The Only Exception.

Take a Bow.

You took my love for granted, why oh why?

La vida que Harry había estado viviendo al lado de Ginny Weasley se había estado convirtiendo en una rutina, ya no le emocionaba como antes el llegar y hacer el amor con la ardiente mujer que tenia por esposa, y es que él en sí ya tenia cada vez más trabajo, y cuando quería llegar a casa, ahí estaba ella siempre esperándolo para tener una sesión de sexo. No le molestaba en los primeros años, de hecho, le gustaba tener relaciones cada que a ella se le enojaba y donde quiera que fuera, y digo que donde quiera porque lo hacían donde se les ocurría.

Entonces ahora estaba en un dilema, la Ginny con la que él se había casado había cambiado, se molestaba si éste cruzaba palabras con cualquier chica o compañera del ministerio, Harry se estaba aburriendo, ya no le apetecía hacer el amor con ella, cuando lo hacían, él cedía mas por obligación que por ganas de saciar sus ganas de macho, y esas eran las razones de las discusiones, luego venían las incongruencias por el hecho de que Ginny quería ser madre, pero el moreno digamos que no estaba convencido, e insistía siempre en que ella no se descuidara, argumentando que primero debían de tener estabilidad emocional, pero en el fondo él no deseaba ser padre, no tanto por las circunstancias, sino porque presentía que lo suyo con Weasley no tenia futuro.

Un día la bomba explotó, Harry pidió a Ginny que de la manera más amable, le diera el divorcio, ella se negó por supuesto pero él sabía que no había solución, así que insistió hasta que ella acepto, quizás por el hecho de que sabia que sus celos, y la falta de amor e interés por parte de Harry habían concluido en eso, pero ella no sé iba a quedar de brazos cruzados, no dejaría ir así como así al gran amor de su vida, eso jamás. ¿Tan mala mujero tan mala en la cama era?

No podía entender porque Harry y ella simplemente habían resonado bien la palabra adiós.