[11] Centro comercial

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Siete meses de gestación.









Cuando YeonJun estaba pisando los siete meses de embarazo a Choi SooBin se le ocurrió la maravillosa idea de salir con Sunoo.

Y no lo digo en forma sarcástica, claro que no, el alfa quería pasar mucho tiempo con Sunoo para que el pequeño no se sintiera mal cuando llegara su hermano y tuvieran que estar más pendiente de él a pesar de que los dos harían todo lo posible para dividir su cien por ciento en partes iguales, cincuenta para Sunoo y cincuenta para el nuevo bebé.

Pero al parecer a YeonJun, con hambre voraz y en un constante reposo, no le gustó.

—¿Por qué te vas a llevar a mi cachorro? —preguntó con el ceño fruncido mientras miraba como el castaño se colocaba cualquier conjunto deportivo para salir.

—Voy a llevarlo al centro comercial a comprar unas cosas, cariño —contestó SooBin por novena vez sentado en el suelo mientras ajustaba sus zapatos que eran, obviamente, de la misma marca de su conjunto deportivo.

—Tu solo esperaste a que yo estuviera aquí, postrado en una cama para llevarte a Sunoo a divertirse sin mi —le acusó cruzándose de brazos, estaba sentado en el borde de la cama, Sunoo estaba sentado en el medio del nido que habían armado hace un mes, jugando con sus autos de carreras mientras estaba vestido, listo para salir.

—Claro que no, solamente se me ocurrió, además, tengo que comprar algunas cosas que se acabaron, ¿puedes creer que se acabó el atún de un mes en dos semanas? —preguntó mientras se levantaba para tomar su billetera y cosas necesarias.

—No lo sé, tu eres el de los antojos —subió sus hombros y se volteó para ver a Sunoo— Bebé, ¿me vas a dejar solo?

Sunoo asintió moviendo su flequillo.

—Va a divertirse conmigo, ¿verdad, Sunnie? —preguntó SooBin peinando su cabello.

¡Si!asintió de nuevo el pequeño Choi, sonriendo al omega que solo achicó los ojos. Sunoo gateó hasta él y se dejó mimar y besar las mejillas por el omega, ya estaba acostumbrado y no le desagradaba, le encantaba.

—Nos vamos, escríbeme si pasa o quieres algo, venimos en unas horas —habló el castaño inclinándose para besar con cariño al peligris que solo asintió tomando su teléfono, decidiéndose a gastar su tiempo ahí como lo había estado haciendo esas últimas semanas en cama— Te amo —dijo el alfa tomando a Sunoo.

—Si si, vete —contestó batiendo su mano en el aire mientras observaba su teléfono.

SooBin rió y salió de la habitación para luego tomar las llaves de la casa, iban en auto y, en la entrada del centro comercial le estarían esperando unos dos guardaespaldas que había contratado por ese día.

Con rapidez, dejó a Sunoo en la silla especial y él subió al lugar del piloto para empezar a conducir con la vocecita chillona de Sunoo contando alguno de sus inventos en juegos de fondo.

Algo que al parecer no le gustaba a Sunoo cuando salían era tener que enfrentarse con la prensa y estar cubierto por cierto tiempo.

—Ya vamos a llegar, Sunnie —calmó el castaño caminando más rápido cuando escuchó el lloriqueo del pequeño. La estúpida prensa estaba ahí, como siempre.

SooBin entró al centro comercial y soltó un suspiro, la prensa quedó fuera ya que el mismo centro comercial había reproducido un voceo en donde especificaban que no se podían tomar fotos ni hacer vídeos si no querían salir con una denuncia en manos.

El alfa había hecho esa petición a los gerentes y agradeció que el lugar estaba casi que vacío porque no serían tantas miradas para Sunoo.

El pequeño se alzó cuando quitaron la manta de su cabeza, miró todo a su alrededor, señalando una tienda de juguetes.

Sweet Sunoo || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora