nueve

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La mesera volvió a su mesa. Le dio a Louis su té con una pequeña tetera con leche y distintos tipos de endulzantes. Otro camarero les dejó dos copas de vino. La mesera sacó un destapador desde el bolsillo pequeño de su delantal negro.

"Parece que están disfrutando." dijo, sonriéndole a ambos y llevando el sacacorchos a la parte superior de la botella de vino rojo. "¿Quién quiere hacer los honores?"

Louis asintió en dirección a Jack mientras Jack decía "Oh, antes de que la abras, ¿Sería posible cambiar mi orden a té? Siento mucho el inconveniente."

Las cejas de Louis se fruncieron.

"Pense que querias vino rojo." Asintió de nuevo firmemente y gentilmente pateó el tobillo de Jack bajo la mesa. "Iría genial con el sandwich de filete. Yo ayudaré con la botella."

"Puedo traerle una taza de té en adición al vino." La mesera sugirió, el vino ya descorchado.

"Eh, está bien, gracias." Jack dijo asintiendo y sonriendo hacia Louis que estaba al otro lado de la mesa. Sus ojos se iluminaron con su atención de vuelta a la camarera. "Oh, por cierto, sobre el estofado que ordene para él, quería saber si--"

"Saber si viene con pan tostado." Louis dijo mientras estiraba su mano y la dejaba sobre los nudillos de Jack. Los músculos del brazo de Jack se tensaron. "Amo ese tipo de pan." Giró su cabeza a la ventana y luego nuevamente hacia ella, sonriendo. "Hace un clima perfecto para comer estofado."

"Si, el pan tostado viene con la orden. Recién salido del horno."

Louis miró a Jack, que lo miraba como si un alien se hubiera sentado en la mesa con ellos. Louis sirvió las copas con el vino rojo oscuro. El pulgar de Louis acarició los nudillos de Jack.

"Adelante, amor." Asintió gentilmente. "Pruebalo."

Los ojos de Jack se entrecerrar, su mano tensandose bajo la palma de Louis.

Se sentía como si el estruendo de una alarma roja estuviera sonando en el tranquilo y pintoresco café, como si las personas alrededor de ellos estuvieran paradas sobre las mesas rociando el cuarto con extinguidores de fuego mientras gritaban hasta quedar sin pulmones. Tenía la sensación repentina de que estaba intentando despertarse de un sueño en el cual trastabillaba bajando unas escaleras pero no podía despertarse, estaba trabado en un limbo, sus piernas atrapadas y golpeando débilmente bajo sus sábanas demasiado ajustadas.

"Si." dijo, pestañeando una vez, todos los sonidos de alarmas cayendo bajo los murmullos alrededor de él. Levantó su copa y tomó un sorbo. Tragó y asintió a la mesera, poniendo nuevamente su copa en la mesa. "Es perfecto, gracias."

Miró como servía ambas copas. Podría haber sido jugo de uvas para niños, hasta todo lo que sabía, pero su garganta se había entumecido. Observó a Louis como si fuera una víbora sentada erguidamente, estaba charlando con la mesera sobre el pan hecho en casa.

"Volveré con sus platos de entrada en un momento." dijo ella.

"Muchas gracias." Louis agradeció. Los ojos de Jack la siguieron mientras caminaba entre las mesas, podía ver a Louis moviéndose inquieto con su visión periférica. "Bueno," Louis levantó su copa, "tendré que volver a trabajar con los dientes violetas. No podría decir que es mi primera vez."

Jack tomó su copa y sorbió con sus ojos clavados en Louis. Algunas de las notas cálidas del vino le dieron vida nuevamente a su lengua, sabroso sabor tocando sus paletas. Tomó otro pequeño sorbo y luego dejó su copa cuidadosamente sobre la mesa, lentamente relamiendo sus labios.

"Deberíamos armar nuestra historia de trasfondo." dijo Jack.

Louis pasó su pulgar sobre su labio limpiando un resto de vino.

Escapade || L.S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora