𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝚎𝚒𝚐𝚑𝚝

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𝐕𝐚𝐧𝐜𝐨𝐮𝐯𝐞𝐫, 𝐂𝐚𝐧𝐚𝐝𝐚, 𝐀𝐠𝐨𝐬𝐭𝐨 𝐝𝐞 2019.

Había pasado una semana desde lo sucedido e Isobel no se encontraba del todo bien, ella fingía que nada le afectaba cuando en realidad estaba muriendo por dentro sin que nadie lo notara, o eso creía.

En el transcurso de esa semana Owen, Charlie e Isobel estuvieron buscando un departamento para poder vivir los tres en Canadá, visitaron muchos lugares pero ninguno los convencía del todo, siguieron buscando hasta que encontraron uno perfecto para ellos. Habían llegado a un departamento que estaba cerca del set de grabación, tenía tres habitaciones, un baño, una cocina y una sala de estar grandes, además de un balcón con una gran vista, era perfecto para ellos.

El castaño lograba ver como Isobel no se encontraba bien, pues con lo poco que ha podido conocerla, se dio cuenta de que ella intentaba hacerle creer a los demás que estaba bien cuando no era así y el lo sabía, pero prefería que las cosas fluyeran entre ellos dos para que las cosas no se volvieran incómodas, pues bien sabía el castaño lo incómodo que era hablar de esos temas. ¿Como lo sabía? Fácil, el hace mucho tiempo pasó por lo mismo y por eso sabia que era mejor esperar.

Mientras terminaban de acomodar todas sus cosas en el departamento, a Owen se le ocurrió ir a comprar algo para comer, haciendo que el castaño y la rubia se quedaran solos en el departamento.

El lo había hecho adrede, ya que podía notar la conexión que tenían ambos cuando estaban juntos. Ellos eran amigos claro, pero el rubio sabía que podrían ser algo más, y vaya que no se equivocaba.

Charlie e Isobel en este momento se encontraban en el balcón del departamento disfrutando de las vistas que este les ofrecía en silencio, pero no uno incómodo; era de esos silencios en los que te sientes cómodo estando con la otra persona sin decir nada.

—¿Puedo hacerte una pregunta?— dijo Charlie girando para quedar frente a la rubia.

—Acabas de hacerla— respondió ella con burla mientras giraba para quedar frente al castaño.

—Ja-Ja que graciosa— respondió el castaño cruzado de brazos.

—Siempre— respondió la rubia haciendo una pose diva.

—No es cierto— le dijo el castaño para molestarla.

—¿Ah si? Bien, no me hables— dijo la rubia girandose para ignorar al castaño.

—Oh vamos, sabes que es broma Iz— dijo Charlie haciendo que la rubia lo mirara de una mala manera.

—Bien, ¿Que querías preguntarme?— dijo Isobel soltando un suspiro.

—Espero que no te moleste que lo pregunte pero, ¿por qué dejaste la actuación por un año?— le pregunto Charlie mirándola a los ojos.

Isobel solo suspiro, sabía que en algún momento Charlie iba a preguntárselo.

—Lo lamento si te incomode-

Isobel lo interrumpió.

—No tranquilo, no me incomoda— le respondió tranquila.

—Deje de actuar por la muerte de alguien importante para mí, eso hizo que lo dejara. Te lo digo porque de cierta manera me inspiras confianza para decírtelo.

Charlie solo la observó, y al ver sus ojos supo que no estaba bien, sus ojos no llevaban ese brillo que tenían a la hora de actuar, ahora estaban vacíos. En ellos se reflejaba la tristeza que tenía en su interior.

—Lo siento mucho, no debí preguntar— dijo el castaño rascando su nuca.

—Ey no te preocupes— le respondió la rubia— no tenías como saberlo.

𝕋𝕙𝕖 ℝ𝕖𝕒𝕤𝕠𝕟 • ℂ𝕙𝕒𝕣𝕝𝕚𝕖 𝔾𝕚𝕝𝕝𝕖𝕤𝕡𝕚𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora