una oportunidad.

Armando se quedó congelado. ¿Dejar la mafia? No, no podía hacerlo. No podía abandonarlos ahora que estaban tan cerca de cumplir su objetivo, y con el CNI detrás, y él como un cabecilla y la única persona más o menos madura y con dos dedos de frente en la organización, debía estar ahí.

Los matarían si él se iba.

⏤Gustabo.. yo no.. ⏤ intento buscar las palabras más concretas pero suaves para responder, pero no las encontraba. ⏤ no, no puedo.. no puedo dejarlos ahora, si no estoy ahí, van a caer todos.

⏤¿Tus compañeros de mafia son más importantes para ti que yo? ⏤ el rubio se arrepintió de todo en un momento, y su voz empezó a quebrarse mientras que alguna que otra lágrima se resbalan por su rostro.

⏤¿Cómo? ¡No!

⏤¡Si no lo fueran, lo habrías dejado el día que me lo confesaste!

⏤Gustabo, no lo entiendes, no son sólo mis compañeros en la mafia, son mis amigos.

⏤Oh, tus amigos, claro, ahora tiene sentido.. ⏤ el sarcasmo en su voz casi disfrazaba lo rota que esta estaba. ⏤ pues bien, quédate con tus amigos y olvídate de mi.

⏤Escucha, podemos hablarlo, sólo.. sólo necesito que me des un poco más de tiempo. ⏤ Armando comenzaba a desesperarse; no quería perder al rubio, claro que no quería, pero no estaba dispuesto a abandonar así a su familia. Simplemente no podía hacerlo. ⏤ dos meses, es todo lo que te pido, y luego lo dejaré todo.

⏤Tuviste tres años para dejarlo, Armando. ⏤ Gustabo con cierta dificultad comenzó a secar las lágrimas en su rostro. ⏤ tres años en los que te conté cada uno de mis secretos, sobre la adicción que tuve, sobre como Aiden abusaba de mi, sobre Pogo. Yo me abrí para demostrarte que eras la persona en quien más confiaba, y con quien quería pasar el resto de mi vida.. pero ya que eso parece ser unilateral, adelante, sigue haciendo lo que sea que hagas en esa mafia con tus amigos, y no vuelvas a buscarme. No quiero volver a verte; terminamos.

Y colgó la llamada, dejando a Armando con la palabra en la boca y lagrimas en los ojos.

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