2. Confianza

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El Uchiha ya llevaba algunos días en casa de la castaña, había mejorado su condición. Aunque tenía libertad para recorrer la casa solo se limitó a la cocina, el baño y la sala, pero no entró a las habitaciones. Ya estaba acostumbrado a quedarse solo de vez en cuando cada vez que la muchacha salía, pero nunca intentaba escapar, sabía que estaría más seguro allí. En cuanto a la ropa la chica le había prestado la de su mejor amigo y la del novio de su mejor amiga que por fortuna se habían quedado guardadas el día que hicieron una pijamada. Cada vez que Sasuke se dormía ella se quedaba mirándolo por lo menos diez minutos, le sorprendía la inocencia de sus rasgos, según ella parecía un ángel.
Ambos estaban cenando, bueno, uno de ellos. La muchacha no quitaba su vista de la comida al igual que él de ella. El Uchiha no había provado bocado, por el contrario la estaba devorando con la mirada.
__ Sasuke-kun ¿no vas a comer?
__ ¿No tienes miedo?
__ ¿Miedo de qué?
__ De tener a un asesino en tu casa.
__ Ahhh, ya veo, así que eres esa clase de criminal, un asesino ¿eh? Pues no, ¿por qué te temería? Sé que no me harás daño.
__ ¿Ahora confías en mí? __ dijo con tono irónico.
__ Tal vez...
Sasuke se quedó helado por un momento, no se esperaba esa respuesta.
__ Podría matarte en cualquier momento.
La castaña negó con la cabeza y pronto se encontró acorralada contra la pared siendo asfixianda por las manos de aquel pelinegro. Ella no se dejó y posó sus manos con brusquedad sobre la herida del Uchiha, quien soportó el dolor, así decidió hacer algo más arriesgado, subió las piernas y golpeó al pelinegro justo en el vientre haciendo que él la soltara.
__ ¡Sasuke Uchiha! ¡Ni se te ocurra hacerlo de nuevo! ¿Me escuchaste?
Dicho esto la castaña salió enfadada de la habitación y se dirigió a su cuarto. Poco tiempo después bajó nuevamente, tal y como había predicho el Uchiha ya estaba dormido. Se acercó a él con cierto recelo que desapareció al ver como temblaba aquel joven, tenía frío. Ella no tardó en traer una pomada y una manta. Le untó la crema en su abdomen para ayudar a cicatrizar la herida que posiblemente haya abierto ella misma y después le colocó cuidadosamente la colcha.
La muchacha se levantó a la par del sol. Después de asearse se dirigió a la cocina para preparar el desayuno.
Sasuke comenzó a abrir los ojos. Al intentar levantarse sintió algo pesado sobre él. "Yo no..." Su vista fue directamente hacia la cocina, al ver a la castaña recordó lo ocurrido la noche anterior. "¿Acaso ella...?"
__ Sasuke-kun, ven a desayunar.
La joven estaba luciendo una hermosa sonrisa, tal parecía haberse olvidado de lo acontecido.
__ Oye, yo...
__ Date prisa o se enfriará.
Se sentaron a comer, aunque Sasuke jugaba más con la comida de lo que comía.
__ Si no tienes hambre...
__ ¿Por qué te molestas en ayudarme? Después de lo que te hice ayer esperaba que llamaras a la policía.
__ Eres policía ¿no? No soy una mujer cobarde, no te temo. Y ya te lo dije soy-
__ Doctora, es tu deber... Eres demasiado buena.
__ Gracias, entonces ¿comerás?
__ Me iré en una hora.
__ De acuerdo, ya estás mejor, deberías descansar, pero no creo que haya problema.
__ ¿Sabes lo que estás diciendo? ¿Eres consci-?
__ Soy consciente de que la mayoría de mis pacientes llegan mal heridos a casa por tu culpa, soy consciente de que asesinaste a treinta personas en los últimos diez días, haz estado aquí cuatro. Soy consciente de que eres sospechoso de matar a varios de tus compañeros cuando eras un niño, por eso mismo te digo, no te temo, sé de lo que eres capaz, sé que tienes 23 años y que en esos años has matado a más de mil personas. No me interesa saber por qué estabas en ese callejón, quién te disparó ni mucho menos a quién mataste para que te estuvieran buscando, no me incumbe. Soy consciente de que dejaré suelto a un asesino. Escúchame bien Sasuke, por más que las noticias, las redes o incluso mis compañeros y vecinos te clasifiquen como un peligro yo no lo haré, he visto tus ojos y no eres malo, alguien te obliga, ¿no es así? Está bien, puedes irte, no permitiré que hagas más daño, pero mientras estés conmigo, para mí al menos, serás inocente de todos los cargos.
El Uchiha se quedó sin habla, atónito aunque su rostro no mostraba desconcierto sino su habitual semblante serio.
__ ¿Quién eres?
__ Soy Sakura.
El pelinegro no aguardó más, se cambió de ropa en el baño y salió disparado por la puerta sin siquiera decir adiós.

Siempre tú [Sasusaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora