Sweet Sunoo || SooJun

[3] Cita médica

Por otro lado, SooBin se estaba comiendo las uñas mientras esperaba por su pareja.

YeonJun había entrado hacer unos minutos a un cubículo en donde le sacarían la sangre para hacer las pruebas correspondientes, ¿por qué SooBin estaba así? Porque llevaba una semana sobre protegiendo a los dos, omega y niño.

—Ya, no morí, alfa tonto —YeonJun besó su mejilla en cuanto llegó, tenía un apósito en su brazo izquierdo.

—¿Tienes hambre? —preguntó levantándose— Claro que tienes hambre, te acaban de sacar un litro de sangre —dijo arrastrándolo a la cafetería de la clínica.

YeonJun no pudo hacer más que reír algo tímido. Tenía una idea del porqué SooBin estaba de esa forma.

El alfa se había perdido de cuidarlo o estar con él cuando estuvo en cinta de Sunoo y ahora, que posiblemente estaba en cinta, no quería perdérselo y darle todas las atenciones necesarias.

Lindo.

—Un jugo de naranja y algún croassant —dijo su orden cuando SooBin le preguntó que quería. El alfa asintió y pidió junto a eso, galletas de chocolate, café y un pié de limón.

Se sentaron en las mesitas del lugar, YeonJun se aseguró de estar algo apartados de los demás como era costumbre en él y, ahora, en SooBin.

—Dime, si resulto estar en cinta, ¿qué quieres que sea? —preguntó jugando con el centro de la mesa. El alfa sonrió.

—Niña. Y sin son dos, niña y niño. Y si son tres dos niñas y un niño. Y si son cuatro-...—SooBin fue callado por los labios del omega sobre los suyos.

—No quiero saber si son diez —bromeó agradeciendo a la mujer que les llevó el pedido.

—Bueno... Quiero una niña, supongo que tu también —dijo soplando su café con leche.

—Claro... Aunque... —hizo un gesto con su cabeza mientras bajaba la mirada a su pequeña merienda. Bebió del jugo de naranja bajo la mirada confundida del alfa, al saber que SooBin no se movería de su posición hasta que no hablara, tragó el líquido y suspiró— Tengo miedo —admitió en un tono bajo.

El alfa miró a los lados y se dedicó a comer en silencio, no era conveniente hablar de esas cosas en público así que luego de terminar su merienda en silencio se levantaron para ir al auto fuera de la clínica.

SooBin guardó las galletas que había comprado para los niños del grupo en la guantera y miró al omega a su lado, estaban en la parte de atrás ya que aún necesitaban los resultados y no podían irse.

—Sabes que te dije, hace dos años, que quedar en cinta era riesgoso y... —SooBin asintió indicándole con un gesto que no tenía que repetirlo— Bueno... Hace unos meses atrás, me hice los exámenes para saber la posibilidad de estar en cinta sin algún riesgo y-y... —cuando la voz del omega se rompió SooBin supo que los resultados de los cuales apenas y se enteraba, no eran buenos.

Soltó un suspiro y abrazó al peligris, dejando su cabeza en su pecho. El omega no quería llorar así que solo se despegó del alfa y lo miró fijamente en espera de alguna respuesta o reacción.

—Nada malo pasará, te lo prometo. Estoy cien por ciento seguro de que estás en cinta y también estoy cien por ciento seguro de que todo saldrá bien y en menos de lo que pienses ya tendremos cinco cachorros corriendo por la casa con Sunoo —el peligris soltó una risa mientras apoyaba su cabeza en el hombro ajeno. SooBin sonrió sin mostrar los dientes al lograr sacarle una risa al omega, besó su hombro por sobre la tela de su playera y se recostó de la puerta del auto dejando al omega casi que encima de él.