Vigésimo tercer paso: Nunca desperdiciar una oportunidad para demostrarle amor

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Pocos meses después del final de la serie Wei Ying finalmente se había unido a Lanling Jin y su carrera crecía a niveles exorbitantes, su cuenta bancaria empezaba a acumular ceros y sus redes sociales cada vez tenían más seguidores, la mala noticia es que tanto él como su novio estaban sobrecargados de trabajo y las posibilidades de verse eran infinitamente pocas, tampoco podían vivir juntos para evitar que su relación fuera conocida, aunque eso no quitó que muchos especularan acerca de su cercanía y sus reacciones cuando estaban juntos. Luo Qing-yang se convirtió en la manager de Wei Ying para que ambos pudieran verse sin levantar sospechas.

—Lan Zhan, mírame— exclamó Wei Ying en cuanto llegó al camerino del set donde serían entrevistados — ¿Me extrañaste? — abrazó a su novio feliz, aunque apenas habían pasado un par de días sin verse.

—Mn—

—Yo también te extrañé—

—Wei Ying, debemos hablar, en cuanto termine la entrevista Luo Qing-yang nos va a llevar a un lugar donde podamos estar sin que nos molesten—

— ¿Es malo? —

—No— dio un beso en la frente del mayor —solo hablar—

—Es un alivio, quiero hablar y también hacer cosas malas con mi didi—

—Desvergonzado—

Tal como habían acordado, al finalizar la entrevista fueron llevados a casa de Luo Qing-yang quien oportunamente los dejó solos para que platicaran.

—Mira Lan Zhan, es tan lindo— expresó mientras acariciaba a uno de los gatitos de la joven.

—Linda— corrigió por lo que Wei Ying miró inmediatamente para constatar que efectivamente era una linda chica.

—Lan Zhan ¿Cómo pudiste mirar tan rápido? —

—Luo Qing-yang habla todo el tiempo de sus hijos y me muestra sus fotos—

—Ahhhh— una sonrisa floreció en el mayor —Yo también quiero unos—

—Mn—

—Mejor que sean conejos—

—Mn, me gustan— estuvo de acuerdo.

—A mí también, podemos criar y comer conejos—

—Wei Ying—

—Está bien, solo los criaremos—

—Mn. Wei Ying—

—Ahora vamos a hablar seriamente— afirmó.

—Mn— Bajó la cabeza —Hay una oferta de trabajo en Corea, es por tres meses— informó.

— ¡Lan Zhan! ¡Te voy a extrañar! —

—No quiero ir— bajó su cabeza negándose a mirarlo.

— ¿Es por mí que no quieres ir? —

—Mn— un ligero puchero se formó en sus labios.

—Lan Zhan, la única manera en que yo te pediría que te quedes es porque la oferta no es buena para tu carrera—

—Lo es, es para una serie—

—Muy bien. Yo tengo mucho trabajo para los próximos meses y aunque te quedes tendremos pocas oportunidades para vernos, así que lo único que voy a extrañar es la oportunidad de tener nuestro todos los días— abrazó al joven queriendo infundirle ánimos.

—Te voy a extrañar—

—Yo también te extrañaré, pero podemos vernos por videollamada—

—No es lo mismo—

—No es lo mismo, pero si ya superamos a nuestros padres, la distancia es lo de menos. Lan Zhan, tienes que darme muchos mimos en compensación de todos los meses que no lo harás—

—Mn— aunque termino dándole algo más que mimos. Por fortuna para los ojos de la dulce Luo Qing-yang ya habían terminado cuando esta llegó, aunque pudo darse cuenta de lo sucedido porque ambos estaban bastante maltrechos.

— ¡Par de desvergonzados! ¿Cómo se atreven a contaminar la castidad de los ojos de mis dulces bebés? — se quejó la joven apenas llegó a casa y notó el desastre que ese par se había montado en la sala frente a sus hijos.

—Hermana Mian Mian, apiádate de este par de amantes que serán separados por tanto tiempo— se quejó el lindo pelinegro.

— ¿Y eso les faculta venir a corromper la santidad de mi hogar e hijos? —

—Envidia— aportó Wangji con su característica seriedad.

—Wangji, me debes una sala nueva porque no creas que mis bebés y yo nos vamos a sentar ahí donde hicieron sus cochinadas—

—No fueron cochinadas Mian Mian. Lan Zhan y yo nos estábamos despidiendo—

— ¿En mi casa? ¿En mi mueble? ¿Cuándo faltan casi dos meses para que se vaya? — preguntó irónica mientras cruzaba sus brazos esperando una respuesta.

— ¿De qué color lo quieres? — cortó el jade.

—Rosa— exclamó emocionada la gerente —Este es el modelo— inmediatamente buscó en su teléfono la imagen del mueble deseado y se la enseñó al joven —Te paso los datos por WhatsApp—

—Me pregunto si lo tuyo es eficiencia o abuso— cuestionó Wei Wuxian rascándose la cabeza.

—Yo le llamó identificación y aprovechamiento de áreas de oportunidad— se defendió sin pizca de vergüenza.


Nota:

Sinceramente la desvergüenza de mi par favorito a veces me recuerda a "Gaby y Plutarco" (Una Familia de Diez) así que no pude evitar mandarlos a despedirse.

Guía completa para enamorar a Wei YingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora