Río Negro •✦• El eco de un grito patagónico

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✦➢ COVID-19

Aunque no les afecte directamente a las representaciones, la pandemia causó un fuerte impacto en Río Negro debido a la necesidad de congelar toda actividad turística para evitar la propagación.

Le dolió particularmente la suspensión de su adorada Trochita, pero de ella hablaremos mas adelante.

A veces recorre las calles de sus distintas ciudades, antaño repletas de gente saliendo y entrando de los locales o puestos, ahora casi vacías, contemplando derrotado las vidrieras de chapas bajas y los carteles que anuncian el cierre por quiebra.

...

- Dale Negro, esto no acaba acá... - Buenos Aires se mantenía a su lado en el sofá de aquella casa que compartían entre todos en la capital, el rionegrino no atinaba a contestar, con el rostro oculto entre las rodillas. Habían anunciado que su provincia era una de las mas afectadas a nivel nacional por el virus, peor aún, una de sus ciudades se había "ganado" el puesto con mas casos y muertes en toda la Patagonia.

El ruido de una voz estática dominó la sala, y Buenos Aires frunció el ceño antes de levantarse y apagar el televisor, las noticias no harían mas que apesadumbrar peor su hermano.

- Eu, Negri, miráme - insistió el bonaerense arrodillandose frente al contrario, los temblores leves en sus hombros preocupaban al mas alto cuando los ojos turquesas se alzaron hacia él - No sos el único que está pasando por esto, todos y cada uno de nosotros estamos metidos en esta cosa. Por eso la idea es ayudarnos ¿Si? Y entre todos vamos a hacer lo que podamos.

Río Negro entreabrió ligeramente los labios, como si fuera a decir algo, pero finalmente los cerró antes de asentir algo mas calmado.

- Gracias, Baires - dijo con sinceridad. Buenos Aires sonrió, mas tranquilo, y lo mandó a descansar antes de tener que volver al día siguiente a sus tierras.

En el pasillo se encontró con Chubut, quien iba a la cocina a distraer el insomnio con algunos bizcochitos. Intentó susurrar un "buenas noches" antes de escabullirse por su lado, pero la contraria notó el cansancio de tanto quilombo en sus ojos. Lo tomó del rostro, y a pesar de sus deseos de dormir y olvidarse del mundo, Río Negro no pudo hacer nada frente a aquel reconfortante gesto.

Se mantuvieron en un abrazo por unos minutos antes de separarse e irse cada uno por su lado.

Aunque no lo pareciera, en realidad todos se entendían entre todos.

Anteayer me pegué el susto de mi vida, me dolía el cuello, no podía girar la cabeza y estaba que ardía de fiebre, ni mencionar que me sentía tan débil que no podía levantarme del sofá. Al final de la tarde todo pasó y me sentía re normal;;;

Ni idea que pasó, pero por favor cuidense muchísimo 😔👊💗