Río Negro •✦• El eco de un grito patagónico

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✦➢ Fuego

Si la rasposa sensación de culpa le inundaba la garganta cuando había visto arder El Bolsón hace un mes, ahora la angustia lo devoraba por dentro mientras contemplaba una catástrofe aún peor frente a sus ojos. En llamas, otra vez.

- Señor, ¿está bien? - le preguntó un bombero cerca suyo, a lo que el rionegrino reprimió la tos que quiso liberar el humo de sus pulmones, y asintió rápidamente.

- ¿Como van los focos? - logró decir con la voz entrecortada.

Luego de repasar un momento mentalmente los últimos movimientos de la brigada, el contrario respondió:

- Me gustaría darle buenas noticias, pero los vientos están volviendo esto muy complicado.

- Entiendo - dijo, pero su cuerpo seguía igual de devastado - Tenemos que pedir mas ayuda desde Bariloche entonces.

- Allá están bastante atareados, acaban de recibir en el hospital un herido desde Chubut.

Río Negro giró tan rápido la cabeza, que si no fuera por el miedo que ardía latente es sus ojos, cualquiera lo hubiera dado por muerto.

- ¿Causa? - soltó, olvidando toda formalidad.

El hombre pareció dudar unos instantes, tal vez dándose cuenta que no tenía que haber mencionado aquello.

- Como le dije el viento ayudó al fuego a expandirse... Bajó por el cerro Piltiquitrón, y ahora...

Pero el rionegrino ya no estaba escuchando, la sensación de ahogo en segundo plano. Ahora su cabeza solo pensaba en su hermana vecina. Piltiquitrón era uno de sus puntos de unión entre sus territorios, si las llamas se habían abierto paso por ahí...

No se dio cuenta en que momento ya había salido corriendo de allí a pesar de su respiración precaria, tomado un auto de la brigada y acelerado sin titubear, para tomar la ruta nacional 40, la que lo conectaba con la chubutense.

Lo que vio le oprimió el alma.

Conducir en la 40 era adentrarse en un túnel de fuego.

La oscuridad de la noche fría y tranquila, típica sureña, era perturbada por aquellas enormes lenguas de fuego que se alzaban a ambos lados del asfalto, devorando árboles y maleza. Miles de hectáreas de fauna y flora precordilleranas, muertas.

Vacía por obvias razones, el rionegrino era lo único vivo que cruzaba aquel escenario apocalíptico. E incluso dentro del vehículo, sintió calor.

Pero no le importó eso, ni el dolor seco que le hizo doblarse sobre el volante, la nueva humareda que asomó de su boca como una mano cruel y negra que le cortaba la respiración. Tenía que encontrar a Chubut, tenía que verla y asegurarse de que estuviera bien. Era lo único que se repetía mientras iba llegando al linde de la localidad de El Hoyo.

Algo andaba mal, el denso hongo de humo que había visto ya desde lejos, no era de las zonas boscosas lejos de las viviendas como el creía. Temió lo peor, y forzó al auto a ir mas rápido. Finalmente, su corazón dejó de latir por unos momentos cuando ingresó por la entrada principal de aquella zona que solía ser una de las mas bellas de la chubutense. Solía, porque ahora sucumbía enteramente ante la ira de las llamaradas.

Ella estaba cerca, lo presentía ¿Porque no se había ido con su gente? Lo iba a averiguar una vez que la sacara de allí lo antes posible.

- ¡CHUBUT! - gritó al aire infernal bajando del auto y dejando la puerta abierta, buscando a su hermana en medio de una población vacía, coloreada de sombras y naranjas.

No hizo falta mucho tiempo para que la hallara de espaldas, arrodillada junto a un pequeño árbol de vereda. Aferrándose a este como si quisiera protegerlo.

Cuando ella lo vio, no pronunció palabra, en sus ojos se reflejaba el dolor de algo que jamás había experimentado antes. Y Río Negro la entendía, ninguno de ellos lo había hecho, no de esta forma.

Y en un movimiento fugaz, la chica ya estaba entre los brazos de su hermano, temblorosa. Estaba ardiendo, un calor tortuoso e implacable. No paraba de balbucear incoherencias mientras este intentaba tranquilizarla, rodeando aquel frágil cuerpo que apoyaba todo su peso ahora en él. Y así se quedaron, en medio de la ceniza que caía como una nieve burlona.

- Ellos... Ellos evacuaron a todos, Negro, a todos. Pero... - soltó una mezcla de tos con un grito ahogado, y Río Negro la aferró con mas fuerza - Pero hay desaparecidos, dale, Negro, ayudame a buscarlos.

- No - esa palabra incluso lo apuñaló a él, pero sabía que lo único que lograrían sería acabar mal ellos mismos - Escuchame, ellos están bien, seguro se fueron solos. Vamos a trabajar juntos en esto.

La obligó a mirarlo a los ojos tomándola de los hombros, pero la chubutense ya sufría un nuevo ataque de desesperación.

- ¡NO! ¡Las casas y chacras se queman! ¡No están haciendo nada! ¡Nos vamos a quemar y no podemos hacer NADA! - no pudo decir mas, ahogada por el llanto que le trepaba por el pecho. Y Río Negro tenía tantos deseos de hacerse una bolita en el suelo y largarse a llorar como ella, pero debía pensar en su hermana, necesitaba un apoyo.

- Vamos Chu. No hay nada que hacer acá que el cuerpo de bomberos no pueda.

Finalmente logró convencerla, mas por cansancio que otra cosa, se notaba que la chubutense no dormía hace días y Río Negro acabó cargandola en brazos hasta el vehículo. Miró hacia atrás una vez mas, y contempló las casas, los autos, los postes de electricidad desapareciendo entre las llamas rugientes. No pudo mas, se subió al auto.

Como decía un artículo de hace un mes sobre su último foco, los incendios en la comarca andina de la Patagonia se habían vuelto "un infierno dentro del paraíso" y ambas provincias estaban viviendolo a pleno.

Perdón si está horrible, lo escribí hace unas horas ._.XD

Estuve indagando mas a fondo para poder plasmar algo de esto en el libro y uff... realmente es terrorífico, jamás pensé que podría llegar a incendiarse de esta forma acá. Lo peor es que se piensa que son llamas intencionales, en ese caso, ¿COMO PODES SER TAN...? Bro, ahora tengo miedo de volver al Bolsón y encontrarlo muy distinto a lo que era antes.

En fin, al menos me siento mas aliviada sabiendo que mañana voy a ir a donar algunas cosas para los afectados, si vivís cerca, hay muchos puntos en que podes acercarte para hacerlo. Cuidense donde sea que estén ♡