Vigésimo quinto punto: Hacer feliz al desvergonzado

726 112 37
                                    

El enorme jardín de una hermosa casa se encontraba completamente lleno de globos azules y blancos, había unas veinte mesas repartidas alrededor, a unos metros de distancia había un grupo de niños brincando en juegos inflables instalados para la ocasión, mientras sus madres vigilaban y hacían vida social.

Jiang Yanli como buena anfitriona se paseaba por cada mesa para preguntar a sus invitados si requerían alguna cosa, al llegar a la última mesa se sentó con un suspiro de satisfacción —La próxima vez voy a planificar un viaje familiar como regalo de cumpleaños— acarició su vientre distraídamente sacando cuentas de la edad que tendría su bebé en ese momento.

—Si no mal recuerdo esa fue mi propuesta, misma que fue categóricamente rechazada— comentó su esposo.

— ¿Alguien pidió tu opinión Pavo Real? — Jiang Cheng salió dispuesto a defender las decisiones de su hermana.

— ¿A quién le dices Pavo Real? Además, estaba hablando con mi esposa, no con el Picacheng—

— ¿A quién le dices Picacheng? —

—Niños, dejen de discutir, hice la fiesta porque es lo que mi bebé pidió para celebrar sus ocho años y nosotros somos incapaces de negarle algo—

—Es una fiesta muy divertida A-Li— felicitó Wen Qing feliz de poder deshacerse un rato de sus amados atormentadores: sus mellizos Jiang Wanyin y Jiang Qing, quienes tenían cuatro años y eran la definición de desastre andando.

—Concuerdo con A-Qing, además nos sirve de pretexto para convivir un rato— comentó Qin Su, ella y su esposo había pasado una época muy difícil cuando le dijeron que tendría muchas dificultades o hasta imposibilidad para embarazarse, pero tras una serie de incómodos, dolorosos y desalentadores tratamientos finalmente lograron convertirse en padres del pequeño Lan Jingyi, quien en ese momento tenía tres años.

—Es cierto, por lo menos ahora no hay un pequeño torbellino a mi lado gritando cada tres segundos "papá, papá, papá" amo a mis hijos, pero no entiendo de dónde sacan tanta energía— se quejó Jiang Cheng mientras pensaba en el karma.

—No te envidio Picacheng porque A-Ling es un niño tranquilo, aunque un poco consentido. Ahora que va a convertirse en un hermano mayor está feliz y creo que le va a servir para ir madurando— Jin Zixuan nunca perdía oportunidad de burlarse de la mala suerte de su cuñado.

—No entiendo cómo Wei Ying puede andar fresco por la vida acumulando niños— se lamentó Wen Qing —Sin ofender— agregó mirando a Lan Wangji quien estaba sentado a dos lugares de distancia, él solo murmuró un escueto "Mn" dando a entender que estaba bien.

—Si, a veces el karma se equivoca, me acuerdo de todos los sustos que pasaron mis tíos por culpa de sus travesuras y sus hijos son tan tranquilos—

—Es porque soy el mejor papá del mundo— Un sonriente Wei Ying abrazó a su primo por la espalda sin que este se diera cuenta de antemano de su presencia.

— ¿Le llamas ser el mejor papá del mundo cuando dejaste a tus hijos al cuidado de tu esposo para ir a brincar a los inflables como si fueras un niño? ¿No te da vergüenza? — regañó el Jiang.

—Querido primo, mi esposo y yo nos dividimos el cuidado de nuestros bebés, yo fui a los juegos con A-Yuan y A-Yu, mientras Lan Zhan cuida a Lan Sizhui y Lan Mei. Eso es a lo que yo llamo trabajo en equipo— Wei Ying se sentó a lado de su amado y levantó la tapa de la carriola doble donde sus dos conejitos dormían felices sabiéndose amados. La pareja tenía cuatro hijos; el mayor era Lan Yuan quien ya contaba con cinco años y había sido adoptado desde bebé, la siguiente fue Lan Yu de tres años y era hija biológica de Wei Ying nacida a través de un vientre de alquiler, más adelante por el mismo método, pero teniendo como padre a Lan Zhan nació Lan Sizhui quien tenía un año, finalmente adoptaron a Lan Mei y apenas contaba con cinco meses de edad —A Lan Zhan no le molesta ¿Verdad? — preguntó coqueto a su esposo.

Guía completa para enamorar a Wei YingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora