Siempre tú [Sasusaku]

6. ¿Secuestro?

La pelirrosa intentó pasar de largo y hacer como que no se había siquiera percatado de la presencia del oji-onix, pero este la detuvo sujetándola por el brazo.
__ Sakura Haruno, está detenida por mentirle a un agente de policía.
No dijo más y la arrastró por la fuerza. Ella se negó y finalmente él acabó acorralándola una vez más contra la pared.
__ Ah, entonces ¿no te molesta que te mienta a ti sino a la policía?
__ Oficial.
__ Pero eres oficial, porque eres de la policía, ¿no?, ¿he encubierto a algún sospechoso aparte de ti?
__ No juegues.
__ No juegue usted, le salvo la vida y me arresta.
Sasuke llegó a su límite, volteó a la chica le colocó las esposas. Ella no comprendía muy bien por qué el estaba haciendo todo eso y la verdad, desde que ella apareció en su vida, él tampoco.
__ Me acompañará.
__ Si me escondí de usted era porque no quería verlo.

Tenía razón en cierto modo. Habían varias razones para evitar su cercanía. Sakura sabía que ,aunque no la mataría, lo intentaría y pese a no ver en sus ojos una pizca de maldad era consciente de que los actos definían a las personas tarde o temprano. Escuchó a Itachi cuando este le dijo que disimulara y mintiera ante su hermano. Sí, quería verlo, pero lo que realmente y por encima de todo lo que la frenaba era su temor a la reacción que pudiera tener Sasuke.
__ Hmp.
El pelinegro la arrastró hasta la puerta del hospital y claramente aunque muchos quisieron discrepar se callaron al ver su placa. Poco después llegaron al coche del Uchiha. Él la dejó sentarse atrás. Ella no se negó sabía muy bien que no le convenía y que además él no le haría nada malo, ¿o si?
__ ¿Usted alguna vez ha tenido novio, amigos con derecho, marido o ha bebido hasta el punto de hacer cosas inmorales?
__ No.
__ ¿No qué?
__ No he hecho ninguna de esas cosas. Nunca he bebido, no he tenido novio mucho menos ese tipo de amigos y ¿casarme?, por favor.

El Uchiha se encontraba atónito, ¿en verdad?, ¿ni siquiera novio?, o ella era la chica más tonta e ingenua o la más limpia y pura. Cuando la vio por primera vez solo era una imagen poco nítida y ahora tanto su carácter como su belleza podía vagar en su mente. Pensaba llevarla a un lugar, uno que no era para niños.
__ No puedo llevarte allí, eres demasiado inocente. __ comentó Sasuke con indiferencia.
__ Hmp.
__ Iremos a mi casa.
__ Hmp.
__ No hablarás, ¿entendido?
__ Hmp.
__ Deja de hacer eso.
__ ¿Por qué? Tú lo haces todo el tiempo.
__ Hmp.
La pelirrosa no pudo aguantarlo ni un segundo tuvo que echarse a reír ante la reacción del pelinegro. Sus carcajadas resonban en las paredes de coche e irritaban al Uchiha. Casi quiso matarla en ese instante, que se sepa, los Uchihas no son precisamente las personas más pacientes y pacíficas del mundo.
__ Mejor vamos al Lixen. __ comentó ella entre risas.
__ No es un buen lugar para ti.
__ No importa, quiero ver a una amiga mía, además, tu hermano estará, seguro. __ comentó con entusiasmo.
"¿Conoce a mi hermano?" Cada vez que ella abría la boca le sorprendía más. Le había salvado, reprendido, mentido, alimentado, tenía información confidencial, le cuidó, lo ayudó, confió en él... Era casi imposible que una persona que hiciera todo aquello por un Uchiha siguiera viva en especial por, un pequeño y reciente detalle, que se había reído de él estando él presente.
__ ¿Te gusta mezclarte con criminales?
__ No lo son. A propósito, ¿cómo supiste que yo era... yo?
__ Hmp, no deberías buscarte enemigos, Sasori, por ejemplo.
__ Maldito... __ musitó__ Me-me odia porque... no... me dejé de él.
__ ¿Intentó...?
__ Intentó hacerme suya a la fuerza, de-debiste haber visto esa mirada, parecía un animal... Solo le conté a la policía, pero... no lo investigaron...

Algo dentro del pelinegro ardió y se dijo así mismo que la próxima vez mataría a ese imbécil. Dejó de darle vueltas al asunto. Poco después recordó algo que le había dicho la pelirrosa.
__ ¿A él le denuncias y a mí no? ¿cuál es la diferencia?

