Sweet Sunoo || SooJun

[21] Pollito

GyuHin 6 años, TaeHin 6 años, TaeYeon 2 años.

Cinco días antes de la cena de Navidad.

—Bonitos y gorditos, mis niños —dijo BeomGyu mirando a sus hijos caminar agarrados de la mano frente a ellos dos, iba con TaeHyun con las manos entrelazadas. Los niños empezaron a reír y a caminar como pingüinos.

—Ya sabes, si rompen algo ellos no son nuestros hijos —habló TaeHyun entrando al súper mercado, el omega rió tomando uno de los carritos, era la primera vez que iba toda la familia de compras— ¿Alguien quiere subir? —preguntó señalando el carrito de compras.

—¡Yo, papi, yo! —la pequeña TaeYeon rió cuando fue alzada en los brazos del alfa para ser dejada en la silla especial, mirando a su papá omega— Papá —dijo aplastando las mejillas del omega que le sonrió besando la punta de su nariz.

TaeHyun se encargó de empezar a manejar el carrito mientras BeomGyu sujetaba las manos de ambos hermanos mayores.

—¡Papá, mira! —señalaron los dos mayores a un hombre que vestía de Santa y saludaba a todos— ¡Vamos, vamos! —BeomGyu se dejó arrastrar por los niños al hombre que luego de saludarlos y prometerles muchos regalos miró a la pequeña TaeYeon.

—¡Hola, pequeña! ¡Feliz Navidad! —dijo el hombre haciendo a la pequeña asustarse y estirarse todo lo que su cuerpo y el cinturón que tenía estando en el carrito, le permitiera.

TaeHyun besó la frente de la niña y siguió avanzando anotando en su cabeza que su bebé le tenía miedo a ese hombre de Santa.

BeomGyu y los niños lo alcanzaron luego de unos segundos, empezaron a caminar por los pasillos, arrojando al carrito lo que necesitaban para la cena que harían en Navidad.

Cuando llegaron al pasillo de las salsas, la pareja se distrajo un poco, solo un poco.

—Tae, la salsa napolitana es divina, a todos les gusta —insistió el omega con el frasco de dicho producto en su mano.

—Y a todos les gusta la boloñesa —dijo señalando el frasco que él tenía.

—Solo lo quieres llevar porque a ti te gusta, la napolitana es mejor —dijo tomando otro de los frascos.

—¿Sabes qué? Llevemos las dos, lo pondremos a prueba con los demás, si les gusta....

—Papi, mis helmanos...—señaló la pequeña, pero los dos adultos estaban concentrados en la salsa.

—Si les gusta tú me comprarás lo que yo quiero y si a todos les gusta tu salsa yo te compro algo —dijo metiendo su frasco en el carrito.

—Hecho —BeomGyu hizo lo mismo.

—¡Papás! Mis helmanos —los dos adultos voltearon a ver a la niña que insistía en señalar el pasillo, para cuando los dos voltearon, los niños no estaban.

Rayos.

—Por culpa de tu salsa, estúpida salsa —BeomGyu iba refunfuñando mientras caminaba cada vez más rápido, mirando a todos lados para ver si sus cachorros estaban por ahí.

—Y tuya también, tú los soltaste —gruñó TaeHyun doblando en un pasillo.

—Porque alguien insistió en su salsa —completó ahora luciendo más desesperado que antes, era la primera vez que los niños se perdían en un lugar como esos, además ya habían dado la vuelta completa al local y nada.