Veintinueve

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Extra

Jungkook

Las risas de TaeHyung hacían eco en la profundidad del bosque. La suave brisa primaveral pegaba contra mi cuerpo mientras corría entre los árboles intentando no caer al suelo.

Hoy era diez de mayo, con TaeHyung cumplíamos siete meses de ser novios y como celebración él había pedido como regalo hacerlo en el bosque tras mi consulta.

¿Extraño, no? Pero desde que él se había entregado a mí completamente no hacía nada más que saciar cada una de sus fantasías.

TaeHyung se había convertido en un adicto sexual.

Una vez más su suave risa llegó a mis oídos devolviéndome al mundo real. El aire estaba enfriando mi calor interno.

—Vamos, JungKook, encuéntrame —moví mi cabeza reconociendo el lugar donde él se escondía.

—¡Allá voy! —grité, saltando las hojas que el otoño había dejado tratando de pasar desapercibido tras su oído para que no se diera cuenta de que ya le había encontrado.

Porque él era malo jugando a las escondidas.

Las hebras de su cabello color marrón y una parte de su piel desnuda se mostraban, por un lado.

Una rama se quebró bajo mi pie y sentí como la respiración de TaeHyung se detenía. Mierda.

—Atrápame —susurra, levantándose y corriendo entre el pequeño riachuelo, dejando su respingado y redondo culo a la vista.

—Está helada —me quejo, saltando entre las pequeñas rocas en el fondo del río.

—Miedoso —murmura con vacilante diversión, girándose frente a mí.

—Si lo soy —lo aceptó, haciendo una mueca al sentir el agua congelada salpicar mi cuerpo—. Vamos, salgamos de aquí, me estoy enfriando —digo, refiriéndome a mi erección. Él ríe tapándose la boca.

—Puedo calentar eso.

—Pues ven —mascullo, abriendo mis brazos en una deliciosa bienvenida.

Le veo caminar con dificultad hacía mí meneando su cuerpo, incitándome. Prontamente el frío de mi cuerpo se desvanece dejando un gran calor interno. Al parecer aun no sabía lo que provocaba en mí.

—No más escapatorias —susurro, besando su cuello, pegando su cuerpo al mío. Una carcajada de su boca provoca escalofríos en mi cuerpo.

—Fue divertido. Además, era eso o hacer el espectáculo frente a tu secretaria.

—¿Estaba viéndonos? —pregunto, frunciendo notoriamente el ceño.

—Sí, ella está realmente loca por ti. Podía sentir sus ojos matándome.

—Bueno, yo solo estoy loco por ti. Completamente loco —me inclinó para besarlo, con una sonrisa.

Mi mano se desliza por su cuerpo ahuecando su trasero. Le levanto mientras sus piernas se envuelven alrededor de mi cintura como una enredadera. Con un suave y lento movimiento, entro en él, deleitándome con su estrechez.

Siempre tan bueno como la primera vez.

—Te quiero —murmura jadeante. Sus mejillas sonrojadas la hacen ver como la persona más hermosa del universo. Sonrió, besando su rostro con pequeños y húmedos besos.

—Yo también te quiero, te quiero muchísimo —jadeo, deslizando dentro él una y otra vez sin cesar.

—Yo también te quiero, te quiero muchísimo —jadeo, deslizando dentro él una y otra vez sin cesar

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⏰ Última actualización: Jan 13 ⏰

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Virgen a los 25 [jjk;kth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora