Regálame una sonrisa ➳ℓιzкσσк

~04~

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   Cerró los ojos y suspiró, sintiéndose nervioso al ser Lisa la primera persona que lo escuchara cantar y más en vivo. Aclaró un poco la garganta y volvió a suspirar para luego dejar salir su delicada voz.

—Your faint voice that brushes past me, Please call my name just one more time.

Lisa, quien si antes se había quedado sensible ante la canción de hace unos momentos, ahora estaba más que nerviosa al escucharlo tan cerca. Su corazón latía desenfrenado con latidos muy fuertes que hacían su pecho doler y en verdad pensaba que el corazón se le iba a salir de su interior.

JungKook tenía una voz muy preciosa que parecía todo un cantante profesional y con la atractiva apariencia que tenía aún más. Hubo un momento en donde el castaño abrió los ojos y la miró con un brillo en ellos. Él la miraba como si fuera lo más precioso del mundo y para él en verdad lo era. No supo en qué momento le empezó a gustar Lisa, pero sí sabía que lo que sentía era verdadero.

—Still With You.

La fémina sentía muy bonito en su interior. Sentía que estaba escuchando a un ángel y que jamás se cansaría de esa bella voz. Una parte suya se sentía muy emocionada y maravillada por la dulce melodía de su voz, pero su otra parte sentía un sentimiento inexplicable. Algo que no podía describir con palabras porque no sabía qué era.

   JungKook al poco tiempo dejó de cantar, abriendo nuevamente los ojos y mirarla con una sonrisa, queriendo escuchar su opinión.

   —A-Ah~— rió nerviosa sin poder procesar todo lo que acaba de pasar—. ¿A-A eso le llamas cantar feo?

   Ella lo miraba sorprendida, mientras que él la miraba tímidamente. El castaño agradeció mucho el hecho de que nada más diera su opinión, fuera mala o no, había sido una opinión honesta que significó mucho para él.

   —Gracias, Lisa.

   La de cabello azabache sonrió con sus mejillas pintándose de un color levemente rojo que se extendía a sus orejas.

~🌷~

   —¿Entonces él escribió y compuso la canción? Woah, ese hombre me sorprende— comentó su amiga Jisoo, tomando su batido de fresa.

   —Y eso no es todo, sino que también costura, es fotógrafo y hasta canta muy bien— añadió Lisa.

   —Y es muy atractivo— añadió su otra amiga Dami, dándole una mordida a su sándwich.

   Al día siguiente de su salida, cita, con JungKook, la fémina no pudo evitar expresar su entusiasmo con sus amigas, por lo que quedaron en verse en una cafetería cerca de un parque.

   —Dios, ¿hay algo que JungKook no haga bien?— preguntó graciosamente Jisoo.

   —Tal vez quisiste decir: ¿Acaso vuela?— corrigió Dami y luego miró a Lisa—. Yo digo que, probablemente, él siente algo por ti.

   —¡Lo que ella dijo!— aceptó Jisoo.

   —Porque, seamos conscientes, él te hace ropa y te saca fotografías que quién sabe para qué las utiliza. También te invita a salir y te canta canciones, y no me digas que eso no es nada— continuó Dami.

   —A ver, a ver— la interrumpió Lisa—. Uno: él me hace ropa y me saca fotos para unas sesiones fotográficas para concursos en el que él participa— explicó—. Segundo: si salimos es nada más una salida de amigos como ustedes ahora y si me cantó esa canción era para escuchar una opinión de una amiga— hizo una pequeña pausa—. Y tercero: ¿gustar de mí? Por favor. Dicen puras tonterías.

   Sus amigas se miraron entre sí incrédulas al ver que Lisa estaba tan ciega de que no pudiera notar que JungKook estaba coladito por ella. Habían pasado varias semanas desde que se conocieron, convirtiéndose en meses y es algo lógico y normal sentir algo por la persona que ves y sales todos los días.

   Dejaron el tema de lado y siguieron disfrutando de la compañía de la otra. Después de su salida, Lalisa se despidió de ellas y se fue a su casa, pidiendo un taxi y pensando en JungKook en todo el camino.

¿En verdad había una posibilidad de que a JungKook le gustara? Y si era así, ¿Lisa podría aceptarlo? No debía obligarse a enamorarse por alguien que probablemente no esté interesado en ella y si era cierto, ¿qué? No cambiaba nada. No podía obligar a su corazón.

   Entró a su casa y se recostó en el sofá como de costumbre, pensando en probabilidades que tal vez no sucederían. Ella siempre quiso un chico que la amara y respetara; que le dijera cosas lindas y compartir momentos. Pero, ¿ese chico podría ser JungKook?

   Ella lo veía confiable. La respetaba y no pasaba los límites; además, la cuidaba inconscientemente y la sabía tratar. Él no era nada comparado con los otros chicos de su edad; él era diferente y se notaba a mucha distancia.

   —¡Ay! ¿Por qué no dejo de pensar en él?— se preguntó a sí misma.

   Tal vez debería dormir un poco para despejar su mente y así lo hizo, pero antes de dormirse pensó en él de nuevo. Teniendo un sueño extraño, pero muy bonito con JungKook.

   En el sueño estaban en un especie de campo con el pasto hasta los tobillos y diversas flores de muchos colores. Ella llevaba un vestido amarillo mostaza de tirantes, con el cabello suelto y algo alborotado por el viento que soplaba leve en ese momento. Después estaba JungKook, quien vestía una camisa blanca holgada y pantalón ligero negro, con el cabello también alborotado.

   Ambos corrían por el campo libremente, riendo y divirtiéndose. Como si de una salida de amigos parecía, pero hubo un momento en donde ambos se detuvieron, porque se acercaron y se miraron por milésimos segundos para luego besarse los labios. A eso Lisa sonrió inconscientemente mientras dormía en su cama.

   Sí, tal vez sería bonito si pasara eso.

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