Sakura se levantó de su asiento, aunque llevaba el cinturón eso no la detuvo, siguió hasta que estuvo casi delante del Uchiha, la Haruno se inclinó y unió ambas frentes por un mometos para después entrelazar sus miradas.
__ Sus ojos solo mostraban maldad, los tuyos... no lo sé... a veces muestran vacío, otras veces bondad, pero tu semblante demanda crueldad, frialdad o indeferencia ¿Quieres ser ese tipo de perso-?
El Uchiha le había tapado la boca con su palma derecha, no quería que continuara. No. No quería. Si ella decía algo sobre él posiblemente pensaría que era mentira porque no le diría ni despiadado ni asesino. Sakura solo diría lo mismo, que sus ojos no le causaban odio ni nada parecido y que él era una buena persona.
__ No entiendo...
El pelinegro la soltó, pero ella no habló, no opinó solo guardó silencio hasta recordar algo.
__ ¿A dónde vamos?
__ No hay remedio, te llevaré a mi casa.
La oji-jade se sorprendió pues si no mal recordaba el Uchiha menor vivía con su hermano, según este último.
__ ¿No te molesta que Itachi...?
__ Dije que íbamos a mi casa, pero no a cuál.
__ ¿Tienes más de una? ¿Está apartada? ¿Hay alguien más?¿Quién sabe su ubicación? ¿por cuánto tiempo estaremos allí?
A Sasuke casi le costó responder tantas preguntas a la vez, pero en su trabajo las personas tan espontáneas como la pelirrosa solían hacerlo a la hora de enfrentarse a un interrogatorio.
__ Sí. Sí. No. Nadie. No sé.
__ Hmp ¿Por qué me llevas allí, no quieres matarme?

La paciencia de Sasuke llegó a su límite, detuvo el auto, se volteó y le colocó una cinta gris en la boca para que mantuviera silencio. Ella se molestó en un primer momento, pero después reflexionó y comprendió que se lo había buscado. Sasuke volvió a arrancar el auto.
Unas horas después...
__Llegamos...
A pesar de estar esposada la pelirrosa consiguió quitarse el cinturón de seguridad y consiguió bajar del coche antes de que cierto pelinegro llegase hasta ella. Durante el camino se había quitado la cinta, pero no había vuelto a hablar, no querí incomodar al joven.
__ Hmp.
No era su típica expresión de frialdad, esta vez era de...
__ Molestia...__ dijo él.
Aquello tenía doble sentido, decía lo que pensaba y a la vez lo que era Sakura para él, aunque ella no le dio importancia. El teléfono del Uchiha comenzó a sonar.
__ Diga.
__ Vaya, vaya, pero si es mi sobrino favorito.
__ ¿Qué quieres?
__ ¿Yo? Más bien... ¿QUÉ DEMONIOS HACES? ¿TE DAS CUENTA DE QUE SECUESTRASTE A SAKURA HARUNO?
__ ¿Ahora le temes a una doc-?
__ ¡ESA CHIQUILLA TIENE MÁS CONTACTOS QUE EL GOBERNADOR!
__ Hmp.
__ ¿Qué harás con ella?
__ Nada, solo un poco de... tortura.
__ No te lo recomiendo, pero en fin, yo solo te advierto, no abras tu miserable boca.
__ No lo haré.
__ Escu-
Sasuke colgó, estaba cansado de tener ese tipo de conversaciones y no estaba de humor para entrar en debates con nadie, menos con Madara. Aunque algo le sorprendió, el hecho d eque supiera que había secuestrado a la Haruno. Se preguntaba cómo se habría enterado, pero la aludida no le dio tiempo para reflexionar sobre ello.
__ Tortura, ¿eh? __pensó Sakura sin darse cuenta de haber anunciado lo que pensaba.
__ ¿Tienes miedo? __ dijo él adivinando sus pensamientos.
La oji-jade solo negó con la cabeza y se dispuso a seguirlo.
El lugar estaba hecho a medida, no era un lujoso hotel, pero tampoco recibiría el nombre de casucha, más bien era una casa con algunas decoraciones, entre ellas las que más llamó la atención de la muchacha fue una que tenía el dibujo de unos ojos color sangre que te miraban e interiorisaban dentro de ti. Ella sintió un pequeño escalofrío correr por su espalda. Este miedo se calmó al imaginar a aquel chico que la había secuestrado mirándola con aquellos ojos, la mirada de Sasuke lejos de darle miedo le daba seguridad, aunque no sabía por qué.
__ Sa-su-ke-kun... ¿tortura...?
Él asintió.
__ ¿Dónde?
Sasuke señaló con el dedo índice una habitación, pero ella no llegó a verlo ya que se había lanzado a correr. El pelinegro la alcanzó sin dificultad y fue entonces cuando Sakura apresuró el paso y empezó a maniobrar para que no la alcanzara. Sin tardanza encontró un río y sin mirar atrás se metió dentro cruzándolo lo más rápido posible, por supuesto él la siguió. Cuando el pelinegro llegó a la otra orilla no veía a la pelirrosa por ningún lado.