Capítulo 1

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La guerra había terminado hace 3 años, el bando de la luz había ganado, la paz y tranquilidad volvió para quedarse, los tiempos durante la guerra fueron devastadores, pero todo acabó, gracias a Merlín, pensó Ron Weasley, su vida post guerra fue sencilla, acabó el colegio con Hermione, ya que Harry había decidido ser auror aprovechando la oportunidad que le dio el nuevo ministro, el pelirrojo prefirió ser medimago y gracias a Mione, pudo entrar a la academia, ahora estaba en su 2 año como sanador, era feliz haciendo eso, ayudar a las personas curarse le daba satisfacción. Ahora estaba tomando café esperando a la persona que amaba desde el primer momento que la vio, cuando entró, una sonrisa inconsciente estiró sus labios.
—Ron, ¿Cómo estás?
—Muy bien Harry, ¿Y tú?
Sip, ese Harry, Harry James Potter, El-Niño-Qué-Vivió, él era su primer amor, ¿Qué pensaban quién era?, ¿Hermione?, nop, ellos eran amigos y más nada, se llevaban bien, se amaban sí, pero como hermanos, cosa que debía que pasarle con Harry, pero NO, la vida se negaba totalmente, desde el primer momento en que lo vio en el tren, su corazón brincó de alegría, pero como era un niño lo dejó así.
A los 14 empezó a sentirse atraído por otros chicos, él creía que eso definitivamente NO era normal, tenía esperanzas de que sus gustos cambiaran, pero todo se fue a la borda cuando un chico de Ravenclaw lo besó, le había gustado y muuuucho, así que en ese mismo verano se declaró totalmente homosexual frente a su familia y sus amigos, por un momento pensó que lo iban a rechazar o que los había decepcionado, pero todo pensamiento se desechó cuando su madre lo abrazó y le dijo que jamás lo iba a dejar de amar, no importaba su orientación sexual, para ella siempre iba a ser su hijo, y el hombre que estuviera a su lado, sería el más afortunado.
Sus hermanos también lo apoyaron, Hermione y Harry se molestaron por no haberles dicho antes, pero igual lo apoyaron.
Pero cada vez se le hacía difícil a Ron ver a su mejor amigo, como eso, lo veía tan guapo e irresistible, que tomaba todo su autocontrol para no besarlo, pero cuando llegaron al colegio él se había fijado en Cho Chang, así que bye bye, a la oportunidad de que su amigo le fuera al otro bando, así que con la llegada de los búlgaros a Hogwarts aprovechó y se echó a unos cuantos al plato, claro no se enganchó con ninguno, hasta…
Víctor Krum, o Víctor "el imbécil" Krum, que jugó con él, hasta lograr lo quería y le dio la patada. Bueno eso era historia para otro momento.
Volviendo al presente, Harry se veía hermoso con su ropa muggle, su cabello revuelto y sus ojos verdes, la vista era tan hermosa que se mordió el labio para no soltar un suspiro.
—De maravilla, me hace muy feliz verte de nuevo.
—A mí también Harry.
El recién llegado tomó una silla y se sentó enfrente del pelirrojo.
—¿Y cómo has estado?, te he extrañado.
—Muy bien, ocupado por la academia de medimagia, a que no adivinas quien está estudiando conmigo.
—No lo sé, dime.
—Draco "hurón" Malfoy.
—¿Enserio?, y yo que pensaba que se iba a dedicar a los negocios de su padre.
—Pues no, también quiere ser sanador.
—¿Sigue igual de engreído?
—Un poco, pero se ve tan delicioso como la comida de mamá.
Harry solo rodó los ojos.
—Deberías de dejar de estarte acostando con todo aquel que se te atraviesa—, lo regañó el ojiverde.
Si supieras que lo hago para olvidarte—, pensó Ron.
Pero antes de dar la respuesta, llegó otra persona a la cafetería, Ron suprimió una mueca a ver quién era.
—Hola Ron.
—Hola Ginny.
La novia de su amor y su hermana pequeña, la quería, era su hermana pero cada vez que la veía encima de él, le provocaba quitarla y gritar como niño pequeño que no lo tocara.
—Espero no interrumpir algo.
Sí, si lo haces—, pensó Ron.
—No amor, no interrumpes—, le dijo el otro chico a su novia.
Empezaron a darse cariño enfrente de él, las entrañas empezaron a retorcerse en señal de celos.
—Yo creo que me voy, tengo cosas por hacer.
—¿Cómo cuáles?—, preguntó con curiosidad Harry.
—Como acostarme con los sagrados 28, por ejemplo.
Ron rió con la cara que colocó su hermana y su amigo.
Salió del lugar, a los pocos pasos sintió que un brazo rodeó sus hombros.
—Compañero espero que no te haya molestado el que Ginny viniera—, le dijo Harry.
Pues resulta que sí, si me molesta, te esperé por más de 30 minutos ya que eres un despistado impuntual, y esta reunión era porque tenía más de 7 meses sin verte, y resulta que a ti te da igual ya que invitas a tu novia, así que me molesta y mucho.— pensó con amargura.
—No me molesta—, le dio una sonrisa tranquila.
—Bueno, tengo que decirte esto lo más pronto posible.
—¿Qué?
—Ginny y yo nos vamos a casar, la semana pasada le propuse matrimonio y aceptó—, le dijo con una sonrisa enorme.
Ron sintió que su corazón rompía en mil pedazos, pedazos que destrozaban y dañaban su alma.
—Me alegro mucho—, le contestó con una sonrisa que esperaba fuera sincera.
—A mí también, te dejo, ella me está esperando—, con una sonrisa y un abrazo se fue dejándolo con el corazón roto.

Ron vio por donde se había ido su amigo, corrió hacia un callejón para desaparecer, llegó al lugar cerró sus ojos y se apareció donde sabía que iba a estar bien, tocó la puerta y espero que le abrieran.
—Ron ¿Qué sucede?—, le dijo Hermione.
—Se va a casar—, no necesitó más para que ella corriera a abrazarlo.
Ambos entraron a la sala y él se acostó en el sofá llorando, le dolía saber que él se casaba, si le hubieran lanzado una imperdonable en ese momento ni la sentiría, ya suficiente dolor tenía con su corazón roto.
Hermione colocó su cabeza en sus piernas, acariciando su cabello pelirrojo.
—Duele tanto Mione, duele mucho.
—Lo sé Ron, pero esto va a pasar.
—¿Cuándo?
—No lo sé.
—Cada vez es peor, y lo más horrible es que la odio, es mi hermana pero odio saber que es ella la que recibe sus besos y caricias, la que recibe su amor, la odio aunque ella lo haga feliz.
La chica también lloraba, era triste ver a su amigo en ese estado, le rompía el alma pero sus manos estaban atadas.
Recostado en las piernas de su amiga Ron lloró, por lo que pudo haber sido y no fue.

¿Amigos por siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora