[35] Equipo de los churros

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Al día siguiente.






En la casa Choi todo estaba tranquilo, SooYoung peinaba a YeonJun, haciendo trenzas y poniendo lazos, mientras que el omega sólo se dejaba hacer y revisaba su teléfono. SooBin estaba en la habitación que usaban como oficina arreglando algunas cuentas de su empresa, mientras que Sunoo...

—Papá Soo~ —canturreó entrando a la habitación, el alfa dejó de anotar los números en una hoja y volteó a su hijo que lo abrazó, rió por eso— ¿Será qué puedo salir al cine con Niki? —preguntó con una sonrisa, SooBin sabía que su hijo quería algo.

—Preguntale a tú papá —dijo mirando a su hijo salir de su oficina directo con YeonJun.

—Papá Jun~ —canturreó mirando al omega que lo observó con atención— ¿Puedo ir al cine con Niki?

—Preguntale a tu papá —respondió en automático, Sunoo bufó y le explicó que venía de donde SooBin que le había dicho lo mismo, YeonJun le pidió un momento a su hija y se levantó— Vamos a pensarlo, ¿podrías acomodar tú ropa mientras tanto, hijo?

—¡Si si! —asintió despareciendo para ordenar su ropa junto a SooYoung que estaba dispuesta a molestarlo y tal vez, solo tal vez, ayudarlo.

YeonJun cerró la puerta de la oficina a sus espaldas y miró a SooBin que estaba sacando algunas cuentas en una calculadora, se interpuso entre la computadora y SooBin, sentándose en el regazo del alfa.

—Pueden ir, pero me da miedo...—murmuró el alfa dejando la calculadora para mirar fijamente a su pareja.

—¿Miedo o celos? —rió el omega.

—Celos —admitió causando una carcajada del omega— Pero dejando de lado mis celos... El cine se presta para muchas cosas, si nosotros, adultos y con catorce años de casados no podemos mantener las manos quietas, imagina ellos que tienen las hormonas alborotadas —dijo haciendo a YeonJun asentir. Tenía razón.

—Igual eso no es algo que podamos evitar, sea o no sea en el cine, va a ver un momento en donde-...

—¡No lo digas! —lo calló SooBin sin querer escuchar que su hijo ya había crecido y tenía una pareja con la cual podría saciar ciertas necesidades.

YeonJun rió y dejó un besó en su nariz, luego en sus mejillas y por último en sus labios, el omega rió cuando su espalda chocó con el borde del escritorio.

—Tienes cosas que hacer, jefesito —le dijo sosteniendo las manos del alfa para que no fueran más allá de su cintura— Y yo tengo que pedir la comida, así que adiós —besó por última vez a su esposo y, como pudo, se zafó de su agarre para ir con sus hijos que estaban jugando a las peleas en la sala de estar, Sunoo tenía a SooYoung en una llave y la niña mordía insistentemente el brazo de su hermano que le decía que se rindiera de una vez.

Así jugaban, parecían unos salvajes, pero se divertían.

—Sunoo, recuerda que SooYoung es una niña y es-...

—¡Muere! —YeonJun calló sus palabras cuando SooYoung se zafó de la llave y empezó a ahorcar a su hermano que estaba buscando la manera de escapar, obviamente los golpes y agarres los hacían con fuerza medida.

YeonJun tomó su teléfono y revisó todos los contactos de comida que tenía agendados, marcó el de pizza, era de esos días en donde a ninguno de los dos le apetecía cocinar.

Sweet Sunoo || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora