[9] Berrinche

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Maratón 4/?

Cinco meses de gestación.













Sunoo tenía tres, casi cuatro años de edad y nunca había hecho un berrinche.

Aunque nunca digan nunca, amigos míos.

Como era normal todos los meses de gestación debía ir con Min YoonGi para su respectiva revisión, ecografía y demás, y ese día tuvieron que llevar a Sunoo.

El niño estaba tranquilo, sentado en la silla del omega pelinegro quien, de inmediato, había caído encantado por el niño que inclusive le dio unos papeles y colores para que se distrajera mientras hacía sus papás estaban ocupados.

Papi, tengo hambre —dijo en medio del pequeño silencio que habían formado los adultos, SooBin volteó a verlo.

—En un ratito voy a comprar el desayuno, ¿está bien? —Sunoo asintió y siguió con su obra de arte en la hoja que le dio YoonGi.

—¿Por qué no vas ya mismo? Tengo hambre también —habló YeonJun empezando a subir su playera levemente. SooBin achicó los ojos y luego de darles una última mirada se fue a comprar los dichosos desayuno.

Los dos omegas se miraron y se apuraron a hacer el eco en donde, por fin, se revelaría el sexo del nuevo integrante de la familia Choi. YeonJun no revelaría el sexo, dejaría que lo descubrieran el día de su nacimiento, pero él quería saber para comprar algunas cosas, tampoco tendría a su cachorro desnudo o desnuda.

YoonGi se apresuró a hacer su trabajo, sonrió al captar el sexo del bebé y se lo dijo al omega que aplaudió feliz, Sunoo no había escuchado nada gracias a la concentración que tenía.

Cuando SooBin volvió ya los dos omegas estaban hablando de cosas cotidianas de la vida, Sunoo estaba sujeto a la pierna izquierda del omega que tenía el dibujo en una mano.
Otra obra de arte para el refrigerador.

—Muchas gracias, ¡hasta luego! —se despidieron y salieron de ahí, SooBin iba a atacar al omega con preguntas pero Sunoo lo detuvo.

Pa, mi desanuyopidió recibiendo una corrección de la palabra. SooBin abrió la bolsa y le entregó un envase pequeño de fruta picada indicándole que en el auto le daría lo demás.

Pero Sunoo, no quería fruta picada.

—Ese es tu desayuno, Sunoo, tienes que comerlo y-...

¡No quiero! —gritó en medio del pasillo de hospital, SooBin frunció el ceño y se levantó.

—Te las tienes que comer —le señaló. Sunoo negó con su cabeza con el ceño fruncido.

¡No! —gritó de nuevo dejando el envase en una silla de metal, dos de éstas más atrás había un alfa en su teléfono, escuchando y mirando de reojo la escena.

—Que si, agarralo y lo comes, ese es tu desayuno, no hay más —YeonJun cruzó sus brazos y miró al niño con el ceño fruncido. ¿Por qué de un momento a otro Sunoo tenía ese cambio de humor? Y también, ¿por qué no quería desayunar fruta picada si eso era lo que les pedía de desayuno siempre?

¡No! ¡No! ¡No! ¡No quiero, no quiero! —dijo saltando mientras movía sus brazos a todos lados.

—¡Choi Sunoo! —SooBin estiró su mano y tomó una de las manos del niño sin esperar que este se alejara de él y se quejara— Camina, nos vamos a casa. Olvidate de los dulces y de los juguetes. Vamos, camina —señaló la salida, Sunoo negó— Camina —le repitió de nuevo. El tono del alfa era fuerte y su expresión daba miedo pero Sunoo no se inmutó.

Sweet Sunoo || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora