Guía completa para enamorar a Wei Ying

Dieciséis: No avergonzarse de las cosas que salen de la boca de un desvergonzado

En una casa, cinco personas miraban el celular en manos de la mujer a quien su desvergonzado sobrino acababa de colgar una llamada. Hasta Jin Ling que había estado llorando se quedó quieto observando a los adultos quienes permanecían inmóviles.

A través del altavoz habían escuchado una conversación que hubieran preferido no oír.

—A-Ying siempre bromea con cosas así— La dulce Yanli trató de suavizar el ambiente.

—El idiota ama coquetear con mujeres— La negación se hizo presente en voz de Jiang Cheng.

—Su desvergüenza es tal que no dudo ni tantito que sea todo terreno—

— ¿Quieres callarte pavo real? —

— ¿A quién le dices pavor real? —

—A ti ¿acaso ves a algún otro pavo real por aquí? Jin Ling no cuenta porque todavía no le han salido las plumas—

—Niños, guarden silencio— cortó el patriarca de la familia —La vida y gustos de nuestro A-Ying son su problema y no debemos meternos, si alguno de ustedes se siente incómodo con el hecho de que esté en una relación con otro hombre, lo único que tiene que hacer es guardar su distancia—

—Lo sabías— acusó su esposa.

—Mi hermano me contó de su relación y por respeto a su confianza no vi la necesidad de repetirlo, pero ya que A-Ying no ha tenido reparos en decirte, no veo por qué negarlo—

Wei Changze y Jiang Fengmian eran medios hermanos por parte de madre, siendo Chanze producto de su primer matrimonio con un joven de pocos recursos quien murió atropellado sin que el culpable fuera atrapado, desamparada y con un bebé de tres meses la mujer empezó a trabajar como camarera, ahí conoció a un acaudalado abogado quien se enamoró de ella y estuvo dispuesto a hacerse cargo de ambos, de ese matrimonio nació Fengmian. Los hermanos siempre fueron muy unidos, crecieron bien y llegado el momento cada uno siguió una carrera, el mayor estudió medicina mientras el menor continuó la tradición familiar y se convirtió en abogado.

— ¡Listo! — el teléfono apagado fue aventado en la mesa de centro —Volvamos al lugar de donde salimos— se colocó nuevamente a horcajadas encima de las piernas del menor y tomó sus manos para colocarlas en su parte trasera.

—Mn— las manos de Wangji estrujaron y acariciaron el redondo y delicioso trasero del mayor mientras que sus lenguas se entrelazaban mezclando saliva. Lentamente se movió para acomodar a Wei Ying sobre el sofá y quitó su camisa antes de recostarse encima. Wei Ying ya estaba parcialmente desnudo pues fue necesario para curarlo por lo que solo se limitó a quitar el pantalón e inmediatamente el boxer.

— ¿Tienes prisa? — no pudo evitar preguntar al ver que Lan Zhan no estaba tomándose su tiempo como acostumbraba —Yo también tengo prisa, realmente extrañé nuestro todos los días— mientras hablaba, sus manos luchaban contra el cinturón de su novio, cuando lo desabrochó tiro de sus pantalones hacia abajo —Ayúdame— pidió cuando ya no pudo bajar más. En cuanto ambos estuvieron desnudos las manos del menor sostuvieron ambos miembros y se dedicaron a acariciar y estimular frotándolos entre sí —Mmmmm más rápido. Sí, aaaaa... así. Mmmm me gustaa... Ahhhh— su cuerpo se tensó avisándole que estaba próximo a llegar —Didi, ven con... conmigo— pidió lloroso antes de que su mundo explotara en un arcoíris de colores. Se liberó fuerte y tuvo el placer de ver a Lan Zhan llegar junto con él. Ambos acabaron llenos de semen en el pecho y brazos —Y eso que no pasamos a tercera base— justo cuando terminó su oración sintió un dedo ingresar a su puerta trasera — ¿Cómo puedes querer ir por más tan pronto? — se quejó, pero levantó sus piernas para dar mejor acceso al invasor —debe ser cosa de jóvenes jajajajaja—