Guía completa para enamorar a Wei Ying

Vigésimo cuarto paso: Proteger a Wei Ying hasta de sí mismo

—Pareces una doncella que espera ansiosa volver a ver a su hombre al que ha visto partir a la guerra— se burló su primo. Durante casi tres meses, él y sus amigos habían aguantado las constantes quejas y lamentaciones de Wei Wuxian por no estar con su novio.

—Cheng Cheng, digas lo que digas no vas a lograr ponerme de mal humor— se quejó —Extraño a mi Lan Zhan y por fin voy a verlo— los inquietos pies del joven se movían felices. Los dos primos estaban en espera de que su vuelo fuera anunciado.

—Deja de moverte, hasta ahora hemos pasado desapercibidos porque nos movimos con cautela, pero si alguien te reconoce estaremos acabados.

—No me importa, estoy tan feliz que no me importa que nos vean—

—A ti no te importa porque eres un desvergonzado, pero tal vez a tu cubito de hielo si le importa—

—Ya tenemos un plan de respaldo, es por eso por lo que vienes conmigo— Un día antes Wen Qing había salido rumbo a Corea para participar en un "seminario médico", de acuerdo con el plan, el joven Jiang la sorprendería con una petición de matrimonio y Wei Wuxian iba de apoyo moral y para grabar el evento. Dicha petición había sido casi dos meses atrás por lo que la pareja ya se encontraba comprometida y solo estaban actuando para ayudar a que la Wei Ying y Lan Zhan se reencontraran sin que los fans y medios se enteraran.

—Ya lo dijiste, un plan de respaldo, no quiero que me vean contigo—

—Soy demasiado hermoso como para pasar desapercibido— antes de que el primo menor pudiera meter un poco de humildad en el otro, los altavoces anunciaron que ya debían embarcar.

Aunque el plan era sencillo pudo haber funcionado si el par en cuestión conocieran el significado de la palabra discreción, todo fue muy bien; llegaron al hotel donde también se encontraba hospedado el joven Lan, se registraron e inmediatamente Wei Ying se coló en la habitación de su novio y no lo volvieron a ver sino hasta al día siguiente cuando bajó a desayunar con el cuello lleno de una serie de chupetones que para el colmo lucía con orgullo.

— ¿Cómo se te ocurre pasear por todo el hotel con todas esas cosas en el cuerpo? ¿Acaso quieres que los descubran? — regañó Wen Qing.

— ¿Qué cosas Qing-Jie? — preguntó el joven Wei mientras echaba miel a sus hot cakes.

—Es tan idiota que no se ha dado cuenta— informó Jiang Cheng a su novia — ¿En que estaba pensando ese cubito de hielo? —

—No creo que estuvieran pensando mucho— se burló la joven —Anda, pásale tu chamarra para que se tape— Jiang Cheng obedeció inmediatamente como buen futuro esposo —Ponte eso— ordenó a Wei Ying quien obedeció sin cuestionar.

— ¿Por qué tu cubito de hielo no te cuidó y permitió que salieras con esas pintas? —

—Lan Zhan salió casi de madrugada porque le tocaba grabar, de haber sabido no le pido las dos últimas rondas— informó sin vergüenza ni arrepentimiento por hacer que su novio se desvelara. Se había despertado buscando el calor de su didi y se encontró en la habitación vacía y una nota en la cual le decía que había ido a grabar y no tenía hora de regreso, al final escribió lo mucho que lo había extrañado y amaba, después de eso no pudo continuar durmiendo en por temor a ser descubierto.

—Vamos Wangji, tres, dos, uno. Acción— gritó el director e inmediatamente empezó a actuar como su personaje. Era el penúltimo día de rodaje y él moría de ganas porque acabara pues quería estar con su Wei Ying. Se había llevado la sorpresa de su vida cuando el día anterior tocó a su puerta, apenas lo vio pensó que se trataba de una alucinación provocada por lo mucho que lo extrañaba, pero realmente estaba ahí en carne y hueso, tan hermoso y sonriente, tan Wei Ying.