Capítulo 8

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Jinyoung tuvo que pagar muy caro el precio por tirar a Seunghun al estiércol. Hace mucho no recibía castigos pero esta vez Seunghun se espemeró muchísimo.

Tuvo que limpiar nuevamente todos los baños con la ayuda de un cepillo de dientes y una barra de jabón "y más vale que podamos comer del suelo de este baño cuando termines".

También tuvo que bañar a los caballos más grandes, incluso a varios de zona de aislamiento que son más difíciles porque están acostados o de mal humor.

Fue una semana muy dura. En muchos aspectos.

—¡Dios! Jinyoung... —suspiró Seunghun contra su almohada sosteniendola con fuerza, intentando no hacer mucho ruido.

Jinyoung lo penetraba fuertemente contra la cama mientras sostenía su cadera con fuerza. El ruido del choque sonaba más alto de lo que esperaban pero detener el ritmo no parecía una opción.

—Baja la voz o alguien va a entrar —le dijo recostándose contra su espalda para hablarle lo más cerca que podía sin perder el ritmo—. Bueno, igual sabemos que eso te encantaría...

Seunghun dió un gruñido entre rabia y satisfacción.

Subió sus manos sobre el trasero perfectamente formado de Seunghun, sosteniendo con fuerza el músculo casi dejando marcas y haciendo que el chico gimiera suavemente. Bajó sus manos poco a poco hasta sostener su miembro y masturbarlo al mismo tiempo que sus penetraciones.

Podía sentir como las rodillas de Seunghun perdían la fuerza poco a poco con cada movimiento.

—Espera, más lento —le dijo entre suspiros haciendo que Jinyoung se detuviera un poco, solo un poco, lo que le permitía su sanidad.

Comenzó a mover sus labios sobre su nuca notando como subían escalofríos por la espalda del chico. Dejaba besos y lamidas suaves sobre toda la piel, notando los perfectos músculos de la espalda del chico, se flexionaban hermosamente cada vez que Jinyoung chocaba sonoramente contra él.

Luego de un último gemido sonoro pudo escuchar como Seunghun terminaba, perdiendo completamente la fuerza en sus rodillas. Jinyoung al sentir la presión del interior de Seunghun contra su miembro, terminó dentro del condón en un jadeo contra el hombro del chico.

Salió del chico que respiraba sonoramente intentando recuperar la fuerza. Se recostó a un lado del él también buscando aire.

No podía mentir, Seunghun era un muy buen polvo, de los mejores de su vida. Ya lo habían hecho un par de veces esa semana, principalmente en la habitación de Seunghun, así que de algún modo la sensación plácida, olía a él, a su fuerte colonia, la que llevaba toda la semana intoxicado a Jinyoung. Cada vez que pasaba su lengua por esas clavículas, lo sentía tan penetrante.

No está muy seguro como acordaron seguir viéndose de este modo, tal vez era simplemente una atracción física, tan irremediablemente que no tenían si quiera que hablarlo.

Repentinamente Seunghun subió sobre él soprendiendolo un poco. Paso de largo a la mesita de luz para sacar pañuelos y regreso a su lugar.

—Toma —le dijo pasándole algunos. Jinyoung lo tomó tocando la mano de Seunghun en el proceso.

Ambos se limpiaron en silencio y desecharon el condón. Jinyoung notó que la habitación era mucho menos fría que la suya. Así que miró las ventanas notando que los marcos eran de mejor calidad, haciendo que entrara menos frío.

Debía ser agradable dormir en esta habitación, pensó mientras buscaba su ropa interior y se la ponía para buscar el resto de su ropa e irse.

—Puedes quedarte si quieres —escuchó a Seunghun a un lado sorprendiendolo nuevamente.

Aprende del trabajo duro | BAEHUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora