Boyfriend 💞 Karma Akabane

💞 18

[Residencia Kawakami]

Tn tomó el bolso del pelirrojo, lo subió al sofá y lo abrió, quería buscar la revisa que él compró en el camino, sin embargo sus ojos se abrieron con sorpresa al ver lo que había dentro. Tomó aquel arma y la observó detenidamente.

– Oye, princesa –llamó.

Karma había ido al baño y, al regresar con la rubia, abrió los ojos con sorpresa al ver que ella tenía el arma con balas anti-profesor que usaban para tratar de matar a Koro-sensei.

– ¿Qué haces con eso?

– ¿Qué haces tú con esto? –lo miró.– ¿Planeas hacer un tiroteo escolar? Esto no es Estados Unidos –rió.

– Qué broma tan oscura –rió.– Deja eso. Puedo explicarlo.

– ¿Seguro? –le apuntó.– Explícate o disparo.

– Ugh...Tengo una explicación, pero no puedo decírtela.

– ¿Por qué no?

– Es confidencial.

– ¿A quién planeas matar?

– No puedo decírtelo.

La fémina frunció el ceño y disparó. Aquella bala de plástico salió volando y chocó contra el brazo del chico, quien rió.

– Oye, si era un arma de verdad podrías haberme matado.

– Sabía que era falsa –bajó el arma.

– ¿Cómo?

– Tengo experiencia con armas reales –sonrió.– Esto es plástico –golpeó el arma con las uñas.– Sabía que dispararía balas de plástico inofensivas o que saldría alguna bandera con una frase ridícula del cañón.

– Espera, ¿Cómo que "tienes experiencia"? –rió.

– Hm –sonrió.– Sígueme, bobo –se levantó.– Te enseñaré algo.

La chica tomó la mano del contrario y comenzó a caminar, llevándolo con ella.

[Despacho]

Ambos entraron a aquella oficina, y ella cerró la puerta con seguro.

– Esto...

– Es la oficina de mi madre.

– Ya veo.

Tn dejó el arma de plástico sobre el escritorio, se acercó a una de las pinturas en la oficina, la tomó y la descolgó, dejándola en el suelo y dejando a la vista una caja fuerte, movió la rueda para introducir la contraseña y la abrió; tomó el arma que estaba allí dentro y apuntó al chico. Karma se sobresaltó y sonrió, algo nervioso.

– Oye... –rió.– Baja eso, podrías lastimarte, o a mí.

– No te preocupes, tiene el seguro.

– ¿Por qué tu madre tiene un arma? Creí que no eran permitidas.

– No lo son. Sólo la policía tiene permiso, y no todos los policías tienen una, igual que los militares –bajó el arma.– Mi madre hizo el servicio militar porque su padre era militar. Sabe combate cuerpo a cuerpo, manejar armas, pilotear aviones de combate y helicópteros.

– Impresionante...

– Sí –sonrió.– Mamá es genial.

– ¿Y ella te enseñó?

– No. De hecho, ni siquiera sabe que yo me sé la contraseña de la caja fuerte. Aprendí de mi hermano, él sabe manipular armas.

– Ya veo...Pero guarda esa cosa, en serio.