Capítulo 3

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Los días continuaron de forma normal, Jinyoung intentaba despertarse lo más pronto posible para poder comer suficiente desayuno, luego se dedicaba a tareas varias como dar de comer a los caballos o recoger el estiércol, que más tarde se enteró era un trabajo de varios, pero ese día Seunghun quería verlo sufrir.

A veces tenía que cepillar a alguno de los caballos. No quería admitirlo pero en general les tenía miedo, esos animales eran pesados y realmente gigantes, Jinyoung los cepillada con cuidado y Seunghun lo miraba con su sonrisa burlona.

Con el trascurso de la primera semana entendió más o menos el trabajo. Lo que debía hacer básicamente era cuidar de los caballos, todos eran razas finas que se vendían por millones para que corrieran o participarán en algún otro deporte, también los vendían a otros propietarios de tierra para hacer distintos trabajos en el campo, era un "producto" muy versátil. El caballo parecía ser un lujo de ricos, sin embargo, Jinyoung nunca tuvo uno, realmente ni sabía que podía tener uno.

Mientras cepillada a la yegua llamada Lucky Seunghun le explicaba la forma correcta de lavar a los animales y como mantenerlos tranquilos en el proceso, Seunghun sabía mucho de caballos.

Sus papás le habían dicho que el centro de cría aceptaba a algunas personas que necesitaran reabilitación pero que la mayoría de las personas allí eran simples trabajadores. Cuando le preguntó a Yonghee quiénes eran quienes, el chico solo le respondió que podría preguntar a cada quien pero solo con confianza le iban a decir.

La curiosidad era bastante pero no suficiente como para tratar de hacer amigos, sin embargo, imaginaba que Seunghun era un trabajador más con algún vida perfecta en el campo como el chico que salía en la película de Hanna Montana.

Estos hombres cuidaban más del estado de estos animales que del ellos mismos, pensaba Jinyoung viendo sus actitudes de machos prepotentes en algunos casos. "Nuestra apariencia no cuesta millones, a diferencia de los caballos" le dijo Yonghee luego de su comentario.

Jinyoung era un chico delgado, completamente homosexual y le interesaban cosas como la ropa y el cuidado de la piel. No pegaba con nada en ese lugar.

Perdido en sus pensamientos, repentinamente un pequeño caballo llamó la atención de Jinyoung, era realmente pequeño.

—Un cabello enano —dijo sin pensar haciendo que Seunghun mirara al animal y terminara riendo.

—Es un poni —le aclaró acercándose al animal en cuestión y acariciando su cabeza.

Jinyoung nunca había visto una caballo enano, era muy extraño.

—No lo había visto antes.

—Tenemos pocos, son muy costosos de mantener —le explicó.

—¿Y para que sirve un caballo enano? —dijo pensando en el su funcionalidad, ¿tal vez para vender a un circo y que lo monte un enano?

—Es un poni —repitió— se venden para equinoterapia.

Jinyoung ahora se encontraba confundido, ¿el caballo enano ahora era psicologo? Con razón costaba mantenerlo, tocaba pagarle la universidad.

—Ven —interrumpió sus pensamientos— dile hola a Gordis.

—¿Se llama Gordis?

—Cuando nació era muy gordote, así que quedó así —explicó el chico con una sonrisa.

Cuando Seunghun hablaba de caballos por alguna razón dejaba de ser malo, explicaba con paciencia y se notaba que realmente los quería. Cuando montana alguno de los caballos se veía como esos vaqueros sexies en las películas del oeste. Pero Jinyoung nunca admitiría que el rubio era guapo porque le causaba más rabia que cualquier cosa.

Aprende del trabajo duro | BAEHUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora