Primer paso: Se busca joven desvergonzado

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Wei Ying caminó hacia su vehículo aparcado en el estacionamiento del que hasta en ese momento había sido su lugar de trabajo. Como casi siempre, vestía de negro y el único toque de color era una bufanda roja que colgaba de su cuello, sonreía animado pues consideraba que nuevamente sería libre y podía hacer lo que quisiera. Al entrar en el vehículo encendió la calefacción y llamó a su querido primo —Cheng Cheng, tienes que venir a ver el partido en mi casa y aprovechamos para tomar un par de tragos de sonrisa del emperador— anunció en cuanto contestaron del otro lado de la línea.

—Es lunes, idiota— su gruñón primo dio respuesta —No olvides que hay algunos que sí trabajamos, además no me he recuperado del fin de semana. Solo a mí se me ocurre creer en ti cuando me pediste que te ayudara a mover algunos muebles en tu nuevo departamento sin pensar que estar contigo equivale a problemas o beber hasta olvidar mi nombre o las dos cosas juntas—

—Cheng Cheng yo solo quise agradecer tu amabilidad al ayudarme—

—En el futuro, si quieres mostrar tu agradecimiento evita darme alcohol—

—No seas amargado, solo fue una mini fiesta improvisada para celebrar la inauguración de mi departamento—

—Si, en la que apareció la tóxica de mi ex y terminé avergonzándome a mí mismo dedicándole canciones de desamor— Las carcajadas del joven de negro no se hicieron esperar.

—No recuero haberte obligado a nada pequeño primo—

—Eres un idiota que siquiera intentó detenerme— reclamó molesto —Wen Qing me llamó esta mañana para decirme que no le vuelva dirigir la palabra—

—Cada que discuten dice lo mismo— contradijo el pelinegro cansado del subibaja que se traía ese par. Era la típica pareja "no puedo vivir contigo ni sin ti" —Fue tan divertido de ver, lo mejor de todo es que recordé decirle a Wen Ning que lo grabara en su celular—

— ¿Qué hiciste qué? — gritó el primo alarmado.

—Lo grabamos y si no quieres que tu oscuro pasado salga a la luz y empañe tu inmaculada imagen nos vemos en mi departamento ¡Ah! Y no se te olvide llevar unos pomos de sonrisa del emperador— Ambos sabían que la amenaza nunca sería efectiva, pero habían pasado toda su vida con esta dinámica y era difícil cambiar sus hábitos —Te prometo de nuestra toxica favorita no va a estar presente. Será una fiesta de pura testosterona—

—Te veo en media hora—

— ¡Si! Nos vemos didi—

— ¿Quién es tu didi?, idiota— atinó a escuchar antes de colgar.

Como siempre, los acompañaron sus mejores amigos; Nie Huaisang y Wen Ning.

—Hermano Wei, ¿Ahora qué harás si renunciaste a tu trabajo? — Ese había sido el último día de trabajo del ojigris quien renunció debido a que no sentía que ser curador de arte fuera realmente algo que amara y disfrutara por encima de todas las cosas.

—Voy a vivir de la venta de mi cuerpo— respondió alegremente.

— ¿Quién quiere comprar siquiera un minuto contigo?, idiota— preguntó su primo.

—Cheng Cheng, no seas envidioso, te recuerdo que en la escuela todas las chicas morían por mí—

—Eso es porque no sabían que un segundo a tu lado equivale a perder un año de su vida—

—Hermano Wei, ¿en verdad vas a dedicarte a... a eso? — preguntó tímidamente Wen Ning provocando la risa de los demás.

—Me pregunto quién de los dos es más tonto. No entiendo el motivo por el cual continúan creyendo todo lo que sale de la boca de este idiota— señaló primero a sus dos amigos y luego a su primo.

Guía completa para enamorar a Wei YingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora